El truco del microondas para limpiar los estropajos y acabar con las bacterias que se acumulan

Los estropajos son un elemento cotidiano muy utilizado a diario para fregar platos y otras tareas. Son baratos y se van deteriorando rápidamente con el uso, por lo que lo normal es reemplazarlos cada diez días más o menos. Sin embargo, también es muy buena idea limpiarlos y desinfectarlos cada cierto tiempo, no solo para extender un poco más su vida útil, sino también para asegurarnos de que no se acumulan bacterias en ellos, lo cual podría llegar a provocar una intoxicación alimentaria u otros problemas al entrar en contacto con los cubiertos y platos en los que luego vamos a comer.

Anteriormente, os hemos contado cómo desinfectar los estropajos con lejía, lo cual es un método muy apropiado para eliminar la suciedad y los gérmenes en ellos. Sin embargo, en los estropajos con esponja, que son los que se utilizan en muchos hogares, la lejía puede deteriorarlos, por lo que esta solución no siempre es la mejor.

TE PUEDE INTERESAR

El estropajo es un caldo de cultivo: cómo limpiar correctamente tu cocina

A. Hermida

Por ello, en esta ocasión vamos a profundizar más en el método del microondas, que es menos conocido pero muy efectivo y sencillo. Solo hay que seguir unos pasos muy fáciles, y aprovechar la potencia de este popular electrodoméstico para acabar con las bacterias.

¿Cómo limpiar un estropajo en el microondas?

Lo primero es limpiar un poco a mano el estropajo, principalmente para asegurarnos de que no quedan restos de comida en él. Una vez hecho esto, hay que colocarlo sobre un plato, y meterlo en el microondas. El siguiente paso es ponerlo a calentar durante 3 minutos.

Solo hay que limpiarlo, colocarlo en un plato y meterlo en el microondas 3 minutos

Cuando hayan transcurrido los 3 minutos, hay que tener un poco de cuidado porque el estropajo estará muy caliente y nos podemos quemar, así que es mejor esperar a que se enfríe un poco para tocarlo. Y con eso ya tendríamos el estropajo bien desinfectado, porque las bacterias y gérmenes habrán sido eliminados, ya que no son capaces de sobrevivir a los efectos del microondas. De esta manera, podréis seguir fregando vuestra vajilla sin temor a propagar esos bichitos, lo cual os aportará más tranquilidad en la cocina y también a la hora de sentarse a la mesa a comer.