¿No te entran las matemáticas? Se aprenden mejor antes de dormir

Las matemáticas suelen ser una de las materias o asignaturas más peliagudas para muchos a lo largo de su etapa de formación educativa. A menudo, parece que entender un problema, una ecuación o una fórmula se nos escapa, lo cual ya nos deja fuera, por ejemplo, de aprobar un examen.

Si no dejas de hacer una y otra vez las mismas cuentas, de buscar otros caminos en ellas, de intentar llegar a la solución, y la solución nunca aparece, quizás sea porque no estás practicando a la hora adecuada.

TE PUEDE INTERESAR

Esta profesora de matemáticas se reencuentra con una alumna y la pone a prueba, ¿se acordará de algo?

ACyV

Resulta que estudiar matemáticas es una tarea que encaja mejor a ciertas horas del día o, mejor dicho, de la noche. Concretamente, un nuevo estudio pone en valor que lo mejor es hacerlo antes de acostarse. Pero, ¿por qué? Pues porque es el momento exacto en que hacerlo conducirá a una mejor retención de lo aprendido.

El aprendizaje nocturno

Así lo ha revelado un grupo de investigadores del Reino Unido. Los hallazgos de su investigación, dirigida por Jayne Spiller, profesora del departamento de Neurociencia, Psicología y Comportamiento de la Universidad de Leicester, se han publicado recientemente en la revista Royal Society Open Science. Esto es lo que señalan:

"Aprender problemas complejos de multiplicación (por ejemplo, 8 × 23 = 184) antes de dormir beneficiaría la memoria en los participantes adultos en comparación con aprender los problemas antes de un período de vigilia", según afirman los autores. Un planteamiento que sale a relucir tras analizar a un grupo de 77 participantes seleccionados al azar.

Todos ellos completaron una sesión de aprendizaje nocturna, y tras ella se fueron a dormir. Después de este sueño, fueron sometidos a una prueba de memoria para ver cuánto recordaban. Aproximadamente, 10,5 horas separaron la sesión de aprendizaje y la prueba.

El beneficio del sueño en la retención de la memoria es paralelo, pero ligeramente menor, al efecto ya identificado en la evocación de palabras

Al final, sus puntuaciones mostraron una mejora siguiendo este método, es decir, realizando el ejercicio de aprendizaje antes de dormir. Los autores reconocen de esta forma que el beneficio del sueño en la retención de la memoria es paralelo, pero ligeramente menor, al efecto ya identificado en la evocación de palabras.

Lo cierto es que aunque es un estudio novedoso en cuanto a lo que plantea, se suma al creciente campo que está buscando y demostrando la evidencia de los beneficios del sueño sobre la memoria y el aprendizaje.