¿Tienes miedo a las matemáticas? Podrías padecer 'matofobia'

La lista de fobias es hoy en día interminable. A estas alturas es prácticamente imposible que tú, que estás leyendo esto, no hayas experimentado alguna. El miedo irracional a objetos o situaciones se expande y pareciera que conforme la sociedad se sigue desarrollando, este también lo hace en la psique de cada uno de nosotros, adoptando formas de lo más curiosas.

Los animales, los espacios cerrados, la oscuridad, el agua… Hasta el color amarillo es capaz de provocar lo que comienza con ataques de pánico o ansiedad. Y ahora que llega septiembre y con él la vuelta a clases, debes saber que tal vez no estés solo en eso que te ocurre con cierta materia: las matemáticas.

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Tienen la fama de ser muy complejas para su estudio en períodos de tiempo tan breves como es el período lectivo establecido en el sistema educativo, y resulta que de esa fama nada nueva los especialistas han detectado en los últimos años una auténtica fobia a ellas. Sí, como lo lees, y hasta puede que lo entiendas.

Miedo a los números

Ya se la conoce como matofobia o ansiedad matemática, una fobia que afecta a más personas de las que a priori podríamos creer, y que podría interferir en el futuro profesional de muchas de ellas. Pero, ¿qué es exactamente esta curiosa fobia y cómo puedes saber si la padeces?

La matofobia es el miedo irracional a las matemáticas. Se manifiesta de la misma forma que otras tantas fobias, mediante un terror desmesurado a enfrentarse, en este caso, a operaciones más o menos complejas, sin que el grado de dificultad parezca una variable significativa.

De ese terror nace la ansiedad, provocando que quien la siente trate de huir de las matemáticas a toda costa para evitarlo, con la carga añadida de no saber exactamente por qué lo hacen (y bajo el estigma que sugiere que son personas menos inteligentes, ya sabes, aquel dicho de ser de números o de letras). De hecho, hay quien por ello acaba evitando que su trayectoria de estudios se dirija lo más mínimo a cualquier cosa que involucre esta materia.

¿Cómo solventarlo?

La fobia a las matemáticas podría ser adquirida, precisamente, debido a ese estigma que se tiene a esta disciplina: Cuando somos niños, los adultos, padres y profesores, nos inculcan un nivel de interés hacia la materia por encima de otras, insistiendo e incidiendo en la necesidad de manejarla con soltura. El miedo a las matemáticas surgiría ahí, durante nuestra infancia (influenciado además por las nociones sociales en torno al género), cuando nos sitúan ante problemas y fórmulas como herramientas que, sin embargo, desconocemos. ¿Para qué sirve una matriz, y una raíz, y un coseno? ¿Cuándo usar divisiones tan largas?

A menudo, bajo unos criterios clásicos, nos hacen creer que son muy difíciles e incluso imposible de dominar. Esta creencia hace que desde pequeños, las personas se predispongan y sufran de ansiedad al enfrentarse a una ecuación, un miedo que puede crecer con el paso de los años, hasta convertirse en una fobia. "Las creencias tienen un marcado carácter cognitivo y son las ideas, generales o específicas, que una persona va conformando sobre las matemáticas y sobre su enseñanza-aprendizaje. Suelen ser difíciles de modificar pues son adquiridas con el cúmulo de numerosas situaciones y experiencias vividas. Una de las que más influye en el aprendizaje de las matemáticas es el autoconcepto o la opinión que se tiene sobre la habilidad matemática de uno mismo", apuntan los profesores Ana Maroto y Matías Arce en 'The Conversation'.

Por desgracia, parte de la solución a este problema no depende de nosotros cuando somos pequeños, sino de quienes se sitúan como nuestros educadores. La educadora María del Pilar Ureña explica, sin ir más lejos, que las niñas parecen ser más afectadas por las actitudes del profesorado. Esto se debe a estereotipos inadecuados, es decir, el pensamiento de que "los chicos son buenos en matemáticas y las niñas son buenas en la lectura". Por suerte, si te dedicas a la enseñanza (en cualquiera de los ámbitos) ahora ya no tienes excusa para concienciarte sobre este ejercicio mental que la sociedad sigue inculcando sobre los más pequeños. La mejor forma de evitar esta fobia no es otra que fomentando el gusto por las matemáticas.