Pablo Iglesias y su anomalía democrática, por M. Martínez

Estimado Director:

Hay un dicho muy sabio que dice lo siguiente: "No discutas nunca con un ignorante, pues te hará descender a su nivel y te ganará por experiencia".

Esto es extrapolable a la situación actual relacionada con Pablo Iglesias. Pablo es un experto manipulador mediático, un personaje que vive y se alimenta de dividir y crear polémica. Pablo es un subproducto defectuoso de los medios que primero lo encumbraron y ahora toman consciencia de que se les ha ido de las manos.

Así, y como animal mediático experto que es, Pablo necesita que los medios hablen continuamente de él y es ahí donde El Confidencial y otros medios serios están perdiendo la batalla. Todos los días hay numerosos titulares que hablan y hacen referencia a las tropelías de Pablo Iglesias, reforzando su presencia en el imaginario colectivo, titulares que él rentabiliza mediante las redes sociales y sus medios afines.

Entonces, la pregunta es: ¿por qué no ignorarlo? ¿Por qué los medios profesionales no marcan la diferencia y hacen el experimento de ningunearle durante un tiempo y ver como eso lo debilita? Seguro que es posible informar sin reforzar. Recordad, no discutas nunca con un ignorante...

Un cordial saludo.

Miguel Martínez