Así se celebraba San Valentín en el pasado
Como todos los años, millones de personas se apresuran a sorprender con regalos a sus seres queridos. ¿De dónde vienen los orígenes del día de los enamorados?
¿Ya sabes con qué sorprender a tu pareja en San Valentín? Si hay algo de lo que podemos presumir los españoles es que somos muy detallistas. Tanto es así que el año pasado batimos un récord dentro del continente europeo siendo el país con mayor gasto medio por persona con 122 euros, según un estudio de Packlinck. Alrededor de 6,3 millones de españoles regalaron algo a sus parejas en estas fechas tan señaladas. Este año gastaremos menos, y la compañía cifra que, de media, asumiremos un coste de 71 euros en el amor. Los regalos favoritos siguen siendo los mismos: perfumes, joyas, bombones, flores y chocolates.
A decir verdad, aunque abunden las voces críticas y los 'haters' del amor tiendan a relacionar esta celebración con el consumismo global que vuelve a golpear de nuevo desde las navidades o el Black Friday, San Valentín es sin duda, para quien tenga la suerte de estar enamorado y ser correspondido, la fiesta más placentera del año, pues no hay mejor forma que demostrar el afecto que sientes por alguien que a través de un detalle o regalo especial.
A partir del siglo XVII, los ingleses tenían la costumbre de pedir matrimonio a las mujeres el 13 de febrero, la víspera del día de San Valentín
¿A qué se debe la elección de esta fecha? Habría que remontarnos hacia el siglo III, a la Antigua Roma, cuando los romanos celebraban el festival de primavera de Lupercalia, el15 de febrero. Más tarde, cuando el Imperio se cristianizó, pasó a llamarse en honor al santo que llevaba por nombre Valentín. Este era un sacerdote que desafío las leyes al contradecir al emperador Claudio II, quien había prohibido los matrimonios entre los jóvenes porque a su entender esto les convertía en peores soldados.
El sacerdote Valentín consideró que se trataba de una gran injusticia, por lo que comenzó a oficiar casamientos clandestinos en las celdas de las cárceles, ya que el cristianismo fue prohibido por el emperador. Al cabo de un tiempo, este se acabó enterando y ordenó ejecutar al clérigo, acción que le convirtió en mártir de la fe católica y que bien valió para que el día de los enamorados llevase su nombre.
Una fusión de cristiandad y paganismo
El primer año que se celebró de forma oficial en honor al mártir es el 494. Así, pasó a conmemorarse hasta la llegada del papa Pablo IV, quien suspendió la festividad, y el Concilio Vaticano II de 1969 finalmente la eliminó de la fiesta del calendario litúrgico. La Lupercalia, que es la fiesta de la que se desprende su sentido "amoroso" y no netamente cristiano, era una fiesta pagana dedicada a la fertilidad. En esta fiesta, las mujeres eran golpeadas con látigos hechos de piel de cabras y perros, ya que se creía que esto les otorgaba la cualidad de engendrar descendencia.
En Bolivia se celebra una fiesta parecida llamada "Día del amor y de la amistad", solo que está establecida en el 21 de septiembre
¿Cómo ha ido cambiando la fiesta a lo largo de los años? Por ejemplo, en el siglo XVII en Inglaterra, los londinenses tenían por costumbre celebrarla la noche anterior del 13 de febrero. Los hombres se declaraban a la mujer que querían tener por esposa y esta decidía si aceptaba o no. Obviamente, esta costumbre fue perdiendo peso con el paso de los años, hasta quedarse en una mera declaración amorosa sin más, según informa la revista '247 Tempo'.
¿De dónde viene la tradición de regalarse flores? Hay que remontarse a finales del siglo XVIII cuando el rey Carlos II de Suecia fue a la antigua Persia y vió cómo sus ciudadanos se regalaban flores en señal de respeto y amor mutuo. Por aquel entonces, si optabas por un clavel amarillo significaba que estabas decepcionado con la persona a lo que se lo regalabas, uno púrpura expresaba disculpas y, como no podía ser de otra forma, los rojos simbolizaban amor profundo y eterno.
Cuando se extendió el uso del correo postal entre la población alrededor de 1830 se empezaron a enviar las primeras cartas anónimas de amor. Esto además coincide con el inicio de la estética romántica como respuesta al movimiento ilustrado. La población se alfabetiza y es cuando también existe la eclosión de las novelas por fascículos semanales o mensuales. Aunque la festividad está muy estandarizada, adquiere distintas connotaciones y significados dependiendo de cada país. Por ejemplo, en Bolivia se celebra una fiesta parecida llamada "Día del amor y de la amistad", solo que está establecida para el 21 de septiembre. En Argentina sin embargo respetan la efeméride de San Valentín, dejando el "Día del Amigo" para el 20 de julio. En Centroamérica se conoce también por el nombre de "Día del cariño".
Uno de las celebraciones más peculiares es la de Japón, en la cual la costumbre dicta que sean las mujeres quienes regalen dulces a los hombres, y no precisamente a sus parejas, sino también a sus familiares, amigos o compañeros de trabajo. No es baladí que se regale este tipo de dulce, ya que la fecha de celebración fue instaurada en 1958 por la compañía de chocolates Morozoff. En definitiva, da igual cómo lo celebres o qué costumbre tengas, lo más importante es poder disfrutar de un día especial con las personas a las que más quieres.
¿Ya sabes con qué sorprender a tu pareja en San Valentín? Si hay algo de lo que podemos presumir los españoles es que somos muy detallistas. Tanto es así que el año pasado batimos un récord dentro del continente europeo siendo el país con mayor gasto medio por persona con 122 euros, según un estudio de Packlinck. Alrededor de 6,3 millones de españoles regalaron algo a sus parejas en estas fechas tan señaladas. Este año gastaremos menos, y la compañía cifra que, de media, asumiremos un coste de 71 euros en el amor. Los regalos favoritos siguen siendo los mismos: perfumes, joyas, bombones, flores y chocolates.