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Lo que los españoles (creen que) necesitan para ser felices no es lo mismo que en otros lugares
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UN ESTUDIO DE EDGAR CABANAS

Lo que los españoles (creen que) necesitan para ser felices no es lo mismo que en otros lugares

Una reciente investigación ha intentado analizar cuáles son las definiciones que tenemos sobre la felicidad, y varían enormemente según nuestro perfil sociodemográfico

Foto: Una terraza en Ronda durante la ola de calor de este año. (Reuters/Jon Nazca)
Una terraza en Ronda durante la ola de calor de este año. (Reuters/Jon Nazca)
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La felicidad es un arma caliente. La felicidad es una mariposa. La felicidad es un maquillaje de sonrisa amable. Las definiciones que proporcionamos sobre la felicidad varían según nuestro origen social, nuestras circunstancias personales, nuestro momento vital, nuestra ideología y una larga lista de factores de los que ni siquiera somos conscientes. La felicidad para un español no es igual que para un noruego, pero tampoco lo es para dos españoles que hayan nacido el mismo día en el mismo lugar y en la misma familia.

Para entender un poco mejor esas diferencias, el profesor e investigador en la Universidad Camilo José Cela Edgar Cabanas, autor de ‘Happycracia’, y Jara González-Lamas han preguntado a 547 españoles de distintos perfiles su definición de felicidad en un estudio publicado en ‘Psychological Reports’. Las respuestas son heterodoxas y variadas, pero les han permitido trazar un pequeño mapa de lo que los españoles entendemos por ser feliz, y cómo estas ideas varían según las características sociodemográficas de cada persona.

"A la gente le preocupan los aspectos sociales, como que su familia esté bien"

Así, por ejemplo, las personas en paro solían referirse a la necesidad de tener un buen empleo para ser felices, los matrimonios ponían un mayor énfasis en la importancia de la vida familiar y las personas más espirituales suelen hablar más de lo importante que es la paz interior. Como recuerda Cabanas, muchas veces es imposible saber si los participantes ponen el énfasis en algo porque es lo que tienen o porque, al contrario, es de lo que carecen. Nos adentramos de mano del psicólogo en los resultados de su investigación.

PREGUNTA. ¿Puede resumir brevemente este trabajo?

RESPUESTA. Los psicólogos tendemos a preguntar poco y a asumir mucho. A menudo, ponemos una serie de ítems en un cuestionario sobre la felicidad para que se puntúen. En esta ocasión, pedimos libremente que la gente explicase qué es la felicidad y hay una variabilidad enorme respecto a las definiciones. No solo son diferentes, sino incompatibles. Hay quien hace énfasis en la familia, en las relaciones personales, en el dinero… Todas esas definiciones conforman un concepto que no tiene una definición universal.

Nos preguntábamos si las formas de entender la felicidad tenían que ver con perfiles sociológicos y factores sociodemográficos. La edad, por ejemplo, o el tipo de trabajo o la ideología. Otra cosa que hallamos es que lo contextual es muy importante, la gente pone el énfasis en las condiciones de vida. Encontramos, por ejemplo, que aspectos que tienen que ver con la estabilidad son bastante importantes. Frente a otros estudios que ponen más énfasis en un componente más personal, como la autoestima, vimos con frecuencia que a la gente le preocupan mucho los aspectos sociales. Por ejemplo, que, para ser felices, sus seres queridos tienen que estar bien.

placeholder El coautor de la investigación, Edgar Cabanas. (TEDxMadrid)
El coautor de la investigación, Edgar Cabanas. (TEDxMadrid)

Las definiciones de felicidad mantienen intereses contrapuestos, así que la idea de aplicar una política general de la felicidad para todo el mundo nos hace preguntarnos de qué felicidad hablamos. Enfatizar la felicidad de un grupo puede ser no enfatizar la de otro.

P. ¿Identificasteis diferencias respecto a otros países?

R. El revisor nos lo preguntó, y por eso introdujimos la idea de cultura colectivista. En la escala de colectivismo contra individualismo, España es un país anómalo porque está en medio. Los países nórdicos o anglosajones son más individualistas mientras que los asiáticos y latinoamericanos tienden a puntuar más alto en la escala de colectivismo. España, dentro de Europa, bebe culturalmente de bastantes fuentes. Era difícil establecer una comparación respecto a esos términos, porque no sabemos a qué se deben las diferencias.

P. Las relaciones personales son la categoría que se citaba con más frecuencia en la investigación. Algo que ocurre en todos los países, pero más en España.

R. Vimos resultados que tienen que ver con la importancia de las relaciones personales, que es una categoría que sale en casi todas las muestras que hacen estudios parecidos. Las relaciones familiares y de amigos son un elemento fundamental, y aquí también se ve. En otros países a lo mejor más individualistas, que tienden a poner menos peso en la familia, se podrían ver diferencias, pero incluso en países como Noruega la familia es importante a la hora de definir la felicidad.

"La tendencia a evitar la incertidumbre no se da igual en otros países"

P. Las mujeres españolas dan más importancia en sus definiciones de felicidad a las relaciones personales que los hombres.

