La gran incógnita: ¿nos entienden los animales no domésticos?

El ser humano está acostumbrado a domar a los animales domésticos. Después de cientos de años de convivencia con los perros o los gatos, ellos ya son capaces de saber si estamos contentos con ellos o si nos hemos enfadado por alguna ‘trastada’ en casa. Sin embargo, ¿es posible que un animal no doméstico pueda entendernos?

Un estudio realizado en Dinamarca, por un equipo de la Universidad de Copenhague y por el Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zúrich (ETH), ha descubierto que los susurradores de caballos sí ejercen una influencia en estos animales para modelar su comportamiento. Hasta este momento, este trabajo no estaba considerado como algo serio.

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De hecho, se consideraba que ese supuesto susurro para educar al caballo era algo más esotérico que otra cosa. Elodie Briefer, uno de los miembros del equipo de investigación, añade que “hemos investigado en diferentes animales no domésticos para ver sus reacciones a mensajes con carga emocional positiva y a otros con carga emocional negativa”.

Los susurradores de caballos

Los estudios realizados indican que los caballos normales, los salvajes asiáticos y los cerdos pueden distinguir entre los mensajes positivos y los negativos procedentes del ser humano. Además, también entienden los de sus congéneres y los de sus parientes evolutivos más cercanos.

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Así, si los mensajes están cargados de una voz fuerte llena de emociones negativas, el animal suele reaccionar de manera más rápida. Sin embargo, si el mensaje es positivo, su comportamiento es mucho más natural y dócil y el animal se comporta de manera mucho más tranquila.

Tal y cómo apunta Elodie Briefer, “el bienestar de nuestros animales es fundamental por lo que esta serie de descubrimientos nos ayuda a saber cómo tenemos que actuar para que nuestros criaderos de caballos o cerdos sean más apropiados para la supervivencia de los animales”.