"Hay que prestar más atención": la advertencia que recibieron unos camareros después de un 'simpa'

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Al perfil de X, antes Twitter, de Soy Camarero, llegan cada día decenas de ejemplos que confirman la precariedad del sector de la hostelería para los camareros. Contratos de media jornada donde se trabaja a jornada completa, ofertas de empleo de lunes a domingo sin días de descanso o casos de camareros que están viendo cómo las propinas del bote se usan para pagar facturas pendientes.

Este es el caso que ha denunciado recientemente Soy Camarero. “Hacer un simpa es hacer daño a la empresa y, en muchos casos, como vemos, a los mismos trabajadores”, es la dura afirmación que encabeza la publicación, a la que se adjunta una captura de pantalla. En esa captura de pantalla, perteneciente a un chat con el supuesto encargado, se puede ver la fotografía de un ticket y un mensaje muy desolador: los trabajadores deben pagar ese ticket.

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Soy Camarero ha hecho una reflexión doble con su apreciación, y es que hacer un simpa, que es marcharse de un local sin pagar la consumición, perjudica al final al más inocente. Si tenemos que hablar de culpa, encontramos que el cliente que no paga es culpable de fomentar esta mala práctica, pero que el hostelero que obliga a sus trabajadores a hacerse cargo de las mesas sin cobrar es el más culpable de todos.

Propinas perdidas

En la fotografía que acompaña a la publicación se ve un ticket del 19 de octubre de 2023 por valor de 22 euros, en el que se listan dos consumiciones de 12 y 10 euros respectivamente. Estas fueron las bebidas que se quedaron pendientes de pagar, tal y como explica el mensaje del encargado. “Chicos, esta mesa está abierta, se paga con el bote”, informa el hostelero a sus trabajadores, sin dar opción a discusión alguna.

“Ayer faltaron 27 euros y también se han sacado del bote”, continúa el mensaje, dando a entender que es una práctica común el extraer propinas del bote para cubrir cuentas sin pagar o descuadres de caja. “Hay que prestar más atención”, apunta el encargado, que procede a explicar que, “la siguiente vez [que ocurra], la mesa la paga el responsable de la zona de la mesa abierta”, con tono de amenaza.

“Para que después no pregunten por qué el bote no sube de 60 euros”, finaliza su mensaje, del que se puede deducir que se acusa a los propios trabajadores de tener la culpa de que casi todas las propinas desaparezcan. “Esto no puede ser legal”, comentan algunos usuarios de la red social. Otros, explican que, en otros sectores, como el de los supermercados o tiendas de ropa, los robos de productos también acaban por pagarlos los trabajadores, a precio de venta al público, otra injusticia inexplicable en la que el que nunca pierde es el empresario.