Por qué nunca deberías dejar los platos en el fregadero durante horas

Si hay algo que da absoluta pereza en el amplio abanico de las tareas domésticas, eso es lavar los platos. Especialmente cuando has tenido un día duro. Es muy fácil que aparezca la frase "bueno, ya los fregaré" en tu cabeza al ver ese montón de cubiertos, cazuelas y platos hondos y llanos, pero lo cierto es que si no los limpias pronto, puedes exponer a tu salud a varios riesgos.

Otra de las ideas más extendidas es pensar que dejarles en remojo ayudará a que más tarde se limpien mejor o los restos de comida se despeguen por ciencia infusa de la superficie de nuestros platos. Seguramente sepas que el mejor aliado contra los gérmenes y microbios es la humedad; por tanto, cuanto más tiempo los dejes en el fregadero, aunque estén llenos de agua, más fácilmente crecerán los microorganismos perjudiciales para la salud sobre ellos.

Además, tal y como reconoce un artículo publicado en la revista Mental Floss, las bacterias crecerán antes si los platos están en remojo de agua caliente. Esta viene muy bien para fregar y limpiarlos, más que el agua fría; pero si solo inundas el fregadero de agua caliente, la maniobra de limpieza será contraproducente. La 'sopa' de gérmenes (nunca mejor dicho) es de lo más variada: desde bacterias como la E. Coli hasta la Salmonella aparecerán en tus cuchillos y tenedores como no te apresures a pasar el estropajo en una cuestión de horas.

Una sopa de bacterias

De igual modo, estas bacterias pueden crecer en frutas, verduras y lácteos si están más o menos próximos, y también en las tuberías del fregadero. Al fin y al cabo, los lavabos y el entramado de tuberías son ambientes húmedos llenos de nutrientes al estar continuamente pasando comida a través de ellos. O lo que es lo mismo: son una gran fuente de microbios.

Los más guarros son los millennials: un 52% de ellos cree que no pasa nada si los dejas sin fregar más de un día entero

El mayor riesgo aparece cuando dejamos los platos toda la noche en el fregadero, un error en el que es muy común caer debido a la pereza que da lavarlos antes de acostarnos. Por otro lado, también tienes que poner a punto cada poco tiempo tus estropajos y bayetas, ya que su función es precisamente retener en su superficie e interior toda esa suciedad impregnada en la vajilla. Repón este material por lo menos una vez cada dos semanas.

Un estudio realizado en 2020 sobre los hábitos de 2.000 ciudadanos estadounidenses halló que hay una brecha generacional en lo que a lavar los platos se refiere. El 49% de los que pertenecen a la generación Z, es decir, los centennials (nacidos entre 1997 y 2010) piensan que no pasa nada por dejar los platos en el fregadero entre uno y cuatro días. Más guarros son los millennials (nacidos a principios de los 80 hasta finales de los 90), con un 52%. Los de la generación X (1965-1980) y los baby boomers (1943-1960) creen que dejarlos más de un día en el fregadero ya es pasarse, con un 66% y un 72% respectivamente.