¿Por qué dos personas nunca pueden ver el mismo arcoíris? Pura lógica

Cuando se trata de contemplar un arco iris poco importa la edad. Ver todos esos colores sobre nosotros atravesando el paisaje es siempre una experiencia misteriosa y fascinante, tan misteriosa como el hecho de que se presenta distinto a cada persona. Lo creas o no, seguro que alguna vez te ha pasado eso de tratar de mostrárselo a alguien que no lo encuentra, y viceversa. Pues bien, no es casualidad.

Como explica en 'National Geographic', un arcoíris ocurre cuando las ondas de luz se encuentran con gotas de agua en ángulo, a menudo cuando la luz del sol brilla a través de las gotas de lluvia o lo que es lo mismo: cuando llueve y hace sol al mismo tiempo.

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El Confidencial

Cuando la onda atraviesa el líquido, la combinación de las trayectorias en ángulo de estas junto con el hecho de que están pasando a una nueva sustancia hace que cambien de velocidad, un proceso llamado refracción que desvía la trayectoria lumínica.

El truco está en la reflexión

Ojo, porque aquí el truco para que lo podamos apreciar no es tanto ese sino otro que viene después: cuando la luz se encuentra con el otro lado de la gota, rebota en ella (proceso de reflexión) y entonces sale del líquido refractándose nuevamente. Como no todos los colores se refractan en el mismo ángulo, los vemos en forma de capas separadas. Así, ¿cómo puede ser que llegue de una forma a unos ojos que a otros?

Para empezar, un arcoíris es solo una ilusión óptica, y como el resto de ilusiones ópticas, la gente no siempre ve la imagen de la misma manera. De verdad, es científicamente imposible que dos personas vean exactamente el mismo plano.

Así, por muy cerca que dos personas se sitúen, lo cierto es que nunca podrán observar un arcoíris exactamente desde el mismo ángulo, de manera que siempre será ligeramente diferente para cada uno de nosotros. Por si ya te parecía mágico este fenómeno natural, ahora tienes más motivos para fascinarte con él.

Por qué es imposible

Como explican desde 'HowStuffWorks', esencialmente hay una línea que va desde el sol hasta el centro del círculo completo del arcoíris (llamado punto antisolar), que pasa directamente a través de tu punto de vista a lo largo del camino que recorre. Si te pusieras de puntillas, te agachases o te movieras dos pies hacia un lado, esa línea cambiaría y, por tanto, también lo haría la imagen que percibas del arcoíris, aunque podría no ser muy perceptible.

Entonces, si te apartaras del camino y alguien se parara justo en ese lugar, ¿podría ver ya el arcoíris tal como lo habrías visto tú? En ese caso es posible, aunque calcular la posición requiere mucha precisión.

Además, dado que un arco iris no es una imagen estática, como apunta el meteorólogo Joe Rao en 'Live Science', "su apariencia siempre está cambiando", por lo que el asunto se complica de nuevo. Simplemente, ambas personas tendrían que estar exactamente en el mismo lugar a la misma hora, lo que hasta la fecha es imposible en la realidad.