Siete sorprendentes usos de la pasta de dientes para la limpieza de tu hogar

Muchos de los productos de los que disponemos en nuestro hogar tienen dobles usos, a veces hasta más. Tal vez, si supiésemos aprovechar cada uno de ellos, no gastaríamos dinero en comprar unos nuevos dedicados específicamente para cualquier tarea doméstica, especialmente la de la limpieza. La pasta de dientes, sin ir más lejos, tiene una composición química que no solo produce que tu sonrisa no se apague o tengas que ir más al dentista; también es una excelente sustancia dirigida a limpiar distintos puntos del hogar.

Como, por ejemplo, limpiar cualquier líquido que se haya derramado en una mesa de porcelana o mármol, como el café. Según la página How Stuff Works, tan solo basta con echar un poco de pasta de dientes en un trapo limpio y frotarlo contra la superficie en la que hemos derramado sin querer café molido, agua o cualquier otro líquido. La mancha debería desaparecer por completo.

La pasta de dientes también funciona muy bien para limpiar los restos de suciedad que se quedan en los grifos de la ducha o del lavabo. Así, es capaz de eliminar todas las manchas de jabón o agua que se quedan adheridos a estas superficies. Por otro lado, si te has quedado sin acetona para quitar el esmalte de tus uñas, has de saber que la pasta de dientes elimina con igual soltura (aunque no tanta eficacia) cualquier resto de pintura para uñas. Eso sí, deberás enjuagarlo bien hasta que desaparezca el esmalte.

Secadores y alisadores de pelo

Otro de los productos que más pueden resentirse después de cada uso es el de los secadores, rizadores y alisadores de cabello. Estos acaban cogiendo polvo como cualquier otro, sumado a que retienen una gran parte de la suciedad que se encuentra presente en nuestro pelo. Para limpiarlos, embadurna un poco de pasta de dientes en un paño y frota sobre su superficie (siempre que esté fría, por supuesto). Una vez hecho esto, pasa un paño húmedo con agua para aclarar el producto. De esta forma, instrumentos para el cabello quedarán como nuevos.

Un aroma fresco y limpio

Uno de los ingredientes básicos de la pasta de dientes es el bicarbonato de sodio, que además de usarse típicamente para luchar contra los ardores estomacales, también funciona de maravilla a la hora de eliminar los malos olores de estancias y cubículos. Si, por ejemplo, tu frigorífico huele mal, puede ser una buena opción esparcir pasta de dientes por la zona de la que crees que proviene la pestilencia. Para este fin, también viene muy bien partir un limón.

Y hasta para limpiar un piano

Del mismo modo, la pasta de dientes también puede funcionar como relleno en los típicos agujeros o grietas que encontramos en nuestras paredes del hogar. Puedes usarlo junto con un algodón y, una vez esperado a que se seque, pintar la zona según el color que tenga la pared para que no se note. Si tienes un piano en casa desde hace unos años, seguramente hayas notado que la superficie de sus teclas acaba adquiriendo un color amarillento. Estas piezas hechas de marfil o plástico rejuvenecen en seguida con tan solo un poco de pasta de dientes y agua. Si todavía siguen algo amarillentos, unta un poco de leche en un trapo, ya que el ácido láctico ayuda a eliminar las manchas.