El Grupo Godó negocia un recorte de plantilla de 90 personas en ‘La Vanguardia’

El Grupo Godó, editor de La Vanguardia, El Mundo Deportivo y accionista del Avui, además de propietario de 8TV y de RAC1, ha decidido acometer una reestructuración de las plantillas. La crisis también se ha dejado sentir en este holding, propiedad de Javier Godó, conde de Godó, que ya ha aplicado discretos recortes de plantilla los últimos meses. La coyuntura, sin embargo, no perdona y necesita aligerar su estructura.

 

Por ello, ha planteado al comité de empresa de La Vanguardia un expediente de regulación de empleo  (ERE) que podría afectar a 90 personas de administración. “Se trata de adelgazar este departamento. Una buena parte del trabajo se lleva desde la estructura del propio grupo y ello ha generado una duplicidad de funciones que hay que solventar”, señalaron fuentes de la empresa a El Confidencial.

 

Los trabajadores, sin embargo, no se acaban de creer todas las excusas de la dirección. “Nos tememos que el anuncio del ERE en administración sea un globo sonda y que, después de verano, se presente otro que afecte a la redacción”, señaló a este diario una fuente del comité de empresa. Desde la empresa, se niega este extremo: “En una reunión con todo su equipo, el director de La Vanguardia, José Antich, comprometió su palabra de que eso no pasará. Pueden estar tranquilos”.

 

Pero esta tranquilidad no está avalada por datos formales. Al revés: las cifras que ha presentado el periódico al comité arrojaron pérdidas en el año 2008, por primera vez en la historia. Ésta es una de las premisas para poder plantear un expediente de empleo, ya que de lo contrario tiene todos los números para que las autoridades laborales lo rechacen. “Pero estos números no están auditados y no han sido presentados en el Registro Mercantil aún, por lo que no podemos darlos por buenos”, afirman fuentes de los trabajadores.

 

Despidos selectivos

 

De hecho, hace escasas semanas La Vanguardia realizó ya un ERE encubierto: prejubiló a 29 veteranos periodistas. Es lo que desde el comité se califica como “despidos selectivos”. La empresa cuantifica estos despidos en sólo 24. ¿Por qué la diferencia? Porque no considera periodistas a algunos de los empleados prejubilados, como los ilustradores. Ello no es óbice para que las condiciones fuesen las mismas para todos ellos: indemnización de 45 días por año, más 10.000 euros extra, y, a cambio, habían de renunciar al plan de pensiones vitalicio de que disfrutan los empleados del rotativo. Según este plan, la empresa complementa el salario que les da el Estado por jubilación hasta el total a que ascendía su última nómina. Y esto, durante toda la vida. Con el rescate del plan de pensiones, las cargas financieras del holding se reducirán considerablemente.

 

Pero aún así, el grupo Godó tiene más problemas, especialmente con el diario Avui, que es una máquina de perder dinero. El emblemático diario catalanista está participado por Godó y José Manuel Lara (Grupo Planeta) al 40% cada uno. El otro 20% está en manos del Instituto Catalán de Finanzas (ICF), organismo de la Generalitat de Cataluña. Los tres quieren desprenderse de sus participaciones, pero ¿quién compra una máquina de perder dinero? El Avui nunca obtuvo beneficios y siempre se mantuvo con ayudas públicas y con periódicas amnistías de sus deudas a Hacienda y a la Seguridad Social. En el año 2007, la empresa editora del Avui, Corporació Catalana de Comunicació, registró unas pérdidas de casi 5,3 millones de euros. Las cifras del año 2008 no se han hecho públicas todavía, pero se esperan unos resultados negativos más elevados.

 

En 8TV, la reestructuración ya ha sido llevada a cabo. Los servicios informativos se han externalizado en gran parte y han sido encomendados a la empresa Iniciativas Digitales, propiedad de Mediapro, el grupo que encabeza Jaume Roures. El día 30 de abril, la empresa comunicó a los trabajadores el despido de ocho trabajadores debido a dicha externalización. Aunque fuentes de la empresa afirman que “los ocho empleados han pasado a depender de la nueva empresa que se encarga de los informativos”, fuentes de Comisiones Obreras (CCOO) matizaron a este diario que “se han producido ocho despidos y hay otras ocho personas que han pasado a depender de Iniciativas Digitales”.

 

El Sindicato de Periodistas de Cataluña medió también en el conflicto. Un portavoz de éste señaló a El Confidencial que “el modo de actuar de la empresa deja mucho que desear”. Para empezar, tanto CCOO como el SPC se quejan de que los despidos fuesen comunicados el 30 de abril, un día antes del emblemático Día de los Trabajadores. Y el SPC, en un comunicado, recuerda que “8TV ha recibido subvenciones del Gobierno de la Generalitat por diferentes proyectos. Entre ellos, algunos dirigidos a los informativos. Por ello, la Administración debería tener claro el destino de estas subvenciones, que no se dan para que las empresas las utilicen en lo que quieran, sino para que las destinen a los servicios para los cuales se han pedido ayudas”.

 

Subvenciones millonarias

 

CCOO es más directa y ha enviado una carta al consejero de Cultura de la Generalitat, Joan Manuel Tresserras, en la que pide “información detallada de las subvenciones otorgadas al Grupo Godó en los años 2007, 2008 y 2009 y, especialmente, quiere saber el uso que han tenido los 2,4 millones de euros que fueron concedidos en el año 2008 ya que, de ellos, 900.000 eran para 8TV, que había de destinar 300.000 a los servicios informativos”. “¿Cómo es posible que con cuantiosas ayudas ocurra esto? Es lo que queremos que nos clarifiquen”, dijo un portavoz de CCOO a El Confidencial. Según fuentes sindicales, el Grupo Godó es el holding de comunicación más beneficiado por la Generalitat a través de ayudas oficiales.

 

En esta batalla que se extiende a varias empresas del grupo, hay un resquicio para la esperanza. La compañía sabe que si puede doblegar al comité de La Vanguardia, podrá hacer lo que quiera en el resto del grupo, pero también sabe que si alcanza un acuerdo, la paz en el holding estará garantizada. De momento, las dos partes están colocando las piezas sobre el tablero. Ambas reconocen que “en estos momentos, se está negociando cómo presentar el ERE y es muy temprano para decir qué ocurrirá”. Y admiten que sus posturas son de máximos. Seguramente, el expediente no afectará a las 90 personas de las que se ha hablado en un principio, pero sí que se llevará adelante. “Esperamos que, al final, pueda afectar a sólo unos 30 trabajadores y que los demás sean repartidos entre otras empresas del grupo”, manifestaron a este diario fuentes del comité. La partida acaba de empezar.