R. A veces hay que tener prudencia porque no se sabe muy bien por qué, así que simplemente citamos que la diferencia se ha dado. Es una forma de ser cauto, porque, si me pides una explicación, uno tiende a tirar de clichés.

P. Llama la atención que en España haya una tendencia hacia definir la felicidad relacionada con la estabilidad y la ausencia de incertidumbre. Algo que en el artículo señaláis que ocurre en países de cultura católica.

R. A menudo en las definiciones aparecía el tema de la importancia de la estabilidad, de que nada nos sorprenda, que no nos sobrevenga nada malo y que podamos desarrollar la vida sobre condiciones que nos proporcionen un suelo relativamente estable, que podamos dar por sentado que tenemos cosas sólidas en la vida sobre las que podamos construir la nuestra.

Esta tendencia a evitar la incertidumbre y a la necesidad de la estabilidad en otros países no la dan por sentada. Es una pregunta que hay que hacerse: ¿lo enfatizas porque lo tienes o porque te falta? ¿Porque lo tienes o porque no lo tienes? Parece que enfatizas la estabilidad en este caso porque no la tienes. ¿Las relaciones familiares son importantes porque las tienes o porque te gustaría tenerlas? En el caso de España, a lo mejor son importantes porque las tenemos, y en Noruega porque les gustaría tenerlas. No lo sé. Puedo sospechar, pero en el estudio no podemos saberlo porque no hay datos al respecto.

placeholder Felicidad en las calles. (Reuters/Luke MacGregor)
Felicidad en las calles. (Reuters/Luke MacGregor)

P. Un factor muy interesante son las distintas concepciones de felicidad entre la izquierda y la derecha. Mientras la izquierda se centra en conceptos más sociales, los participantes de la encuesta que se ubicaban en la derecha se centraban más en factores psicológicos e individuales.

R. En términos generales, la cosmovisión del mundo que nos presenta una ideología de izquierda o derecha tiene que ver con lo que pensamos sobre la felicidad. La tendencia a definir la felicidad desde un punto de vista más social está más presente en la izquierda, es algo que podías esperar y que, de hecho, sale. Una cosa es decir que nuestras definiciones de la felicidad dependen del lugar que ocupamos en el mundo, pero otra cosa es hacer perfiles. Los datos no dan para ello. Algunos me preguntaban si las mujeres de izquierdas tienen un perfil concreto frente a las mujeres de derechas, pero, eso, los datos no permiten decirlo.

P. Cuanto más jóvenes, más se habla de desarrollo personal. Ahí sí se nota la diferencia de valores entre generaciones.

R. Hay cosas interesantes en ese sentido: los más jóvenes todavía tienen la idea de que la felicidad consiste en descubrir qué podemos hacer, de desarrollar nuestro talento, una visión más individualista que han asumido como más natural. Las personas más mayores tienen más que ver con lo que llamamos resiliencia, pero que está relacionado con la adaptación: hay que saber adaptarse a la vida, hay que saber navegar por ella porque las cosas vienen como vienen y hay que saber llevarlo como se pueda… Son perspectivas diferentes.

"Los conceptos que utiliza la psicología positiva no son los que usa la gente"

P. También hay un componente individualista que probablemente se ha agudizado con el tiempo. ¿Si hubiésemos comparado en un estudio longitudinal las diferentes respuestas, habríamos visto cómo el individualismo ha aumentado?

R. Algún estudio hay en el que hacen un análisis de si estos valores más individualistas han crecido: hay una tendencia, sobre todo en las generaciones más jóvenes, y en parte se refleja en nuestro estudio.

P. Algo muy interesante es que, entre las respuestas de los entrevistados, no aparecen conceptos como 'optimismo' o 'inteligencia emocional', lo que quizá muestre que los españoles no utilizamos esta clase de términos para hablar de la felicidad.

R. Una de las cosas que más me llaman la atención es que los conceptos que utiliza la psicología positiva o la ciencia de la felicidad desde la universidad son conceptos en los que la gente no se ve reflejada o no los usa. Entonces, ¿qué felicidad estamos definiendo? No la española. Mi sospecha es que lo que los términos reflejan de una sociedad pueden no reflejarlo de otra. Utilizamos términos para entender la buena vida que nos son ajenos.

P. ¿Hay algún hallazgo que os sorprendiese más?

R. No me llevé ninguna sorpresa, muchas cosas me parecieron bastante esperables. A lo mejor desde mi propia perspectiva lo sería que esperaba que la gente definiera la felicidad más egoístamente, desde la experiencia personal, pero vimos que no, que hay bastante conciencia de que para hablar de la felicidad hay que hablar de las condiciones de la felicidad. Se ha hecho mucho énfasis en eso, más de lo que esperaba. Necesitamos condiciones favorables, condiciones materiales para ser felices, algo que la gente señalaba de forma recurrente.

La felicidad es un arma caliente. La felicidad es una mariposa. La felicidad es un maquillaje de sonrisa amable. Las definiciones que proporcionamos sobre la felicidad varían según nuestro origen social, nuestras circunstancias personales, nuestro momento vital, nuestra ideología y una larga lista de factores de los que ni siquiera somos conscientes. La felicidad para un español no es igual que para un noruego, pero tampoco lo es para dos españoles que hayan nacido el mismo día en el mismo lugar y en la misma familia.

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