¿Realmente existe el amor a primera vista?
Aunque ese cóctel que baña el cerebro cuando vemos a nuestro 'crush' puede parecerse mucho al amor, en realidad este es un poco más complejo
Todo el mundo ha sentido en alguna ocasión esa incomparable sensación que es estar enamorado. Los nervios por ver a la persona que es protagonista de tus sueños más inconfesables se mezclan con las esperanzas de que sienta lo mismo, la felicidad de pasar tiempo con ella y, en general, un cóctel de sensaciones que inunda nuestro cerebro demasiado bañado en dopamina y serotonina. Y si encima aquel o aquella a quien hemos puesto en un altar tiene el honor de correspondernos, nos hace las personas más felices del mundo.
Dicen que el amor cuece a fuego lento, y parece difícil enamorarse de alguien a quien no conoces, pese a que las películas románticas suelen mostrárnoslo continuamente. Ya lo conoces: dos personas cruzan la mirada y el tiempo se para. Dante enamorado de Beatriz y otros poetas parecen corroborar esa versión, pero, realmente, ¿existe el amor a primera vista?
Las llamadas 'primeras etapas' del romance podrían confundirse con amor, pues se activan distintas áreas del cerebro que provocan comportamientos adictivos. Sin embargo, algunos investigadores argumentan que el amor a primera vista es solo lujuria y que el amor real llega después, una vez que se ha establecido el vínculo de pareja.
Cuando se trata de amor a primera vista, es más probable que el sentimiento sea de lujuria, un sentimiento que no dura
Pero, ¿qué es el amor? Preguntamos mientras clavamos nuestra pupila en tu pupila azul. Además de la canción de Haddaway, también es el afecto por otro que surge de lazos de parentesco o personales. Según informa 'Live Science', que preguntó a varios expertos, el amor se divide entre lujuria, atracción y apego, que están conectados y se refuerzan mutuamente. Sin embargo, son procesos distintos en el cerebro, "cada uno mediado por sus propios neurotransmisores y circuitos", según varias investigaciones.
Mientras que las hormonas testosterona y estrógeno, dirigidas por la amígdala, (el área del cerebro que regula las emociones), son responsables de la lujuria, la atracción está determinada por los centros de estrés y recompensa, el núcleo accumbens y el tegmento ventral. Los neurotransmisores dopamina, noradrenalina y cortisol se activan cuando una persona se siente atraída por alguien. Cuando se trata de apego, la oxitocina y la vasopresina son más dominantes.
Los neurotransmisores dopamina, noradrenalina y cortisol se activan cuando una persona se siente atraída por alguien
En otras palabras, una atracción inicial hacia alguien no es amor como tal. Aunque los psicólogos siguen discutiendo si es posible experimentar amor verdadero cuando ves a otra persona por primera vez. Cuando se trata de amor a primera vista, es más probable que el sentimiento sea de lujuria, un sentimiento que no dura. Si estás buscando una pareja a largo plazo, ese tipo de amor a primera vista no es señal de que estés eligiendo algo que pueda ser duradero o adecuado. Mucho de lo que la gente percibe como 'amor' no es más que un cóctel de hormonas liberadas para dar al sistema nervioso una sensación de placer y seguridad.
Según los expertos, el amor afecta tanto a la mente como al cuerpo de manera dramática. Junto con la euforia y los pensamientos obsesivos, hay una mayor secreción de hormonas felices, principalmente dopamina, vinculada con la recompensa y el placer, y oxitocina, a veces llamada la hormona del amor debido a su asociación con la calidez, el amor y la confianza. Cuando una persona se enfoca en su pareja se vuelve un poco loca, experimenta cambios de humor junto con ataques de euforia, actúa de manera obsesiva y vive en una realidad distorsionada, volviéndose un poco dependiente de la otra persona. De hecho, según algunos estudios es similar a cuando alguien se vuelve adicto a algunas drogas como la cocaína.
El amor, según algunos estudios, es similar a cuando alguien se vuelve adicto a algunas drogas como la cocaína
A medida que la relación se afianza y envejece, los sentimientos se suavizan, según un estudio de 2016. Incluso los recuerdos se alteran un poco, afectados por el estado emocional. Y conforme se recuerdan las cosas, se van distorsionando cada vez más. Entonces, si bien la gente puede pensar que fue amor a primera vista, ese podría no haber sido el caso. Además del recuerdo distorsionado, la percepción que tiene una persona de su pareja es generalmente positiva o sesgada, debido a un fenómeno conocido como "ilusión positiva", la cual también puede engañar a las personas para que piensen que estaban enamoradas desde el primer día, cuando en realidad tardaron un poco en llegar hasta ese estado.
Todo el mundo ha sentido en alguna ocasión esa incomparable sensación que es estar enamorado. Los nervios por ver a la persona que es protagonista de tus sueños más inconfesables se mezclan con las esperanzas de que sienta lo mismo, la felicidad de pasar tiempo con ella y, en general, un cóctel de sensaciones que inunda nuestro cerebro demasiado bañado en dopamina y serotonina. Y si encima aquel o aquella a quien hemos puesto en un altar tiene el honor de correspondernos, nos hace las personas más felices del mundo.
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