La italiana Garisenda se está cayendo: edificios inclinados más allá de la Torre de Pisa

Si pensamos en un edificio ladeado, en una torre inclinada, probablemente la primera que se nos venga a la cabeza sea la de Pisa. Si has viajado a esta ciudad italiana y has visitado su torre, puede que incluso tengas en la galería de tu teléfono móvil o en un álbum una fotografía en la que simulas que la sujetas para que no se te caiga encima. Sin embargo, no es esta la torre italiana que está actualmente en riesgo de derrumbe.

La que se está cayendo se encuentra en Bolonia y es una de las pocas torres que resisten en la ciudad desde la Edad Media (fue construida en el año 1109). Es la Garisenda y está viviendo uno de sus momentos más críticos, ya que, tras nueve siglos de historia, corre peligro.

Esta torre, que tiene una hermana, la Asinelli, está enferma y lleva décadas inclinándose por el frágil material de la base (selenita) que se ha ido deteriorando. Es más, el último cálculo asegura que tiene una inclinación de tres metros y medio; y los arquitectos están pensando cómo aligerarla de peso, para ello, valoran incluso quitarle un trozo.

Ha sido el último informe de los técnicos el que ha dado la voz de alarma al cambiar el sentido de la inclinación de la torre y el ayuntamiento de Bolonia ha decidido acordonar la zona, reforzar la base, vigilarla y entregar a los vecinos un plan de evacuación.

Al igual que sucede con la Torre de Pisa, la idea original de los arquitectos al construir la torre de Garisenda no era que estuviera inclinada

Al igual que sucede con la Torre de Pisa, la idea original de los arquitectos al construir la torre de Garisenda no era que estuviera inclinada, ni mucho menos. Es más, esto es algo que se ha repetido una y otra vez a lo largo de la historia, puesto que son muchos los edificios que se han terminado inclinando (sin derrumbarse) alrededor del mundo.

La Torre de Pisa

La Torre de Pisa es, sin ninguna duda, el edificio inclinado más famoso del mundo. Esta torre tiene ya 850 años de historia y sigue en pie, a pesar del suelo arenoso e inestable sobre el que está construida. Fue durante su construcción, en el año 1173, cuando la estructura de la torre del campanario de la catedral empezó a ladearse.

En los últimos 30 años, se ha trabajado mucho en la conservación de la torre y para ello, en 1990, decidieron crear, en la base de la torre, 361 agujeros de 40 metros de profundidad y rellenarlos con hormigón (90 toneladas en total) para afianzar la construcción. Además, entre 1999 y 2001, se retiró tierra del lado menos hundido para que la torre compensase su inclinación. Por si fuera poco, colocaron también anclajes de acero para que la torre se mantenga inclinada, al menos, durante 300 años más.

Sin embargo, todos estos trabajos de mantenimiento de la torre tienen como objetivo que no se derrumbe, nunca enderezarla, ya que es uno de sus principales atractivos, aseguró el arqueólogo e historiador italiano Salvatore Settis, presidente de su Comité de Vigilancia.

La capilla de Suurhusen

La capilla de Suurhusen se encuentra en un pequeño pueblo alemán ubicado al norte de Emden en Frisia oriental. Lo que está torcido, concretamente, es el campanario de esta capilla que fue construido en el año 1450.

En este caso, al igual que ha sucedido con muchos otros edificios, el campanario no se construyó ladeado (ni mucho menos), esto es algo que ha ocurrido con el paso de los años por culpa del drenaje del terreno. En la actualidad, la torre del campanario tiene una inclinación mayor a la de la de Pisa, concretamente de 5,07 grados.

La Pagoda de la Colina del Tigre

La Pagoda de la Colina del Tigre, también conocida como la Pagoda de Yunyan o la torre inclinada de China, se encuentra en la parte más alta de la Colina del Tigre en la ciudad de Suzhou, en la provincia de Jiangsu. Esta torre es muy longeva, ya que se empezó a construir en el año 907 d.C., durante el último periodo de las Cinco Dinastías, y se completó en 961 d.C., durante la Dinastía Song.

Sin embargo, sus pisos superiores se crearon años más tarde, durante el reinado del emperador Chongzhen (1628-1644), el último de la Dinastía Ming. En la actualidad, alcanza los 47 metros de altura y está compuesta por siete pisos.

Esta torre tampoco se construyó para que estuviese inclinada, es algo que ha pasado a lo largo de los años y en la actualidad, la parte superior de edificio difiere unos 2,32 metros de la inferior. Además, la estructura es tan pesada, 7000 toneladas, que se sostiene gracias a unas columnas de ladrillo internas.

En cuanto al motivo de su inclinación, se debe a que una parte de la base es tierra, mientras que la otra es piedra. Durante el año 1957, se llevó a cabo un plan para estabilizar el edificio, evitar que se derrumbase, y se introdujo hormigón en la tierra para hacer una base más sólida.

El faro de Puerto Morelos

A diferencia de en los casos anteriores, el culpable de la inclinación del faro de Puerto Morelos, en la Riviera Maya, en el estado de Quintana Roo, en México, fue el huracán Beulah en el mes de septiembre de 1967. Este huracán arrasó con parte del pueblo pesquero y dobló el faro, ya que afectó a sus cimientos. Desde entonces, este está inclinado.

A día de hoy, este faro ya no se utiliza, se construyó otro más alto y moderno, pero sigue en pie (aunque muy torcido) como emblema y símbolo de la ciudad.

Las casas inclinadas de Ámsterdam

Algo que llama mucho la atención cuando paseas por algunas calles del centro de Ámsterdam son sus casas inclinadas. En este caso, estos edificios sí que están construidos de esta manera a propósito y su inclinación es siempre hacia el frente.

El precio del suelo de Ámsterdam es muy elevado y es por eso que las casas son muy estrechas y alargadas. Además, muchas de las más antiguas carecen de ascensor; por tanto, los arquitectos tuvieron que idear un eficaz mecanismo para subir grandes objetos o muebles. Este consiste en un sistema de poleas que se puede llevar a cabro gracias a que, en la parte superior, muchas casas tienen colocados una especie de gancho.

Para facilitar la subida de los objetos pesados, y que estos no rocen con las fachadas, las casas se construyeron con esta inclinación hacia delante, dando un aspecto de inestabilidad a este tipo de edificios.