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¿A dónde llevaba la primera escalera mecánica? La historia del invento que cambió el mundo
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¿A dónde llevaba la primera escalera mecánica? La historia del invento que cambió el mundo

Si la más larga del momento está en China, la primera registrada se ubicó en EEUU, pero con un uso diferente al que conocemos ahora

Foto: La primera escalera mecánica en Luna Park de Coney Island. (Wikimedia)
La primera escalera mecánica en Luna Park de Coney Island. (Wikimedia)

En la actualidad, las escaleras mecánicas son el medio de transporte masivo más utilizado en España. Solo en nuestro país existen hasta 14.300 de ellas, a las que suben aproximadamente 3.000 millones de usuarios y usuarias al año. Según los datos que maneja la Federación Empresarial Española de Ascensores (FEEDA), cada español las utiliza 126 veces al año o, en otras palabras, coge unas cada 2 días y medio.

Si trasladamos las cifras al plano visual, lo que encontramos es un paisaje urbano conformado por estos dispositivos de transporte mires hacia donde mires. Las hay de todo tipo y de todos los tamaños y, por supuesto, con destinos cotidianos y más de uno curioso. Para encontrar la escalera mecánica más larga del mundo debemos viajar hasta la ciudad de Hong Kong, en China. Allí, una calle destaca de entre todas los cientos de calles que componen este inmenso núcleo humano: la vía tiene la forma que un camino de hasta 20 escaleras individuales conectadas. Se trata, claro, de una calle en pendiente que se puede recorrer de punta a punta sobre escalones guiados por engranajes que hacen el trabajo de caminar por nosotros. Por supuesto, si lo prefieres puedes recorrerla a pie, pero no parece que sea lo habitual. La Central Mid Levels lleva a bordo más de 78.000 personas al día.

Foto: Fuente: Wikipedia

Junto a los ascensores, se han convertido en un imprescindible de nuestro día a día. De hecho, resultan más populares que los primeros. Si bien es cierto que a menudo parecen desvinculadas de nuestro pensamiento (podríamos prescindir de ella en muchos lugares, y no todos confían en su mecanismo), basta con acudir una mañana en hora punta al metro de cualquier ciudad para comprobar que han creado una inercia colectiva: elegirlas a veces no parece ni una opción. Pero no siempre fue así.

En la era de la invención

Si la más larga del momento está en China, la primera registrada se ubicó en Estados Unidos. Transcurría la era de la invención en todo el mundo, es decir, el siglo XIX, y un hombre llamado Jesse W. Reno decidió subirse al carro de las patentes. Bueno, se subió a una escalera. Bueno, hizo a la gente que se subieran a una escalera. No era una escalera cualquiera, Reno había creado lo que llamó "ascensor continuo" o "ascensor inclinado". Era 1892 y el hombre, ingeniero de profesión, tenía planes de construir un metro de dos pisos en la ciudad de Nueva York. Nunca llegó a realizarse, pero en su lugar apareció la protagonista de este artículo.

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Reno llevaba tiempo diseñando con bastante éxito diversos "aparatos", como un vehículo sumergible para salvar naufragios, una versión temprana de lo que ahora conocemos como portaaviones y hasta un sistema ferroviario eléctrico que conectara todo Estados Unidos. De repente, en lugar de un aparato funcional, había dado forma a una atracción. Al menos, así la presentó a la sociedad en el Old Iron Pier, dentro del desaparecido parque de atracciones Luna Park en la isla de Coney Island. Sí, en ese lugar donde las atracciones son una estampa simbólica en sí mismas.

Aquella primera escalera mecánica tenía una inclinación del 25% y solo subía poco más de 2 metros. No obstante, ya incluía los pasamanos de goma que siguen incluyendo hoy y hasta los dientes con forma de cepillo que ves al final de cada lado y donde más de una vez has intentado vagamente limpiarte los zapatos a su paso.

