Urdaci retrata en un libro la "crispación" de los medios de comunicación españoles

El periodista Alfredo Urdaci ha retratado en su último libro Cómo salir del infierno -editado por Plaza & Janés- la "crispación" de los medios de comunicación españoles y la política, desde el punto de vista "del que ha caído en desgracia y no le interesa volver ni a la prensa ni a la radio ni a la televisión". "Si estás en una trinchera no puedes estar en la otra, y hoy en los medios miran qué pedigrí tienes y la ficha grapada en tu oreja para darte o no trabajo", aseguró el que fuera jefe de informativos de TVE.

"Hoy me puedo permitir el lujo de decirle a ese mundo tan parcelado y canalla que no quiero entrar ahí", dijo Urdaci, quien explicó que su libro "pretende ser un manual de autoayuda para los que viven en una España goyesca donde todos nos mandamos al infierno de una manera u otra cada cierto tiempo".

El libro se articula como retrato de la vida nacional tanto política como mediática, "con tono irónico y lúdico", y cargado de crítica contra el panorama actual -"contra la SER y contra Federico Jiménez Losantos"-.

"Me sitúo como un outsider y tengo claro que lo que quiero es hacer cosas diversas huyendo de la radio, televisión y prensa", señaló Urdaci, que por el momento reparte su tiempo en su empresa de asesoramiento a empresas deportivas, su 'blog' de Internet y su colaboración en el portal 'PRNoticias'.

El periodista resumió su trayectoria tras abandonar TVE como una "experiencia enriquecedora, dura y divertida", en la que ha descubierto que "los momentos críticos, si se saben aprovechar, suceden para bien".

"El libro comienza cuando se pasa de un lado al otro en el mundo de la televisión, y pretende ser un manual para superar este tipo de momentos críticos", dijo Urdaci, que adelantó que trabaja en una novela desde hace un año que "todavía está bastante verde".

Por último, Urdaci aseguró que en su libro constata cómo la crispación "trasciende los medios y llega a la sociedad", y reconoció que ha vivido provocaciones por la calle y al mismo tiempo alabanzas espontáneas de los "partidarios". "Esta es la montaña rusa en la que estamos", concluyó.