¿Sospechas que alguien te está mintiendo? Descúbrelo con estos eficaces trucos

Un amante escondido dentro de un armario, una confesión interesada o un chantaje del que se quiere sacar cierto provecho. Hay mil motivos por los que la gente miente, pero lo que importa aquí es saber pillarles antes de tiempo. Los maestros del engaño harán todo lo posible por ocultar sus secretos, pero afortunadamente si eres espabilado, por lo menos irán a otro a contar sus mentiras. Se suele decir que hay dos tipos de mentirosos: aquellos que lo hacen por interés y admiten su culpa, y los que están tan convencidos de que está justificado hasta el punto de no sentir ningún tipo de remordimiento.

Como en todas las facetas personales, cada uno debe hacerse responsable de sus actos, de lo que dice y no dice, lo cual a veces es mucho más importante. Muchas veces pensamos que basta con mirar fijamente a los ojos para salir de dudas y saber si te están mintiendo o no, pero las dotes de buen actor pueden jugar una mala pasada. Por la red hay infinidad de consejos y cada 'maestrillo' tendrá su 'librillo'. Al final, la detección es sencilla si atendemos a las señales en el primer momento que salta la sospecha.

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E. Zamorano

Uno de los últimos trucos para detectar engaños es el de la experta en lenguaje corporal Karen Donaldson, quien en la revista 'Entrepeneur' formula un método triangular para captar mentiras. Puede servirte para todo tipo de asuntos que tengan que ver con la vida cotidiana, desde los más inocentes hasta los más graves. Lo importante aquí es conocer la verdad para que no te la cuelen. En caso contrario, estarás toda tu vida condenado a ser un ingenuo al que pueden engatusar lo que quieran y más. A continuación veremos cómo evitarlo.

Presta atención al ritmo de su voz

¿Qué ocurre cuando decimos la verdad? Por norma general, aquello que sabemos fluye de manera natural, sin demasiados altibajos de tono y ritmo, pues no necesitamos pensar demasiado, sobre todo si el evento sobre el que se nos pregunta acaba de ocurrir. Si todo son miradas bajas, muchas variaciones en el volumen de la voz o lagunas mentales... mal asunto. "Cuando los patrones del habla comienzan a volverse erráticos y hay pausas demasiado largas, así como ideas que surgen de repente pero luego cesan, es posible que se estén inventando historias que se adapten a la situación y no sean verdaderas", asegura la experta.

Movimientos de cabeza y expresiones faciales

Como experta en comunicación no verbal, a veces la mentira no está en lo que se dice o no se dice, sino en la forma de decirlo, es decir, en los gestos. Si por ejemplo mira de pronto hacia arriba o hacia abajo, como queriendo intentar acordarse de algo que acaba de olvidar... mentira. También si se toca la cara con nerviosismo, como intentando ocultar los ademanes que lo delatan.

En ocasiones, el mentiroso optará por dar las mínimas explicaciones, ya que es mejor no arriesgarse a ser pillado

Donaldson afirma que hay que prestar a su boca, ya que si dobla sus labios demasiado puede ser un signo de que se viene una trola. Rascarse la cabeza por detrás también entraría dentro de esos gestos sospechosos. En general, cualquier persona a la que conozcas bien cómo se comporta, si de pronto empieza a realizar muecas que no vienen a cuento o que nunca has visto... Mala señal. En esos casos, el mentiroso optará por dar las mínimas explicaciones, ya que es mejor no arriesgarse a ser pillado.

La técnica Reid

Una de las formas más fiables de pillar a un mentiroso, y también la más inteligente, es la conocida como técnica Reid o Entrevista de Análisis de Conducta (BAI), la cual consiste en arrojar preguntas y respuestas que no acusan de nada, sino que provocan que el sujeto se vea forzado a reconocer la verdad. Estas cuestiones solo se realizan cuando hay sospechas fundadas de que el entrevistado está mintiendo, por lo que no es nada fácil de realizar, ya que debes aludir a cosas que das por supuestas sin tampoco caer en la acusación directa ni tampoco en la ingenuidad.

En primer lugar, se tiene que hacer un repaso de lo que ya sabes para luego pasar a preguntas concretas que "provocan un comportamiento determinado". Entonces, por sus contradicciones en el relato, podrás diferenciar qué es verdad y qué es mentira. O bien por sus silencios prolongados ante lo que sospechas que no es cierto. Sea como sea, es cuestión de tiempo que el sujeto revele lo que oculta, ya que a fin de cuentas todos cometemos errores. Y más aún si siente algún tipo de remordimiento, el cual forzará al mentiroso a soltarlo, aunque solo sea por su propio juicio moral interno.