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¿Tienes toallas viejas en casa? No las tires y dales una segunda oportunidad
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¿Tienes toallas viejas en casa? No las tires y dales una segunda oportunidad

A todos nos ha pasado. Por mucho que las cuidemos y las lavemos con esmero y mimo, llega un momento en el que hay que reemplazar

Foto: ¿Tienes toallas viejas en casa? No las tires y dales una segunda oportunidad (iStock)
¿Tienes toallas viejas en casa? No las tires y dales una segunda oportunidad (iStock)

A todos nos ha pasado. Por mucho que las cuidemos y las lavemos con esmero y mimo, llega un momento en el que hay que reemplazar las toallas viejas por unas nuevas. Cuando estrenamos toallas, suelen ser absorbentes y suaves, pero, poco a poco, comienzan a endurecerse y recuperar su estado es casi imposible.

Con el paso de los años, la cal del agua se deposita entre las fibras y cuando este textil se seca se va quedando más rígido y más áspero. Por eso, si el primer pensamiento que tienes es tirarlas a la basura, no lo hagas. Nosotros te damos las claves para que puedas reutilizarlas para que tengas una segunda vida, con otros fines diferentes. Para ello basta con tirar de creatividad y ser un poco mañoso.

Foto: Camisetas, pijamas, toallas, sábanas... ¿Cada cuánto tiempo hay que lavar cada prenda? (iStock)

Por ejemplo, puedes crear unos guantes para la cocina, en especial, unos para sacar las bandejas o las fuentes del horno y evitar quemarse, pero para ello la toalla tiene que ser gruesa. Basta con usar unos guantes tuyos como plantilla y dibujarlas en un trozo de cartón. Se recortan partes de la toalla dejando unos milímetros para la costura y luego coserlo. Pero si coser no es lo tuyo, simplemente puedes hacer unas agarraderas cuadradas para que sea mucho más sencillo.

Zapatillas para el baño y manopla de ducha

Otro de los usos es usarlas para crear unas zapatillas para después de la ducha, ya que el rizo de la toalla hará que los pies se sequen mucho antes, a la vez que evitas mojar el suelo o mojar los calcetines al ponértelos.

Para llevarlas a cabo necesitarás las suelas de un par de zapatillas que ya no uses. Ellas servirán como plantilla para recortar la medida exacta. Después solo se necesita fijarlos a la goma con un pegamento especial y esperar a que se sequen. Por último, se ensamblan con aguja e hilo.

Con el paso de los años, la cal del agua hace que las toallas se queden rígidas y ásperas

Una tercera opción es fabricar una manopla para exfoliar la piel mientras se está en la ducha. Para llevarlo a cabo, se sigue el mismo procedimiento que con el guante para el horno. Se crea una plantilla, se cortan dos piezas y se cosen hasta crear el guante a tu medida. Solo queda usarlo y que sirva de exfoliante corporal.

A todos nos ha pasado. Por mucho que las cuidemos y las lavemos con esmero y mimo, llega un momento en el que hay que reemplazar las toallas viejas por unas nuevas. Cuando estrenamos toallas, suelen ser absorbentes y suaves, pero, poco a poco, comienzan a endurecerse y recuperar su estado es casi imposible.

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