El auge del movimiento 'antitrabajo': ¿en qué se basa realmente?

El trabajo dignifica y hace libre, puesto que es la única manera que tenemos de poder llegar a fin de mes, pero también te hace esclavo de él, porque pasamos buena parte de nuestro día desarrollándolo cuando podríamos estar haciendo cosas mucho más gratificantes.

Por ello, quizá, muchas personas dicen aquello de que es importante trabajar en lo que a uno le gusta para que sienta que realmente no trabaja, y que si los domingos no te da 'el bajón' por saber que al día siguiente madrugas, también es muy buena señal. A lo largo de los últimos dos siglos, los trabajadores lograron muchísimos triunfos en todo lo relacionado con sus derechos laborales, y la llegada de la pandemia colocó al mundo entero en un tablero novedoso en el que antes nunca había tenido que jugar: la posibilidad del teletrabajo.

La llegada de la pandemia colocó al mundo entero en un tablero novedoso en el que antes nunca había tenido que jugar: la posibilidad del teletrabajo

Mucho se ha teorizado ya sobre el teletrabajo, la necesidad de dejar a un lado la rigidez anterior de la presencialidad y optar por horarios mucho más flexibles y sistemas híbridos. Muchas personas aseguraban, según las encuestas, estar plenamente felices con el teletrabajo debido a que es una manera mucho más óptima de conciliar vida laboral y personal, pero a pesar de ello muchas empresas han decidido volver al sistema anterior.

Todo esto coincide con un momento crítico en el que llevamos ya dos años de pandemia y en que el agotamiento parece haber hecho mella en la población. Se habla constantemente de la importancia de la salud mental, pero el período de prolongada incertidumbre no parece mejorar la situación. Al parecer, hay récord de trabajadores que dejan sus trabajos en busca de opciones mejores.

Algunos se preguntan si su trabajo o el sistema en el que nos vemos envueltos tiene un verdadero propósito

Pero está surgiendo una corriente un poco más 'anarquista': algunos se preguntan si su trabajo o el sistema en el que nos vemos envueltos tiene un verdadero propósito. Esta gente forma parte del nuevo movimiento 'anti-trabajo', que busca acabar con el orden económico que sustenta el trabajo moderno. Con raíces en la crítica económica hecha por anarquistas y socialistas, argumentan que la mayor parte de trabajos actuales no son necesarios y, en cambio, imponen la esclavitud asalariada y privan a los trabajadores del valor total de su producción, informa 'BBC'.

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¿Significa eso que tendría que desaparecer el trabajo? No exactamente. Los partidarios del movimiento contra el trabajo creen que las personas deberían autoorganizarse y trabajar solo lo necesario, en lugar de trabajar más horas para crear capital o bienes en exceso. Hace unos años, el 'antitrabajo' era una idea radical y marginal, pero la encarnación pandémica de este movimiento ha crecido más rápido y se ha vuelto más conocido fuera de estos círculos políticos. La comunidad ha crecido rápidamente. En un momento en que la insatisfacción de los trabajadores y los derechos laborales están bajo un intenso escrutinio.

Los partidarios del movimiento contra el trabajo creen que las personas deberían autoorganizarse y trabajar solo lo necesario, en lugar de trabajar más horas para crear capital o bienes en exceso

Los creyentes en el 'antitrabajo' no están necesariamente en contra de todas las formas de trabajo. Más bien, el sentimiento predominante es la hostilidad hacia “los trabajos tal como están estructurados bajo el capitalismo y el estado” (en foros de Reddit hay hasta 1,7 millones de usuarios que dialogan diariamente sobre ello). Aunque el movimiento como tal no es novedoso, sí que es cierto que el COVID parece haber aumentado el número de personas a su favor, cuando todo se ha vuelto más caótico y draconiano.

Como es lógico, no todos los trabajadores desilusionados están a favor del 'antitrabajo', sino que algunos intentan mejorar sus condiciones desde dentro y otros han renunciado a sus puestos y han elegido trabajar por su cuenta. Hay que tener en cuenta que estas comunidades están dando la cara especialmente en internet, por lo que todavía es pronto para saber si realmente tendrán una relevancia absoluta. Es poco probable, por el momento, que cambie el trabajo de manera fundamental de la noche a la mañana, pero sí se está experimentando una reorganización sin procedentes y cambios de pensamiento tras un periodo largo de cansancio.

En el pasado, los cambios económicos y el declive de la economía en auge erosionaron el poder que con el tiempo habían adquirido los trabajadores. De manera similar, las condiciones económicas futuras, así como la evolución del poder en el lugar de trabajo, afectarán la dirección de ese movimiento anti-trabajo actual. Esos momentos de pequeñas oportunidades pueden conducir a algún cambio, aunque el cambio pueda ser de corta duración o incremental. Seguiremos informando.