Qué hacer si ya no aguantas más tu trabajo y entre tus propósitos de año nuevo figura dejarlo

Muchas personas en España se han propuesto como propósito número uno del año que comienza conseguir el puesto de trabajo al que llevan ya un tiempo postulándose. Pero muchas otras también desean lo contrario: dejar para siempre el empleo en el que están al sentirse estancados, quemados o simplemente desilusionados. Las cosas a veces no funcionan como uno querría, y en ocasiones surge el arrepentimiento de haberse decantado por una opción profesional que se supone que era preferente y ahora, de repente, odias.

Los nervios, la incertidumbre y la prisa no son buenas consejeras en esta clase de situaciones, sobre todo si no tienes un plan B o no hay otra alternativa laboral a la vista. Muchas veces podemos tomar decisiones incorrectas basadas en nuestros impulsos, y dejar el trabajo sin tener como mínimo un colchón económico con el que poder subsistir es una idea de lo más disparatada.

¿Cómo estar realmente seguro de que necesitas un cambio laboral y saber hacia dónde quieres empezar a dirigir tu nueva carrera? En primer lugar, como indica Ashley Rudolph en un artículo recientemente publicado en The New York Post sobre el tema, debes prestar especial atención a cualquier señal de tu mente que implique malestar, lo que se traduce en síntomas de ansiedad, especialmente cuando no te encuentras en tu jornada laboral o estás a punto de comenzarla.

"Algunas personas creen que deberían esforzarse más, pero si cada tarea resulta un conflicto para ti, puede ser una señal de que debes dejarlo"

"Es hora de cortar lazos cuando experimentas agotamiento físico y mental antes de comenzar tu jornada laboral", sostiene Rudolph. Como decíamos, la situación se hace especialmente preocupante cuando estas sensaciones aparecen cuando no te encuentras trabajando, es decir, en tu vida personal y privada. Entonces, al no sentirte bien fuera de tu horario laboral, tiendes a recortar tiempo en esas cosas que antes te gustaban y tranquilizaban, dando por hecho que el problema es general y no particular.

Razones para dejarlo

Por otro lado, los resultados de tus tareas, tanto laborales como personales, no son los deseados. Crees que hay un problema contigo, cuando en realidad el conflicto que tienes parte de tu descontento laboral. "Algunas personas creen que deberían esforzarse más, pero si cada tarea resulta un conflicto para ti, puede ser una señal de que debes dejarlo", sostiene la experta. Esto parte de la premisa de que "el trabajo debe ser gratificante, no una lucha diaria".

"Buscar trabajo no implica marcharte sin más, también prepararte para decidir qué es lo que es importante y correcto para ti"

También puede la causa por la que has empezado a odiar el trabajo radique en las malas prácticas o actitudes de un jefe que no te valora e incluso desprecia. "Un buen jefe tiene un gran impacto en tu satisfacción laboral", asume Rudolph. Y la señal más clara de que debes afrontar un cambio de trabajo es si cada vez que hablas de ello te enojas o lo describes de una manera muy negativa. "Aunque no lo hayas aceptado todavía, la forma en la que hablas de tu empleo te demuestra que es hora de dejarlo", recalca por su parte Megan Leasher, coach ejecutiva.

¿Qué hacer?

A la hora de dar el salto y abandonar esa rutina laboral que tanto desgaste nos ha producido, lo primero y mejor que puedes hacer es comentar tus opciones con otra persona de confianza que no esté en la empresa. Puede ser tu pareja, algún amigo íntimo o un familiar. Evidentemente, es muy posible que ya lo sepan y se hayan comido tus quejas y lamentos muchas tardes. Pero lo importante es que les comuniques tus intenciones para que las escuchen, validen y, en la medida de lo posible o el mejor de los casos, te presten ayuda. Seguramente algún amigo o conocido te pueda recomendar.

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"Puede que te lleve un tiempo encontrar algo nuevo a lo que dedicarte, pero poco a poco puedes evaluar si las cosas están mejorando en tu trabajo actual", sostiene Leasher. "Buscar trabajo no implica marcharte sin más, también prepararte para decidir qué es lo que es importante y correcto para ti". A veces las cosas cambian muy rápido en los entornos y climas laborales, por lo que no hay que desesperarse intentando buscar una alternativa con premura. Sin embargo, si todo sigue igual no conviene dilatar más el sufrimiento. La mayoría aguanta demasiado, con todo el riesgo que eso conlleva para tu salud mental.