Una colombiana visita a su familia política en Francia y se encuentra un invento inesperado en el baño

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Erika es una colombiana que reside en Francia desde hace un tiempo con su marido y su hijo. La joven mamá emplea su perfil de TikTok para compartir, a sus más de 1,4 millones de seguidores, pequeños vídeos donde cuenta sus vivencias, anécdotas, las cosas que más le sorprenden de la cultura del país y alguna que otra metedura de pata.

En uno de sus últimos vídeos, que acumula más de 29.000 “me gusta”, Erika explica que hacía unos días, fue con su esposo a conocer a “todos sus primos del lado paterno”. Ella confiesa que estaba “nerviosita”, porque, como sus seguidores saben, “eventualmente puedo cagarla, es la especialidad de la casa”, dijo bromeando. Erika ha metido la pata varias veces desde que está en Francia, pero ha sabido salir airosa de las situaciones más incómodas. Lo que no se esperaba era lo que iba a descubrir al llegar a casa de su familia política.

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El Confidencial

La joven explica que, al terminar de comer con los familiares de su marido, a ella le entraron “ganas de ir al baño”. Es algo habitual que ocurra tras una comida, y Erika se dirigió al cuarto de baño. Como admite ante la cámara, a ella le gusta “escanear todo lo que hay en el baño mientras hace sus necesidades”. Es decir, cotillear. Y en su inspección encontró una caja extraña.

¿Qué habrá en la caja?

“Algo que me llamó la atención. ¿Sabes? Una cajita de madera bastante grande”, comienza a explicar. “No se parecía nada de lo que yo hubiese visto antes. Esa cajita de madera adentro tenía un garrafón y dentro del garrafón había un líquido”, describe Erika con todo detalle. Esta caja estaba situada en el habitáculo separado que los baños en Francia tienen para el inodoro.

Sin embargo, al salir del habitáculo e ir a lavarse las manos, encontró otra caja similar al lado del lavabo. Esta cajita tenía “otro garrafón de plástico transparente con otro líquido”, explica Erika, que estaba intrigada por saber qué era. Al salir del cuarto de baño, la tiktoker explica que, “ni corta ni perezosa” se digirió “al dueño de la casa”, y le preguntó si ellos “almacenaban gasolina en el baño”.

Sin embargo, con toda seriedad, el familiar le respondió que no era gasolina, que era “un baño seco”. Erika cuenta a sus seguidores que ella había manoseado los tarros para intentar dilucidar de qué se trataba, y resulta que había estado manipulando “la orina de otras personas”, y lo que tenía entre manos era “un baño seco, pues este primo es ecologista”.

Los baños secos son un sistema ecológico que recoge las heces y la orina y las separa sin necesidad de agua. Posteriormente, los desechos, mezclados con una especie de arena o serrín, se emplean como abono orgánico o fertilizante. “La curiosidad mató a Erika”, comentan sus seguidores entre risas, aunque muchos admiten que no conocían la existencia de los baños secos.