Cítrico, ácido e higiénico: por qué el limón es el mejor producto de limpieza natural

El limón aporta un toque de sabor intenso a nuestros platos. ¿Qué sería de un buen pescado al horno sin unas gotitas de este jugo cítrico? Pero su aprovechamiento no solo se reduce a lo gastronómico, también a la hora de desempeñarnos con la limpieza del hogar. La razón, principalmente, es su olor agradable (si no es en exceso, claro) y el brillo que aporta a las superficies en las que se impregna, como si fuera un barniz natural.

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Noelia Conrado

A fin de cuentas, usar el limón como producto de limpieza no es una práctica desconocida o relativamente nueva. Llevamos varias décadas usándolo para eliminar los rastros de grasa y suciedad, al igual que otros líquidos que también degustamos como el vinagre. Su eficacia de cara a mantener la higiene del hogar aumenta cuando lo alternamos con bicarbonato. Esta fruta cítrica de color amarillo tiene excelentes propiedades desengrasantes, desinfectantes y blanqueantes que veremos a continuación con una serie de ejemplos.

La tabla de madera de cortar

Seguramente te hayas lamentado de lo difícil que es eliminar los rastros de suciedad que dejan ciertas hortalizas (como el tomate) cuando las cortamos en la tabla de madera. Por más que te afanes en pasar el estropajo con el producto de limpieza, el colorante natural de estos productos no se elimina de su superficie. Afortunadamente, si pasas medio limón con un poco de sal, quedará reluciente de forma rápida.

Para blanquear la ropa, exprime dos limones y mezcla el zumo con un litro de agua y tres cucharadas de sal fina. Luego, enjuaga la ropa

"Todo lo que tienes que hacer es frotar la superficie con el limón, apretando para liberar el jugo", asegura Lynsey Crombie, influencer de la limpieza, en un artículo reciente de la revista de cuidado del hogar Homes & Gardens. "Déjalo reposar quince minutos para que el limón y la sal actúen y, a continuación, lávala con agua tibia y un estropajo o un paño limpio".

Un frigorífico con buen olor

Si has empezado a notar un olor agrio y desagradable al abrir el frigorífico, pero no tienes mucha idea de a qué se debe (ya que están los envases cerrados y no hay comida caducada), tan solo has de partir un limón por la mitad para que llene electrodoméstico de un olor fresco y de lo más agradable. Tan solo basta con dejarlo treinta minutos al fresco.

El microondas

Vale, puede que hasta ahora hayas estado limpiándolo con una simple bayeta y jabón, el mismo método que usas para las encimeras. Pero seguro que si pruebas a calentar una rodaja de limón al baño maría y mojas el trapo en el líquido, notarás una limpieza mucho a más a fondo y una fragancia suave en el interior. Del mismo modo, aplica esta técnica en otros electrodomésticos, como el lavavajillas.

Para blanquear la ropa

El limón no solo sirve para limpiar las partes más visibles de la casa y sus respectivos muebles. También ejerce un gran papel de cara a mantener la ropa blanca tan reluciente como el primer día. Tan solo debes exprimir dos limones y mezclarlos con un litro de agua y tres cucharadas de sal fina. Al cabo de un rato, sumerge la prenda que quieras blanquear en el barreño y déjala, al menos durante una hora que repose. Cuando haya pasado este tiempo, métela en la lavadora como haces siempre: seguro que el resultado te sorprende.

Limpiar la cortina de la ducha

Uno de los elementos que más tienden a malograr su aspecto es la cortina de la ducha, debido a la humedad. Aunque no reparemos mucho en esta cortina, pues cumple la útil función de hacer que el suelo del baño no se encharque cada vez que nos duchamos, conviene que esté limpia para evitar que crezca el moho. Además, realzará los colores de la cortina.

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El Confidencial

El proceso es parecido al del blanqueamiento de la ropa: mezcla el zumo de cinco limones en un litro de agua caliente y después sumerge la cortina en esta mezcla durante 20 minutos para luego lavarla como haces habitualmente. Si hay moho, aplica y frota el limón sobre el tejido. Luego, deja que repose durante media hora y sigue frotando con un cepillo. Ya, al final, enjuágala con agua. Seguro que después de todo este proceso luce un aspecto totalmente distinto.

Grifos resplandecientes

Contra el desgaste natural del agua, cargada de cal, nada mejor que exprimir un buen jugo de limón y mezclarlo con agua. La mezcla también servirá para repasar la superficie de la alcachofa de la ducha y demás enseres en continuo contacto con el agua, en donde tiende a formarse capas de cal. El truco está en esperar diez minutos o así para enjuagar con agua tras repasar las superficies con el jugo de limón.