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¿Es más probable que las parejas decidan dejarlo en San Valentín?
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¿Es más probable que las parejas decidan dejarlo en San Valentín?

Un estudio investigó el impacto que tiene esta fecha tan señalada en las relaciones de pareja, en función de cómo nos comportemos

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El 14 de febrero todas las parejas se dan arrumacos, cenan en lugares especiales y, si es posible, se regalan cosas para fortalecer el vínculo amoroso. Algunas no saben muy bien quién fue ese tal Valentín, el sacerdote romano que acompañaba a los cristianos que habían caído presos por su fe, pero no importa. La publicidad a estas alturas es tal, que San Valentín parece más un invento de alguna gran marca que una persona real.

Sin embargo, la festividad de los enamorados por excelencia, esa en la que en algunos países se regalan bombones, también puede llevar a algunos problemas. Sobre todo si un miembro de la pareja está empeñado en celebrarlo y el otro considera que se trata de una fiesta consumista sin ninguna validez real. ¿Podría ser cierto eso de que en esta esperada festividad se producen más rupturas?

Tener un día dedicado a la gratitud y el amor, como un recordatorio, podría servir para recordar los aspectos positivos de la relación

Según informa 'Psychology Today', William J. Chopik y compañía (2014) examinaron el impacto de la evitación del apego en el funcionamiento de las relaciones en esta fecha señalada. La verdad es que muchas culturas celebran días festivos designados dedicados al amor y el afecto, y el Día de San Valentín es uno de ellos. El equipo pensaba que una fiesta como San Valentín posiblemente aumentaría la experiencia de disfrutar una relación romántica. Descubrieron así que los recordatorios relacionados con el día de San Valentín mejoraban la percepción que tenía la pareja sobre el funcionamiento de la relación. Pero también encontraron que esta percepción dependía de la orientación al apego de los individuos involucrados.

Llegaron así a la conclusión de que solo las personas con un estilo de afecto basado en el apego evitativo (con ideas pesimistas sobre el amor, poca autonomía emocional, miedo a la intimidad...) tenían niveles más altos de inversión y satisfacción en estas fechas. Los hallazgos sugieren que este día puede mejorar las relaciones, pero en aquellas personas que están predispuestas a depender de sus parejas.

En general, el estudio llegó a una conclusión bastante lógica: todos aquellos pensamientos o comportamientos que mejoran las relaciones también mejoran la percepción de las mismas. Es decir, aquellas personas que expresan admiración y afecto por su pareja disfrutan de relaciones más felices y satisfactorias. Por tanto, no es raro suponer que tener un día dedicado a la gratitud y el amor, como un recordatorio, podría servir para recordar los aspectos positivos de las relaciones románticas.

Estudios anteriores han descubierto que aquellas parejas que pasaban un momento de crisis tenían casi cinco veces más probabilidades de romper alrededor de las dos semanas que rodean esa fiesta

También hay evidencias de que el día de San Valentín puede dañar las evaluaciones que se hacen de las relaciones. Estudios anteriores han descubierto que aquellas parejas que pasaban un momento de crisis tenían casi cinco veces más probabilidades de romper alrededor de las dos semanas que rodean esa fiesta que durante cualquier otra semana del año. El estudio de Chopik, sin embargo no encontró pruebas de que la relación se deteriorase si funcionaba, sino que en promedio ese día y su celebración mejoraba las percepciones que se tenían de la pareja. De cualquier manera, queda abierta una puerta de que, en algunas ocasiones, San Valentín puede deteriorar las relaciones, pero celebrar los aspectos positivos de la relación es buena idea para mejorar la calidad y la satisfacción de la relación.

El 14 de febrero todas las parejas se dan arrumacos, cenan en lugares especiales y, si es posible, se regalan cosas para fortalecer el vínculo amoroso. Algunas no saben muy bien quién fue ese tal Valentín, el sacerdote romano que acompañaba a los cristianos que habían caído presos por su fe, pero no importa. La publicidad a estas alturas es tal, que San Valentín parece más un invento de alguna gran marca que una persona real.

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