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Cómo limpiar y dejar como nueva la mochila de tu hijo para esta vuelta al cole
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Cómo limpiar y dejar como nueva la mochila de tu hijo para esta vuelta al cole

A nadie le ilusiona el gasto que supone la vuelta a la rutina, pero hay una forma entretenida de ahorrar unos euros: alargar su vida customizándola

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Septiembre abre la puerta del cole de nuevo. La ilusión o el disgusto de muchos pequeños, también para padres y madres. Lo que a nadie le ilusiona, en cualquier caso, es el gasto que supone retomar la rutina, más aún después del gasto que ha supuesto también durante el verano tratar de descansar de ella. Ajustar es, probablemente, el verbo más repetido estas semanas. Toda ajustar presupuesto: ropa nueva, zapatos nuevos, lápices, cuadernos, libros, una mochila…

La vuelta a clase supone en este sentido todo un negocio para el que los escaparates se preparan, incluso, con meses de antelación. Cuántas veces paseando a comienzos de verano te habrás topado con uno de estos donde parece obviarse el calor, el tiempo y, al fin y al cabo, el propio derecho al descanso de peques y mayores.

Foto: Esta mujer no da crédito a la lista de material escolar de su hija: "¿una tablet?" (TikTok/@omayracazorla0)

A menudo, ese negocio resulta una suerte de compinche a la hora de convencer a tus hijos de que volver a los deberes y los exámenes tampoco es tan malo si eso incluye hacerlo de estreno. No solo un nuevo curso, sino también nuevos accesorios de todo tipo y la posibilidad de que ellos los elijan. El poder les evade de sus preocupaciones, pero a ti nadie te quita la angustia de un monedero vaciándose sin parar. ¿Qué hacer para evitarlo? Cambiar esas lógicas es el primer paso.

Lo primero es lo primero

Si bien hay complementos sujetos a cambio, como las libretas (que no solo se agotan cada septiembre, sino cada pocas semanas) otros pueden tener una vida mucho más larga. Si el problema es cómo convencer a los pequeños entonces, quizás esta sea la mejor de las oportunidades para un aprendizaje fuera del aula: por qué desechar a la ligera cuando se puede, por ejemplo, customizar esa mochila que tanto les ha acompañado.

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Aprovechar de un año para otro este accesorio imprescindible supone unos euros de ahorro considerable, pero si no sabes cómo hacerlo para que la idea convenza presta atención. Por supuesto, lo primero es dejarla como el día en que la compraste.

Existen dos formas para que una mochila quede como nueva. Por un lado, lavarla en lavadora. Para este caso, revisa la etiqueta para saber cuál es el programa recomendado. Además, introdúcela dentro de un saco o rejilla para prevenir que las cintas o correas se enreden o que el tejido se dañe.

Mil formas de decorarla

Por otro lado, está la opción de lavarla a mano. Este es el mejor método si la mochila tiene detalles delicados como adhesivos o pegatinas. Sumérgela en un recipiente con agua tibia y detergente suave. Si tiene manchas persistentes, puedes agregar unas gotas de quitamanchas. Déjala dentro de la mezcla durante una hora. Pasado ese tiempo, sácala y utiliza un cepillo suave o un trapo de microfibra para frotar las áreas más afectadas antes de enjuagarla con agua fría.

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Una vez lavada, déjala secar al aire libre con las cremalleras abiertas. Si la encuentras demasiado empapada, puedes enrollarla previamente en una toalla antes de colgarla para que esta absorba el exceso de agua.

El siguiente paso es mucho más divertido y será la clave para desmontar esa mentalidad que hace de la ilusión una forma de consumo rápido. Y es que hacer que parezca no solo nueva, sino otra, es todo un juego. Puedes, por ejemplo, utilizar témperas textiles para que tu hijo explaye su creatividad en ella, pero si se trata de no gastar, seguro que basta con buscar por casa: lazos, pines, parches o, por supuesto, aguja e hilo para que bordes en ella su nombre o su animal favorito.

Septiembre abre la puerta del cole de nuevo. La ilusión o el disgusto de muchos pequeños, también para padres y madres. Lo que a nadie le ilusiona, en cualquier caso, es el gasto que supone retomar la rutina, más aún después del gasto que ha supuesto también durante el verano tratar de descansar de ella. Ajustar es, probablemente, el verbo más repetido estas semanas. Toda ajustar presupuesto: ropa nueva, zapatos nuevos, lápices, cuadernos, libros, una mochila…

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