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  1. Tecnología

ACUSAN A LOS ESPAÑOLES DE IMPERIALISMO

Un videojuego que quizá nunca exista reabre las heridas de la Conquista de América

Desarrollado por un estudio polaco desconocido, la dinámica ha pasado de matar conquistadores a matar nativos mesoamericanos

Imagen de la demo técnica de 'Ecumene Aztec'. (Ecumene Games)

Un videojuego sobre la Conquista española de América es la comidilla del internet que no se ve. El de los foros indie, las newsletters de nicho y las betas a las que solo se accede con invitación. De repente, como el rumor que precede al volcán, el debate en torno al imperialismo español ha resurgido de la nada, provocando un enfrentamiento salvaje entre la derecha española y las izquierdas de Latinoamérica y el entorno anglosajón.

Y, en mitad del fuego cruzado, un pequeño grupo de desarrolladores polacos que no saben distinguir un maya de un mexica.

Todo comenzó con un tuit del portal de videojuegos IGN en el que se anunciaba el tráiler de un futuro lanzamiento, Ecumene Aztec, en el que el jugador podrá ponerse en la piel de los aztecas en el año 1521 para luchar contra los invasores españoles. En el vídeo, se puede ver a soldados mayas luchando contra las tropas de Hernán Cortés entre los templos de Tenochtitlan.

Nada nuevo, en realidad. Hace ya una década que, en los muy populares Assassin's Creed: Liberation (2012) y Assasin's Creed: Black Flag (2013), los españoles eran los malos de la película, si bien nunca se los había presentado con tanta crudeza. Y es que el estudio polaco ha centrado su promoción en la liberación de los aztecas, animando al jugador a "reescribir la historia" a base de matar españoles. Al respecto, lo que más ha indignado a una parte de la derecha española son los primeros segundos de tráiler, en los que puede verse a un conquistador español apuñalar por la espalda a un sacerdote azteca.

Curiosamente, los primeros en levantar fueron los mexicanos, que consideran imprecisa la ambientación del juego: "Si el juego va de aztecas, ¿por qué tienen la estética de los mayas del Yucatán? ¿Y por qué hay jungla en Tenochtitlan?", se preguntaba uno en los comentarios del artículo. "En todo caso, los aztecas serán mexicas. Aztecas es el nombre que les dieron los españoles, no tiene sentido en un juego que va contra la conquista española", le respondía otro en la lengua de Cervantes.

Ultraderechistas españoles han llegado a 'robarle' el dominio web al desarrollador

Después, la discusión se mudó a la página del Steam de Ecumene Aztec, donde los españoles desplegaron su ofensiva. En solo dos días, los mensajes llamando al boicot proliferaron tanto que los desarrolladores del juego se vieron obligados a resetearlo todo. Incluso han perdido su dominio web, Giantscaft.com, adquirido por un ultraderechista español que ha puesto una enorme Cruz de Borgoña y la frase atribuida a Hernán Cortés que dice que "más vale morir con honra que vivir deshonrado".

La cuestión ha llegado incluso a The Verge, una de las páginas de tecnología más leídas del mundo, donde se acusa a "fascistas españoles" de robar la web al estudio para promover el "nacionalismo blanco".

El estudio renació la semana pasada con un nuevo nombre, Ecumene Games, y un anuncio sorprendente. "Os hemos escuchado alto y claro", reza su comunicado, "y el juego te permitirá elegir entre los aztecas o los conquistadores". Se trata de un cambio de posición radical del estudio polaco, que llega a referirse a los españoles como newcomers, recién llegados, en vez de señalarlos como invasores o conquistadores, y habla de "liberar" a los aztecas de una "casta de sacerdotes sacrificadores de humanos".

Por supuesto, se montó el belén. Aquí va una pequeña muestra de la inflamación lisérgica de los comentarios:

- "¿Dejarías elegir a los nazis en un juego de la Segunda Guerra Mundial? ¿Dirías que vinieron a liberar a los judíos?".

- "Cualquiera que sepa de historia es consciente de que los aztecas eran los malos. ¡Que le pregunten a los tlaxcaltecas!".

- "Aunque los aztecas suponían solo el 13% de la población, estaban detrás del 52% de los crímenes".

- "El jugador debería tener un arma, la Biblia, con la que golpear a los nativos y convertirlos al catolicismo".

- "¿El juego permite torturar y hasta comerte a los prisioneros, como hacían los aztecas?".

- "Allí había muchas tribus. Los españoles eran una más, pero con rifles. Eso hizo la diferencia".

Una imagen de 'Ecumene Aztec'. (Ecumene Games)

Un estudio fantasma

Después de todo el jaleo, lo más probable es que el juego nunca llegue a ver la luz. Se estima que en torno al 95% de los proyectos independientes descarrilan en alguna de las fases del desarrollo, algo que en Ecumene Games saben bien. En 2021 anunciaron otro juego, Lesovik, del que nunca más se supo.

Este medio ha intentado por todas las vías ponerse en contacto con los desarrolladores. No tienen un teléfono de contacto, un correo ni una página web. No contestan a los mensajes en los foros ni han colaborado con otros estudios. Solo han hecho una declaración pública para indicar que no se esperaban todo esto y que nunca han querido darle un matiz político al juego.

Se trata de una política de comunicación absolutamente atípica para un pequeño estudio, siempre detrás de la prensa, para obtener la notoriedad que no puede costearse por la vía publicitaria.

El estudio de desarrollo no tiene caras visibles ni forma de ponerse en contacto con ellos

Ninguno de los estudios indie de Polonia, un país donde el sector se encuentra en boom desde hace una década, conoce a Ecumene Games. Sin embargo, el anuncio no les huele del todo bien: "Lo que veo en esa demo es que están usando tecnología que hoy se ve obsoleta, mucho más lo será en 2025, cuando está previsto el lanzamiento", dice uno de ellos, que prefiere no revelar su nombre.

"Es un juego que no va a generar ventas porque se ve como de 2018. Lo que sospecho, porque lo hacen muchos estudios polacos, es que han generado lo mínimo con un motor de terceros, como Unreal 5 o Unity, para generar polémica. Después se toman pantallazos de la conversación y se utilizan para intentar conseguir una ayuda pública. Si la consiguen, ahí puede que haya juego, pero eso sería dentro de mucho tiempo", explica.

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