Un tuitero comparte las curiosas cartas de sus abuelos: inventaron el WhatsApp en los años 70

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Cada generación es diferente, y nuestras maneras de relacionarnos y comunicarnos no son las mismas que las de hace 50 años. Eso se nota cuando tenemos la oportunidad de hablar con nuestros abuelos, por ejemplo, que nos cuentan historias de cuando eran jóvenes y el mundo era de otra manera.

Hablando con sus abuelos y rememorando viejos tiempos, el tuitero Alberto explica en un pequeño hilo en Twitter que se ha dado cuenta de que ellos, cuando “mozeaban”, se comunicaban como lo hacemos ahora en WhatsApp, más o menos. Todo vino a raíz de unas fotografías y cartas que todavía conservaban de cuando eran novios, narran toda una historia.

Francisca y Manuel son la abuela y el abuelo de Alberto, que se casaron en Extremadura y tuvieron dos niñas, una de ellas la madre del tuitero. Antes de casarse, cuando estaban de novios y se cortejaban, a Manuel le tocó marchar a realizar el servicio militar. Durante ese periodo, Francisca le enviaba fotos y cartas a Manuel. Alberto explica que las fotografías venían siempre acompañadas de un mensaje escrito en el reverso, nada picantón o descarado, ya que en esa época los noviazgos estaban muy coartados y ni se podían dar la mano.

Cartas con conversaciones enteras

La pareja de ancianos no conserva todas las cartas que se mandaban en la época, pero hay una que llamó la atención de Alberto y que dio pie a toda esta historia. En la carta que muestra en su perfil de Twitter, sus abuelos ya se habían casado y habían tenido luna niña, su madre.

Alberto explica que sus abuelos “se enviaban muchísimas cartas porque mi abuelo estaba fuera trabajando”. Lo que más llama la atención es el método que tenían a la hora de escribirse. “Para no perder el hilo de la conversación, escribía un poco mi abuelo, y esa misma carta la enviaba a mi abuela”, que respondía unos párrafos más abajo, explica el joven.

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Así, siempre obtenían respuesta de lo que hubiesen escrito, que solía ser contar cómo les había ido el día. Alberto detalla que, como “se enviaban cartas todo el rato, tenían muchas conversaciones abiertas”. Esto es lo más parecido a un WhatsApp de la época, con cartas llenas de conversaciones y fotografías adjuntas en algunas ocasiones.

Tardaban dos días en recibir respuesta

El joven explica que “tardaban como 2 días en recibir las cartas” y que, en contraste, “nosotros nos ponemos nerviosos si tardan en contestar más de 10 minutos”. Además, hace notar que sus abuelos tenían “las mismas faltas ortográficas que se podría tener por WhatsApp”. Solo les faltaban los emojis para que fuese todo un sistema de chat actual en los 70.