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Cuando tu relación no funciona por culpa de Internet: problemas de estar siempre conectados
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Cuando tu relación no funciona por culpa de Internet: problemas de estar siempre conectados

Tanto si estáis empezando como si ya lleváis un tiempo, la manera en la que os comunicáis digitalmente cuenta mucho para el bienestar de ambos. Aquí van algunos de los conflictos más comunes

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Se supone que la tecnología de nuestros días sirve para estar más cerca de la gente a la que queremos e incluso favorece la aparición de relaciones nuevas mediadas por el algoritmo. Pero seríamos ingenuos si pensamos en Internet solo como un "medio", ya que su influencia en las relaciones y en el propio ser de los individuos es bastante notable. De ahí que muchos problemas entre personas que se quieren vengan influidos, cuando no determinados, por la forma de gestionar la comunicación digital.

En cierto modo, las tecnologías nos han cambiado tanto que en los últimos años ha habido un aluvión de trastornos nuevos cuyo escenario es el terreno online: el ghosting, por ejemplo, que vendría a ser la clásica indiferencia por alguien a quien acabas de conocer y con el que supuestamente todo iba bien para al poco tiempo descubrir que no quieres saber nada de él y entonces ignorarle. O el FOMO ("fear of missing out", en inglés), el cual se basa en un sentimiento de inseguridad social, la sensación de que te estás perdiendo algo importante o que nunca estás en el momento ni el lugar indicados.

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Si tienes pareja, es posible que uno de vuestros temas de conversación más recurrentes, en caso de gozar de una buena comunicación, es cómo gestionar eso de la comunicación digital. Sobre todo si vuestra relación es a distancia, lo cual puede hacer que sea inevitable que surjan los problemas por la poca o mucha comunicación que tenéis a través de vuestro teléfono móvil. Esto no quiere decir que las uniones que vivan más próximas estén a salvo de este tipo de conflictos.

¿A quién has "ningufoneado"?

Por ejemplo, las discusiones pueden ser frecuentes por la sencilla razón de que uno de los dos usa más el móvil que el otro. O básicamente que en esos ratos libres en los que por fin tenéis intimidad, uno no puede dejar de lado a este fiel compañero tecnológico que va siempre con nosotros. Ya sea bajo la excusa de "por trabajo" o directamente por el hecho de caer en un scroll infinito, no saber dejar el móvil a un lado para pasar tiempo de calidad con aquella persona tan especial es uno de los mayores focos de conflicto.

El "phubbing" es un "alérgeno social" que "aumenta la irritación como resultado de la repetición" de la conducta

Algunos psicólogos se han apresurado a nombrar a este trastorno como "phubbing", que en castellano sería traducido como "ningufonear" a alguien. Sí, tiene gracia el nombre, pero seguramente no tanto que te lo hagan. Es posible que conozcas a alguien que no pueda estar sin el teléfono en la mano, que se ausente por ello cuando estáis juntos de manera imprevista o que, en caso de quedar con él a solas, hables más mentalmente contigo mismo que con él. Cuando podría ser un hecho anecdótico y quedarse ahí, en realidad si su conducta es iterativa puede hacer que efectivamente se distancie de las relaciones sociales presenciales.

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De hecho, un estudio publicado en la revista Personal and Individual Differences definió este trastorno como un "alérgeno social" basado en "un comportamiento molesto que aumenta la irritación como resultado de la repetición". Así, si eres tú quién repite de manera obsesiva este acto, posiblemente te sientas un pelín más desconectado de lo que pasa a tu alrededor (ya no solo de tus relaciones íntimas o sociales con otras personas). En caso de que tu pareja incurra en este comportamiento, es posible que cada poco tengáis discusiones porque no eres capaz de demostrar la suficiente atención y cuidado. Sea como sea, si el "ningufoneo" pasa factura a tu vida social, lo mejor es que le pongas remedio cuanto antes, estableciendo límites de uso del móvil o acudiendo a talleres o grupos de apoyo que aborden la problemática de estar más enganchado de lo normal.

Celos y "miguitas de pan"

Otro de los conflictos que pueden originarse debido a la comunicación digital es, evidentemente, sentir celos. Aunque estos tienen muchos años de historia en el seno de las parejas, y para nada tiene la culpa el hecho de usar activamente el teléfono móvil, sí que pueden aparecer con más frecuencia o de manera más intensa en situaciones que no pueden controlar ambos miembros de la pareja.

Foto: ¿Qué es el 'breadcrumbing'? No te conformes con vivir de las migajas de otro (iStock)

Por ejemplo, si una tercera persona sobre la que existe una sospecha previa sube una foto con uno de los dos a las redes sociales bajo un texto que dé lugar a la desconfianza. Como bien sabrás, todos tenemos derecho a la preservación de la intimidad digital, por lo que no debes ceder a las peticiones de que le enseñes el móvil. Los celos son una cosa muy seria y si no tiene razones de peso para sospechar, lo mejor es buscar la ayuda de un profesional para tratarlos.

En otro orden de cosas, pueden aparecer problemas relacionados con la frecuencia con la que os comunicáis, especialmente si acabáis de empezar. Aquí surge otro síndrome de nuevo cuño, el breadcumbing, el cual como su nombre indica consiste en generar una serie de expectativas cada cierto tiempo que nunca llegan a ser realizadas. Básicamente, generar cierta atención que luego se convierte en períodos de olvido. Una especie de ghosting difuso, ya que uno de los dos siempre está pendiente del otro de manera inútil, como para quedar bien y tener esa opción social en la recámara. En lugar de ser sincero y dejar las cosas claras, dejarán un "a ver cuándo nos tomamos un café" que nunca llega a materializarse y solo deriva en excusas y más excusas.

Se supone que la tecnología de nuestros días sirve para estar más cerca de la gente a la que queremos e incluso favorece la aparición de relaciones nuevas mediadas por el algoritmo. Pero seríamos ingenuos si pensamos en Internet solo como un "medio", ya que su influencia en las relaciones y en el propio ser de los individuos es bastante notable. De ahí que muchos problemas entre personas que se quieren vengan influidos, cuando no determinados, por la forma de gestionar la comunicación digital.

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