El gurú 'salmantino' de los caballos que ha doblegado a William Hill en los tribunales

“Me gustan las carreras de caballos, pero no soy un gran experto. Lo único que quiero es que otros ciudadanos en mi situación sepan lo que he conseguido y que las casas de apuestas no tienen derecho a expulsar a los jugadores con suerte”. Con estas palabras explica su caso Juan —nombre inventado para el artículo—, un venezolano con nacionalidad española y residente desde hace años en Salamanca, para el que las apuestas hípicas son un 'hobby' desde hace tiempo.

Juan se puso en manos de un despacho de abogados el año pasado después de ser expulsado como cliente de William Hill. Era la segunda casa de apuestas que le echaba, tras Bet365. ¿Qué justificación le dieron? “Que había violentado una cláusula del contrato. Pregunté cuál, y me respondieron que no podían darme esa información”.

TE PUEDE INTERESAR

'La apuesta perdida’, radiografía del boom de las casas de juego en Madrid

Abraham Rivera

Este venezolano se puso entonces en manos de la plataforma Afectados Apuestas, que le hizo ver que su caso no era el primero, ni será el último. Le explicaron que las empresas de este sector expulsan sin justificación a los clientes a los que les va bien, agarrándose a cláusulas “abusivas” de sus contratos. “Solo quieren clientes que pierdan dinero, son un cazabobos”, señala Juan.

Llegados a este punto, surge la duda de si esta cláusula es lícita, para evitar jugadores tramposos, y si Juan podría ser uno de ellos. Ante esta pregunta, responde que “es imposible, yo apuesto por caballos que corren en distintos países”, como Irlanda y Estados Unidos, “y muchas veces pierdo”. “Cuando eso ocurría recibía promociones de Bet365 y William Hill para que siguiera apostando”, hasta que “un fin de semana gané 5.000 euros”.

"El 5 y el 6"

Juan explica que la afición por los caballos le viene de Venezuela, donde las apuestas hípicas son como “la Primitiva en España”. Allí se llama “el 5 y el 6”. “No hay ningún truco en mis apuestas, lo único que hago es apostar por alguna de las opciones que ellos ponen sobre la mesa”, que a su vez “están coordinadas con los hipódromos donde se celebran las carreras”.

El único truco de Juan es estudiar bien las estadísticas de los establos donde salen los caballos y de los 'jockeys' con mejor historial, y apostar cuando la situación invita a ello, explica este jugador, de 43 años y que lleva más de seis años en España.

"Aún no me he vuelto a dar de alta en William Hill, pero lo haré, me lo he ganado"

El juzgado de primera instancia de Alicante le ha dado la razón, en una sentencia del pasado 26 de abril, que la casa de apuestas, representada por Cuatrecasas, no va a recurrir. En ella se impone que se elimine la cláusula 9.3 del contrato que firmó Juan, que decía: “Nos reservamos el derecho de rechazar la totalidad o parte de cualquiera de las transacciones que solicite en cualquier momento, según juzguemos oportuno, o cuando haya incumplido los términos de uso”.

Por ello, el juez señala que “la cláusula citada debe reputarse abusiva en cuanto que atribuye al empresario una omnímoda facultad de modificación del contrato en aspectos sustanciales, sin sujeción a límite alguno, lo que supone un desequilibrio importante en perjuicio del consumidor”. Esta sentencia abre la puerta a muchas otras, e incluso a que terminen por anularse estas condiciones.

Mientras tanto, Juan todavía no ha reabierto su cuenta en William Hill. “Pero lo haré, aunque sea solo para demostrar que tengo derecho a ello, me lo he ganado”.