El Basaksehir abandona su partido contra el PSG por comentarios racistas del 4º árbitro

El Black Lives Matter no es una moda, sino un movimiento que ha llegado para cambiarlo todo. La noche de este martes, hemos visto otro episodio inédito en el partido de Champions que enfrentaba al Basaksehir turco contra el Paris Saint-Germain en el Parque de los Príncipes. En el minuto 7, Pierre Webó, exjugador de Osasuna y ahora entrenador asistente del equipo turco, se enfrentó con el cuarto árbitro, el rumano Sébastien Coltescu, a quien acusó de haberse referido a él como "un negro". El árbitro principal, al descubrir el enfrentamiento, detuvo el encuentro y le mostró tarjeta roja a Webó, lo que destapó la indignación del banquillo turco.

El relato de los hechos es el siguiente. Webó estaba protestando, desde el banquillo, una tarjeta amarilla por una dura entrada de Tekdemir a Neymar, momento en el que Coltescu pidió al árbitro, a través del pinganillo, la expulsión del asistente. Al preguntarle el árbitro a quién se refería exactamente del banquillo turco, Coltescu se habría referido a Webó como "el negro", lo que generó el ataque de ira del asistente camerunés, que le acusó de haberle expulsado por el color de su piel.

El primero en llegar a la refriega fue Demba Ba, también del Basaksehir, que increpó al árbitro preguntándole "¿le has llamado negro?". "¿Por qué no te refieres al resto de jugadores como 'ese chico blanco'?", le recriminó el delantero senegalés. Ba explicó en vestuarios que habría aceptado que Coltescu se refiriese a Webó como "ese hombre negro" o "ese tipo negro", pero no "ese negro" o "ese negrata" (por 'nigger').

Coltescu defiende su postura alegando que no ha dicho "negro" (leáse como el "nigro" norteamericano, un término similar a "nigger"), sino "negru", que en rumano hace referencia al color de la piel sin connotaciones racistas. "Entre nosotros nos comunicamos en rumano", ha dicho Coltescu, en referencia a que el árbitro principal era también rumano.

Después de unos minutos de trifulca, en los que Neymar y Mbappé ejercieron de mediadores con el conjunto arbitral, el Basaksehir decidió abandonar el partido a modo de protesta. En ese momento, comenzaron las gestiones exprés de UEFA en los vestuarios, en las que participó el brasileño Leonardo, director deportivo del PSG, que bajó corriendo del palco al ver la situación. En un primer momento, se acordó el regreso inmediato al césped, y así lo adelantó la UEFA a los medios, pero finalmente el equipo de Estambul no salió de los vestuarios.

A las 22:30, la UEFA anunció que el partido quedaba suspendido. Según las versiones que maneja la prensa turca, el Basaksehir ha impuesto como condición para regresar que Coltescu no forme parte del equipo arbitral, ni siquiera en la sala del VAR. El PSG habría aceptado esta propuesta, pero algunos jugadores del equipo turco se habrían negado a regresar tajantemente.

Incluso el presidente turco, Erdogan, que no es especialmente amigo de los franceses, ha tuiteado sobre este asunto, pidiendo a la UEFA que "adopte las medidas pertinentes" contra el cuarto árbitro rumano, aunque también algunos jugadores del equipo rival, el PSG, como el central Presnel Kimpembe, han mostrado su solidaridad con Webó.

Es la primera vez que un partido al máximo nivel europeo se suspende por causas de racismo y pone en un brete a la UEFA, que ahora tiene que decidir si sancionar al Basaksehir, como dice su normativa, o aplicar mano zurda en un asunto tan espinoso. Según la prensa francesa, el partido se reanudará el próximo miércoles a las 18:55.