El inesperado pedido a domicilio que enterneció al camarero de una pizzería

Las ventas de bares y restaurantes se desplomaron cerca de un 40% en 2020 como consecuencia de la pandemia del coronavirus, una caída que podría haber sido un 5% mayor pero que fue amortiguada gracias al auge de los envíos de comida a domicilio (que aumentaron un 66% ese año) y de los pedidos para recoger en el local (lo hicieron en torno al 13%).

Ese 5% menos de ingresos que hubiera registrado el sector sin envío a domicilio y pedidos para recoger en el local (hasta el 45%) habría supuesto una pérdida de facturación cercana a los 400 millones de euros para el sector de la hostelería, uno de los sectores más afectados por la crisis sanitaria.

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EC

Pero dejémonos de cifras y vayamos a lo que realmente nos importa, porque la reinvención de los envíos a domicilio ha dejado multitud de anécdotas que, tanto camareros, repartidores y clientes, no dudan en compartir a través de las redes sociales. Lo inusual, irónico, divertido o surrealista de algunas situaciones por un cobro inesperado, una cuenta desorbitada o la recepción de un producto en condiciones no esperadas o, incluso en mal estado, han sido expuestas al mundo (con mucho éxito y tirón) gracias al poder arrollador de internet.

"Me muero de hambre"

En esta ocasión te contamos la anécdota vivida en una pizzería por el comentario que un cliente anotó a la hora de hacer su pedido a domicilio y que ha compartido en Twitter la cuenta @soycamarero, especializada en contar las historias del día a día que ocurren en el mundo de la hostelería.

En el tuit se puede ver la imagen del ticket donde el cliente solicita una ‘pizza diavola’ e incluye una nota en el apartado de comentarios: “Por favor, mi madre no me dejó comida, me muero de hambre”, algo que tocó la fibra sensible al encargado de preparar el pedido, por lo que decidió darle un obsequio. “Le pusimos de regalo el postre porque nos dio cosica”, escribían en el entrañable tuit.

Algunos usuarios reaccionaron sorprendidos, preguntándose cómo el cliente no era capaz de “hacerse un par de huevos fritos”, mientras pensaron que se trataba de una broma del joven. En cualquier caso, su historia ha triunfado en redes y acumula cientos de ‘me gusta’.