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El deportista a seguir | El Ribéry turco que 'hunde' a Erdogan y al que ya vigila Monchi
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EL ATLETA DEL MOMENTO

El deportista a seguir | El Ribéry turco que 'hunde' a Erdogan y al que ya vigila Monchi

En solo ocho meses, este joven otomano ha pasado de jugar en cuarta división a ser titular con el Galatasaray, con un 'hat-trick' incluido en su primer partido que jugó de inicio

Foto: Imagen: Rocío Márquez.
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Turquía está de moda. Santa Sofía, la Torre de Gálata, la Mezquita Azul o el Gran Bazar desprenden belleza con mirarlos; un buen kebab nunca viene mal; si lo necesitas, es el mejor lugar para reponer el pelo que te falta, y las telenovelas se han convertido en uno de los productos más rentables de la pequeña pantalla. Pero no nos olvidemos del fútbol: ahora que tanto se habla de la Superliga, recordemos que ya existe un campeonato con ese nombre... y es precisamente el torneo otomano: un 'cementerio' de estrellas donde está destacando un nombre concreto, que pudo ser la salvación del campeón que se hunde sin remedio, el equipo del 'presi'.

Comencemos por el principio. Corría el año 1990 cuando los casi 500 empleados de la compañía municipal de agua de Estambul decidieron crear un equipo para jugar de manera 'amateur'. Su nombre sería ISKI SK... pero su nivel era muy superior a lo que creían. De hecho, los ascensos fueron llegando uno tras otro, hasta que el ayuntamiento entendió que lo que en principio era una diversión para pasar el rato podía ser un proyecto ambicioso. Varios años después de su nacimiento, con ascensos de categoría continuos, el club llegaba a la segunda división turca. Por cierto, ¿saben quién era el alcalde de la ciudad? Un tal Recep Tayyip Erdogan.

Foto: Este nigeriano es el 'killer' de moda. (Imagen: Irene de Pablo)

Logró el ansiado ascenso a la Superliga en 2007, casi al mismo ritmo que Erdogan ascendía en el escalafón político, y el gran milagro llegaba en 2020, cuando de la mano de veteranos como Robinho, Martin Skrtel, Gael Clichy, Demba Ba, Mehmet Topal o Gokhan Inler, el Estambul Basaksehir —nueva nomenclatura del club— se convertía en campeón de la Superliga. Erdogan presumia de equipo, su 'juguete', el equipo con el que había hecho política y gracias al que convirtió Basaksehir en uno de los barrios más modernos y atractivos de Estambul. Este curso se presentaba apasionante, con Champions incluida, pero tras caer en el grupo de la muerte junto a PSG, Leipzig y United, solo 'rascaron' una meritoria victoria por 2-1 ante los 'devils', siendo protagonistas involuntarios de un caso de racismo por parte del cuarto árbitro contra Pierre Webó, asistente del club, en el partido del Parque de los Príncipes.

Pero el sueño pronto se apagó... Tanto, que no solo quedaron eliminados de la Champions a las primeras de cambio, sino que actualmente está sólo un punto por encima del descenso a falta de seis partidos para acabar la temporada. ¿Qué ha pasado entre medias? La respuesta es clara: una mala planificación. La marcha de buena parte de los veteranos que eran la columna vertebral del club, la venta de jóvenes promesas como Irfan Can Kahveci al Fernebahçe y el escaso ojo para retener talento con potencial para convertirse en estrellas... como es el caso de nuestro protagonista. Un joven que ha pasado en ocho meses de jugar en cuarta a ser la estrella del Galatasaray.

Muhammed Kerem Aktürkoglu es el jugador de moda en el fútbol turco. El mítico Fatih Terim, entrenador del Galata, tiene claro su valor: "Tiene mucho que aprender, pero es uno de los jóvenes que regalaremos al fútbol turco. Está preparado para todo". Aktürkoglu llegó al Estambul Basaksehir en el año 2015: internacional indiscutible en las categorías inferiores de la selección otomana, su potencial era evidente... pero no confiaron en él. Tras cederle al Bodrumspor de la cuarta división, solo un año después decidieron venderle sin darle la oportunidad de debutar. El extremo turco tenía el objetivo de demostrar de lo que era capaz.

Tras no poder debutar en Superliga, decidió volver a comenzar desde lo más bajo y no se equivocaba. Fichó por el Erzincanspor, también de la cuarta división, donde se convirtió en el máximo goleador, con 20 goles en 34 partidos —¡siendo centrocampista!—, y el Galatasaray llamó a su puerta. Sin pensárselo, hizo las maletas en dirección al Türk Telekom Stadium, su regreso a Estambul, y directamente entró en los planes del primer equipo. Su debut en la Superliga llegó en noviembre y, desde entonces, había jugado 21 partidos, pero bien aprovechados, con tres goles y dos asistencias... hasta que llegó su explosión contra el Göztepe.

Debutó como titular y firmó el primer 'hat-trick' de su carrera al más alto nivel, algo que le ha servido para instalarse en el once inicial del Galatasaray. A sus 22 años, tiene un potencial tremendo: es rápido, técnico, muy fino y tiene un gran disparo con la derecha, a pesar de jugar de manera habitual a pierna cambiada. Es un jugador inteligente, que se sabe mover por el campo y que tiene la capacidad de entender muy bien el juego. Ya ha encontrado su hueco en la élite y el dato que confirma su calidad es claro: hace solo ocho meses, jugaba en la cuarta división turca. Ahora, es titular en uno de los equipos candidatos al título.

Los grandes ojeadores europeos —seguro que Monchi entre ellos— ya tienen en su mesa informes sobre Aktürkoglu, quien, si sigue a este nivel, acabará en un grande de Europa no tardando. En Turquía ya le comparan con Franck Ribéry y su potencial es evidente. Sin duda, está entre las tres promesas turcas del momento. Mientras tanto, en el Estambul Basaksehir, el 'equipo del presidente', se siguen tirando de los pelos: su gran promesa, a la que nunca dieron bola, triunfa en otro de los grandes de la ciudad... y podría ser el primer campeón de liga que desciende un año después tras el Nuremberg en la 68-69 (también el AC Milan en la 79-80, pero fue por un escándalo de apuestas, el 'Totonero'). No se pierdan a este chico, tiene fútbol para rato.

Turquía está de moda. Santa Sofía, la Torre de Gálata, la Mezquita Azul o el Gran Bazar desprenden belleza con mirarlos; un buen kebab nunca viene mal; si lo necesitas, es el mejor lugar para reponer el pelo que te falta, y las telenovelas se han convertido en uno de los productos más rentables de la pequeña pantalla. Pero no nos olvidemos del fútbol: ahora que tanto se habla de la Superliga, recordemos que ya existe un campeonato con ese nombre... y es precisamente el torneo otomano: un 'cementerio' de estrellas donde está destacando un nombre concreto, que pudo ser la salvación del campeón que se hunde sin remedio, el equipo del 'presi'.

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