La desagradable sorpresa de una turista tras alquilar un apartamento en Nueva York

Una turista pensó que había alquilado el apartamento perfecto durante su viaje a la Gran Manzana, pero su decepción fue mayúscula cuando, en vez de encontrarse con las vistas a Manhattan que prometía el anuncio, se dio cuenta que su ventana daba literalmente al comedor de un restaurante.

Por irreal que esto pueda parecer, el caso es totalmente verídico y la joven, llamada Desiree Rose Baker, grabó este incómodo y desagradable incidente y lo compartió en su cuenta de TikTok, donde el vídeo se hizo viral muy rápidamente y ya cuenta casi 12 millones de reproducciones y más de 2 millones de 'me gusta' en la red social.

En las imágenes se puede observar que en el momento de subir una de las persianas del cuarto, es posible apreciar a los comensales de un restaurante "pegados" a la cristalera. Algo bastante embarazoso no solo por no poder abrir la ventana para ventilar la habitación y que circulara el aire, sino por el ruido del establecimiento que, según la turista, no la dejaba descansar por las noches.

Sin privacidad y sin poder dormir

Asimismo, el tener a los comensales al lado de su ventana mientras están comiendo y conversando no le permitía disfrutar de una verdadera privacidad en su lugar de descanso después de llegar cansada al apartamento tras recorrer durante todo el día las calles de Nueva York.

“¿Cómo puede ser esto legal? Puedo abrir la ventana y tocar su mesa” se quejaba enfadada Baker. Los jocosos comentarios de los usuarios no se hicieron esperar dando su apoyo a la joven: “Abre la ventana y roba sus patatas fritas lentamente”, decía uno, mientras otro comentaba “Descripción de Airbnb: ‘a pocos metros de restaurantes’”.

La situación provocó que no pudiera ventilar la habitación y que no pudiera dormir por el ruido

Por si fuera poco, Desiree decidió ir a cenar al restaurante que tenía a lado de su cuarto. Lo desconcertante del caso es que al sentarse en una mesa pudo percatarse que no era la única huésped con el mismo problema. Otro chico más abrió la ventana de su habitación y charló unos minutos con Baker, quien prefirió tomar el caso con humor.