Maduro saca adelante la Constituyente: ¿ocho millones de votos o fraude electoral?
Sin que estuviera terminado el escrutinio, la cifra exacta dada por las autoridades es de 8.089.00 votantes; más que los que obtuvo Maduro en las elecciones presidenciales de 2013
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, celebra los resultados de la Constituyente. (EFE)
Más de 8 millones de personas. Casi al filo de la media noche, la rectora del Consejo Nacional Electoral (CNE) Tibisay Lucena daba los resultados de participación del proceso electoral en el que se han elegido a los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente que reescribirán la Carta Magna. El primer boletín arrojaba una participación del 41.53% del censo electoral y unas cifras que contrastan con los resultados electorales de los últimos años.
Sin que estuvieran escrutados todos los votos, la cifra exacta dada por Lucena es de 8.089.00 votantes. Más de los que obtuvo Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de 2013 (7.505.338). Y muy cerca del siempre invicto Hugo Chávez, que en su última elección llegó a 8.191.132 de votos. En las elecciones a la Asamblea Nacional de diciembre de 2015, el chavismo obtuvo 5.622.844 votos.
La oposición daba cifras de participación en torno al 12% del censo electoral, alrededor de 2.5 millones de votantes. La proyección de Torino Capital oscilaba entre 3 y 4 millones de votantes. No hay modo de verificar las cifras dadas por el CNE, órgano único que ostenta el Poder Electoral. En el proceso no ha habido observación internacional independiente.
La participación habría que tomarla en su totalidad como apoyo al chavismo, puesto que los candidatos, en su mayoría, pertenecen a la tolda roja. Y contrasta el número de personas que acudieron a las urnas con las cifras de popularidad de Nicolás Maduro, que en los últimos meses ha caído, cuando suele ser habitual un crecimiento en tiempo electoral. Las encuestadoras más optimistas le dan una aceptación de alrededor del 20%. Los datos menos favorecedores lo sitúan en el 15%.
Contrasta también con la decisión de anular el referéndum revocatorio y la postergación de las elecciones a gobernadores. Y con la calle que se pudo ver durante este domingo, con pocas colas.
El resultado del primer boletín se recibió con un cacerolazo en el este y cohetes en los alrededores de la Plaza Bolívar del municipio Libertador, cerca del Palacio de Miraflores. Allí parecía Nicolás Maduro, en un acto controlado, con gente afín que horas antes saltaba al ritmo de la canción “Corazón del pueblo”, himno de la última campaña presidencial de Chávez.
“No aceptaron medirse democráticamente. Llamo a un gran diálogo constitucional, un diálogo constituyente”, dijo Maduro sobre una tarima rodeado de los fuertes del chavismo. Entre ellos, los hermanos Rodríguez y su esposa Cilia Flores, una de las que ha sido elegida para cambiar la Constitución.
Aún quedan por elegir 8 candidatos indígenas. Se hará el próximo 1 de agosto. Pero ya ha dicho el presidente que tomarán posesión “en unas horas”.Y ha advertido: “La Asamblea Nacional Constituyente debe estar consciente del poder que tienen en sus manos”, además de recordar que ningún poder estará por encima de ella.
Y aunque aún no se sabe en qué afectará al país y qué se cambiará, sí que se pudo vislumbrar cuál puede ser el uno de los primeros pasos de lo que Maduro ha calificado como el “renacimiento del chavismo popular”. Ha dicho que es hora de “reestructura la Fiscalía General y tomar el mando”. El público, en coro, gritaba “Fiscal, traidora, ya te llegó la hora”, en referencia a Luisa Ortega Díaz, cabeza del Ministerio Público, chavista, pero que se rebeló en contra de las sentencias de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que dieron inicio a las protestas que actualmente son el día a día en Venezuela.
Maduro ha dicho que esto es el “renacimiento del chavismo popular”. Lo nombre como lo nombre, sin duda, mañana empieza una nueva etapa en Venezuela.