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De la Vega divide a los editores para sacar adelante las ayudas a la prensa
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EXCLUYE DE UN ENCUENTRO A AEDE

De la Vega divide a los editores para sacar adelante las ayudas a la prensa

“Divide y vencerás”, debió pensar el pasado fin de semana Fernández de la Vega. El jueves había abierto los periódicos y se había encontrado con

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De la Vega divide a los editores para sacar adelante las ayudas a la prensa

“Divide y vencerás”, debió pensar el pasado fin de semana Fernández de la Vega. El jueves había abierto los periódicos y se había encontrado con que El Mundo, La Vanguardia y Abc rechazaban de plano el plan de ayudas a la prensa que ella misma preparaba y el Gobierno tenía pensado aprobar en el Consejo de Ministros de ese viernes. Tras el sofocón y el frenazo al paquete de medidas decidió cambiar la estrategia. El mismo lunes descolgó el teléfono y se puso en contacto con representantes de las cabeceras de Unidad Editorial y Godó, además de con El País y La Razón. Era la primera remesa de convocados para un encuentro previsto para hoy jueves y del que se excluía a la presidenta de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (Aede), Pilar de Yarza, que hasta ahora canalizaba las conversaciones.

Lo primero que consiguió De la Vega fue sembrar el caos en el sector. Sobre todo en los no convocados inicialmente. “Por ejemplo, el enfado del consejero delegado de Vocento, José Manuel Vargas, era fenomenal el lunes. Con sus diarios regionales Vocento es el grupo de prensa más importante del país. Y veía que no se le llamaba. Vargas intentó hablar con De la Vega durante todo el día, sin éxito”, explican fuentes próximas a los editores. Finalmente, ayer por la mañana se convocó a Vocento. También Zeta tuvo ayer por la tarde noticias de Vicepresidencia. Al final, De la Vega ha convocado a ocho grupos: Unidad Editorial, Prisa, Vocento, Prensa Ibérica, Godó, Planeta, La Voz de Galicia y Zeta. Se les ha planteado que la presidenta de Aede será recibida la semana próxima.

La estrategia de De la Vega tuvo inicialmente éxito. No todos los grupos editoriales veían las cosas bajo el mismo prisma. Por ejemplo, Unidad Editorial, editora de El Mundo, mantuvo desde el principio una posición clara: no se acude al encuentro sin la presidenta de Aede, que al final es el órgano de representación de los editores. Sin embargo, no todos han sido tan firmes. En una reunión de urgencia fijada para ayer por los editores en Madrid, El País y La Vanguardia apostaban por no romper los pocos puentes que aún quedaban tendidos entre ambas partes y por acudir al encuentro.

Finalmente se buscó una solución de compromiso: Prisa y Godó acudirían hoy a la reunión con la vicepresidenta. Lo harían en nombre del resto para hacerle llegar un mensaje: la representación de los editores es Aede, asociación que engloba hasta 95 cabeceras. Ante este escenario, finalmente la vicepresidenta desconvocó el encuentro. Sin embargo, algo ha logrado De la Vega; basta leer entre líneas: “La maniobra ha sido muy fea. La vicepresidenta ha buscado dividir. No hay más. Sabía que Planeta y Prisa no le van a plantear problemas, ya que ha cumplido con sus expectativas con las últimas medidas en el sector audiovisual”, se explica a El Confidencial desde uno de los grupos afectados.

Falta de control a los suyos

Detrás del veto a De Yarza podría estar la sensación por parte de la vicepresidenta de que la cabeza visible de Aede no ha sabido controlar a sus huestes. Al menos eso le reprochó directamente tras la publicación el jueves de las críticas al plan en las ediciones de El Mundo, La Vanguardia y Abc. No en vano en la Junta Directiva de la Asociación celebrada el miércoles, apenas un día antes, se acordó no acometer ninguna acción editorial concertada hasta el sábado, y siempre y cuando el Gobierno aprobara en el Consejo de Ministros del viernes el plan de ayudas. Esos tres periódicos se lo pensaron mejor y decidieron anticiparse. Mejor quedar mal que comerse en el BOE un plan de ayudas que despreciaban.

 

Y es que como telón de fondo está el rechazo de los editores a las medidas que plantea el Gobierno. “Se trata de meros subsidios y no de ayudar a la reconversión de un sector”, asegura uno de los afectados. Según exponen, el plan se centra en mejorar la financiación de las empresas, pero sin consignar  ayudas directas. De la Vega ha planteado la puesta en marcha de líneas específicas del ICO por valor de 300 millones de euros, más el aplazamiento de las cuotas a la Seguridad Social durante un año a aquellas empresas no inmersas en expedientes de regulación de empleo. Una propuesta valorada en otros 300 millones. Sin embargo, los editores se quejan de que sólo hay unos 20 millones en ayudas directas y de que el Ejecutivo sólo ha buscado armar un plan de imagen: superar los 600 millones del plan de Sarkozy, aunque en el caso galo sí es una inyección de cash en tres años.

Este último episodio arranca a finales de mayo, después de diez meses de desencuentros. De la Vega mantiene una reunión con De Yarza. La número dos de Zapatero esboza las líneas maestras que tendrá el proyecto que prepara para la prensa. De Yarza sale con la idea de que se le hará llegar el documento definitivo con las propuestas antes de la junta directiva que Aede tiene convocada para el 10 de junio. Un compromiso que hoy no reconoce Vicepresidencia. Los días pasan y el papel no llega, mientras que la Aede tampoco lo reclama. La junta de editores del miércoles 10 se celebra sin ninguna propuesta del Ejecutivo. Nadie quiere enterarse de las medidas por el BOE y los editores envían un burofax al Gobierno pidiendo que se aplace la aprobación de las medidas hasta que no haya un consenso. El Mundo, La Vanguardia y Abc se tomaron la justicia por su mano.

“Divide y vencerás”, debió pensar el pasado fin de semana Fernández de la Vega. El jueves había abierto los periódicos y se había encontrado con que El Mundo, La Vanguardia y Abc rechazaban de plano el plan de ayudas a la prensa que ella misma preparaba y el Gobierno tenía pensado aprobar en el Consejo de Ministros de ese viernes. Tras el sofocón y el frenazo al paquete de medidas decidió cambiar la estrategia. El mismo lunes descolgó el teléfono y se puso en contacto con representantes de las cabeceras de Unidad Editorial y Godó, además de con El País y La Razón. Era la primera remesa de convocados para un encuentro previsto para hoy jueves y del que se excluía a la presidenta de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (Aede), Pilar de Yarza, que hasta ahora canalizaba las conversaciones.

AMI (Asociación de Medios Informativos)