¿Qué es un manul? El gato más gordito del mundo

Más de uno creerá que se trata de una tomadura de pelo, otros que es un caso único de un gato doméstico que comió demasiado, pero el manul o gato de Pallas nos demuestra que hay muchas más razas y formas de animales de las que pensamos, incluso de aquellos animales que decimos conocer porque el manul o gato de Pallas es eso, un gato, pero con unas particularidades que van mucho más allá de su aspecto rechoncho.

Es lo primero que llama la atención sobre ellos, por supuesto: un tamaño que les hace parecer, como poco, dos gatos en uno, con tanto pelo que querrás hundirte en él acariciándolo, pero no es tan fácil, aunque cada vez protagonice más memes y videos virales.

TE PUEDE INTERESAR

No, los tigres no son felinos: National Geographic explica tu confusión

María del Pilar Díaz

Procedentes de Asia central, se encuentran en poblaciones dispersas desde el oeste de Irán hasta el oeste de China, sobre todo por zonas con ambientes fríos y áridos como las estepas rocosas y los pastizales, a alturas de más de 5.000 metros. Por si fuera poco, muchas de estas poblaciones están hoy en peligro de extinción, como explican desde la Sociedad Internacional para Gatos en Peligro (ISEC).

Su tamaño es una ilusión

Como parte del intento que organizaciones como esta y grupos investigadores están llevando a cabo para que este lindo gatito prolifere, recientemente se creó su propia reserva de vida silvestre en las montañas de Altai en Asia, pero lo cierto es que la propia investigación sobre su historia sigue siendo escasa.

Sabemos, por ejemplo, que proviene de la familia del gato montés, y sabemos también que su cara aplanada y redonda provocarán ternura en cualquiera, pero quizás también pavor por sus dimensiones. Debes saber en este sentido que otra cosa que sabemos sobre él es que engaña: no es tan grande como parece.

Se trata de una ilusión creada por la enorme cantidad de pelo que poseen. Como una pelusa bajo la que se encuentra su masa muscular: en realidad, más o menos la misma que la de los gatos domésticos, es decir, tienen un largo corporal que de media puede alcanzar algo más de 60 centímetros, aunque algunos llegan a los 90 (con una cola de entre 20 y 30 centímetros) y una altura de entre 30 y 35 centímetros. En cuanto a su peso, se sitúa en unos 4 o 5 kilos.

Lo suyo es el frío

Eso sí, su pelaje es casi el doble de largo que el de un gato doméstico. Como ya estarás imaginando, esto ayuda a mantenerlos calientes entre la nieve o en suelo helado de las tierras que frecuentan. Por cierto, precisamente por ello la longitud y la densidad de su pelaje cambian según la estación, y se vuelven más largas y pesadas en el invierno.

No solo eso, ya que los gatos de Pallas también pasan por dos fases principales de color: en invierno, su pelaje es más gris y de color más uniforme, mientras que en verano presenta más rayas y colores ocres en su pelaje. Podemos distinguir en ellos anillos negros en la cola, manchas negras dispersas en la frente y rayas oscuras que van desde los ojos hasta las mejillas.

Según explican desde la Wildlife Magazine de la BBC o desde Wired, su nombre científico, Felis Manul, fue acuñado por Peter Simon Pallas, un explorador y naturalista prusiano que describió por primera vez la especie de forma académica en 1776. Sin embargo, el término gato de Pallas es el que más se usa para referirse a él en internet.

Como explican los expertos, las gatas Pallas tienen camadas de entre uno y seis gatitos, siendo tres o cuatro el número más común, pero lo más curioso es que solo entran en celo de dos a cuatro días al año. Así, el apareamiento tiene lugar entre diciembre y marzo, y los gatitos nacen entre 66 y 75 días después, entre finales de marzo y mayo.

Durante sus vidas, son varios los peligros que encuentran y que les han llevado a la situación crítica en la que se encuentran. Más allá de los depredadores que también habitan las mismas zonas, como águilas y otras rapaces, lobos grises, perros pastores y zorros, los gatos Pallas son cazados por humanos por sus pieles, principalmente en Mongolia, donde la caza es legal (también pueden ser cazados en China si se obtiene una licencia especial). Y no solo eso, ya que otros reciben disparos accidentales cuando se los confunde con marmotas, que se cazan en la mayor parte del área de distribución de este felino.