Los primeros pasos

Cuando el acontecimiento tuvo lugar corría ya el año 1896. Durante dos semanas, muchas personas curiosas se acercaron a ver el invento, y las más atrevidas se agolpaban para probar lo que parecía tener forma de un nuevo siglo. Más tarde, se trasladó al puente de Brooklyn en su extremo de Manhattan. En el curso de su operación, transportó hasta 75.000 pasajeros.

placeholder Escaleras mecánicas de la estación de metro de Oxford Circus en 1928. (Wikimedia)
Escaleras mecánicas de la estación de metro de Oxford Circus en 1928. (Wikimedia)

Como suele suceder cuando los movimientos culturales y la innovación tecnológica se cruzan, otro inventor creó simultáneamente una versión diferente de aquella escalera móvil. El "ascensor" de George Wheeler era, de hecho, más similar a la escalera mecánica moderna, así que ya estarás intuyendo que fue la que se afianzó en el mercado. Tanto Reno como Wheeler acabaron vendiendo sus ideas a Otis Elevator Company. Sí, la popular empresa de ascensores (ahora ya sabes que también controlan las escaleras). Aunque fue Charles Seeberger, que había comprado las patentes, quien acuñó el término "escalera mecánica" en el año 1900.

Tras el éxito de la prueba, los grandes almacenes Siegel Cooper de Nueva York fueron los primeros en reconocer el potencial que podían tener las escaleras mecánicas, convirtiéndose en el primer lugar en instalarlas de manera perpetua: un total de cuatro de los ascensores inclinados de Reno en 1896. Por supuesto, desde el momento en que pasaron a manos de Otis, el interés se expandió.

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Foto: Wikimedia.

Una nueva forma de vida

Lo cierto es que la idea de estas escaleras no llegaron a la cabeza de un puñado de hombres por pura casualidad, inteligencia o astucia. Tal vez un poco de la última sí:
Como señala Megan Carpenter en Smithsonian, el desarrollo de la escalera mecánica estuvo indisolublemente conectado con la nueva forma en que la gente vivía y trabajaba. Antes de que se inventara, el comercio y el transporte eran en gran medida unidimensionales. Las escaleras y los ascensores eran para personas comprometidas y decididas, y sus limitaciones restringían la expansión vertical, por encima y por debajo del suelo. Las escaleras requieren paciencia y esfuerzo.

placeholder Dos mujeres trabajan en el interior del mecanismo de unas escaleras mecánicas en Londres en 1942. (Wikimedia)
Dos mujeres trabajan en el interior del mecanismo de unas escaleras mecánicas en Londres en 1942. (Wikimedia)

La arquitectura estaba respondiendo al aumento de la población en las ciudades mediante el desarrollo de rascacielos, grandes almacenes y planificación urbana. De la misma forma, el transporte público se afianzó para facilitar el movimiento a través de tranvías eléctricos, trenes elevados y la promesa de los sistemas subterráneos. Las revoluciones en la imprenta y la fotografía anunciaron una explosión de publicidad y nuevas formas de vender productos.

"Los ascensores tienen una misión única, precisa y estrictamente limitada. La invención de la escalera mecánica lo cambió todo: de repente, un flujo constante de personas podía ascender por los aires, o descender a las profundidades. La escalera mecánica modificó la arquitectura en sí misma, creando transiciones fluidas en espacios arriba y abajo. Ahora bien, en el comercio y el transporte, ni el cielo ni la tierra serían el límite", subraya Carpenter.

En la actualidad, las escaleras mecánicas son el medio de transporte masivo más utilizado en España. Solo en nuestro país existen hasta 14.300 de ellas, a las que suben aproximadamente 3.000 millones de usuarios y usuarias al año. Según los datos que maneja la Federación Empresarial Española de Ascensores (FEEDA), cada español las utiliza 126 veces al año o, en otras palabras, coge unas cada 2 días y medio.

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