El truco definitivo para guardar los 'tuppers' en la cocina y que ocupen menos espacio

Sabemos cómo guardar los platos, cómo apilar los vasos y que las copas se guardan del revés. Incluso compramos cachivaches para ordenar nuestros botes de especias, tener los cubiertos bien clasificados, colgar los cuchillos con ese imán tan “apañao” de la pared y colocar las sartenes en buena posición.

Pero, el cajón de las fiambreras es una pesadilla viviente. Está lleno de recipientes de plástico, con color amarillento y olores sospechosos, tapérs de cristal sin tapa y mezclados, botes reciclados de aquella ensaladilla rusa de hace cuatro años… Es imposible ponerle orden. Y, como se trate de un armario, es matemática pura abrir sus puertas y que un “tupper” se nos caiga encima.

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Y, en España, todos tenemos fiambreras de sobra. Es algo que va en nuestro ADN y que forma parte de nuestra cultura. Lo primero que hay que hacer a la hora de ordenar nuestro cajón o armario de “tuppers” es clasificarlos. Separa los que están en buen estado y tienen tapa de los que están deteriorados o no tienen tapadera. Incluso puede que encuentres tapas sin su recipiente. Aquellos que ya no se puedan usar, títulos a la basura o reutilízalos para guardar otras cosas que no sean alimentos, como macetas, por ejemplo.

¿Abiertos o cerrados?

Lo segundo que hay que hacer es limpiar bien las fiambreras. No vale guardarlas con manchas rojas de tomate o grasa de las últimas croquetas. Si no, los “tupper” comienzan a coger ese olorcillo a rancio que, acompañado del desorden, pueden sacarnos de quicio. Aquí viene uno de los dilemas más grandes de nuestra historia: ¿las fiambreras se guardan abiertas o cerradas? La respuesta es bastante lógica, hay que guardarlas abiertas para que siempre ventilen bien y para ahorrar espacio.

No son pocos los internautas que comparten sus trucos en las redes sociales para tener en orden el cajón de las fiambreras. Y todos coinciden en lo mismo. Los “tupper” se guardan sin tapa y los más pequeños dentro de los más grandes. De esta manera, se gana un espacio enorme tanto en cajones como en armarios.

Las tapas se pueden apilar unas sobre otras o se pueden colocar de una en una en un soporte como el que se usa para los platos. Una vez hecho esto, puede que veas que te sobra incluso espacio en tus armarios. En ese momento, es buena idea colocar una balda extra para aprovechar el espacio libre que queda hacia arriba y tener los armarios más ordenados para, por qué no, guardar más “tupper”.