Del espagueti suizo a la máquina de terremotos: las mejores bromas de la historia
Algunas sucedieron por casualidad, otras tenían un plan detrás... Desde las caseras a los fenómenos de masas
Aunque el Día de los Inocentes ya pasó, nunca está de más recordar bromas insuperables que se han sucedido a lo largo de la historia. Desde la Grecia Clásica hasta la actualidad, no siempre sucedieron en un día marcado, pero marcaron su fecha para siempre.
A veces, las bromas más sonadas no fueron ni siquiera premeditadas, no existía un plan detrás de ellas para garantizar una reacción. Sucedieron, más bien, por casualidad o por error. Eso sí, también ha habido bromas planeadas desde los mismísimos medios de comunicación, sin previo aviso, mucha gente creyó así en una invasión alienígena o en unos árboles que daban pasta. Esta lista demuestra que los seres humanos pueden ser muy ingeniosos, pero también tremendamente inocentes.
Los pueblos de la Luna
La edición del 'New York Sun' del 25 de agosto de 1835 llegó a los kioscos con una noticia especial, y espacial: el periódico aseguraba que un astrónomo inglés había encontrado una civilización en la Luna. Según decía el artículo, aquel astrónomo había viajado al hemisferio sur de la Tierra para estudiar el cielo nocturno y, al observar la Luna, descubrió vegetación, pirámides, unicornios, castores bípedos y criaturas humanoides con alas. ¿Cómo de fascinante sonaba aquello décadas antes de que Méliés mostrara al satélite con ojos donde aparcar un cohete? La historia, por supuesto, era pura ficción (también la de Méliès, por si acaso).
Se trataba de una broma en la que, sin embargo, cayeron muchas personas, incluso algún que otro estudioso científico como el escritor Thomas Dick, quien poco antes había afirmado que la Luna era el hogar de una población alienígena de más de cuatro mil millones de extraterrestres. Para Dick, por supuesto, aquello fue como un "te lo dije" en toda regla.
Desafortunadamente para ilusión de este y otros lectores, la noticia se supo falsa, aunque después de que el "descubrimiento" se extendiera por todo el mundo.
La guerra de los mundos
Un siglo después, el 30 de octubre de 1938, las historias fantásticas ya podían extenderse con mucha más velocidad, fueran ciertas o no, gracias a la radio. Fue así como se produjo uno de los fenómenos más extraordinarios de la historia de dicho medio de comunicación.
Para entonces, el actor, productor y director de cine estadounidense Orson Welles se desempeñaba también en los estudios radiofónicos, donde desarrolló una trama de película, pero no pensaba rodarla, sino lanzarla al mundo como una certeza y ponerlo patas arriba.
Aquel día, Welles anunció a través de la emisora estadounidense CBS que Estados Unidos estaba siendo invadido por un ejército de alienígenas. Se trataba de una adaptación radiofónica de 'La guerra de los mundos' de H. G. Wells, y Welles simplemente estaba recreándola de forma sonora.
Sin embargo, muchos radioyentes sintonizaron más tarde la cadena o, simplemente, no prestaron la suficiente atención al principio. No hay más explicaciones a que, de las 12 millones de personas oyentes, muchas de ellas entraran en pánico abandonando sus casas y colapsando carreteras, estaciones y comisarías de policía.
Los espaguetis crecen en los árboles
También a través de los medios de comunicación se produjo una de las bromas más recordadas de la historia. Esta vez, en 1957, sucedió a partir de la televisión. La BBC de Londres emitió un reportaje-documental en el que se hablaba de los campos de espagueti en Suiza. Porque ¿quién no sabe que la pasta crece en los árboles?
En aquellas podía verse perfectamente: la gente la "cosechaba" si fuera una fruta o una verdura. Se acercaban a las ramas, llenas de espaguetis, y comenzaban la faena de la recolección. ¿Que no tiene ningún sentido? Ya, pero el prestigio televisivo era el prestigio televisivo. Entre la población británica muchas personas llegaron a caer en la broma… Cómo iban a mentir en la televisión.
El truco de la manzana de un monje
Las bromas, no obstante, no son cosa nueva. Antes de la televisión, de la radio o la prensa, esta forma de humor sucedía incluso en una abadía de monjes. A finales del siglo XV, Thomas Betson, un monje de la abadía de Syon en Inglaterra, ahuecó el corazón de una manzana e insertó un escarabajo grande en la fruta, lo que provocó que, una vez cerrada de nuevo, esta pareciera balancearse hacia adelante y hacia atrás.
Betson era fanático de hacer levitar objetos en el monasterio, un monje travieso y pillín donde los haya. Usando un mechón de cabello fino y cera, podía suspender un huevo hueco en el aire, por ejemplo. Sus compañeros no se aburrirían con él, aunque seguro que se llevaron más de un susto.
Papel higiénico para zurdos
Esto sí es una auténtica batalla. Si eres zurdo, seguro que vives indignado porque todo esté adaptado a la mano derecha. Absolutamente todo. Quizás, por eso, es bien dicho que las personas zurdas son más inteligentes: porque sobreviven en un mundo diseñado para su mano opuesta. En casa, especialmente, podrás notar ese desprecio impuesto por los inventores y los fabricantes. ¿Y en el baño, qué pasa en el baño? ¿Por qué deberían los diestros estar más cerca de la limpieza? En el 2015, el perfil de la empresa 'Cottonelle' puso la pregunta sobre la mesa del debate social, por si alguien lo había pasado por alto. Desde su perfil de Twitter, la empresa anunció que estaba introduciendo un papel higiénico para todos los zurdos.
Pocas personas cayeron en la broma entonces, pero no ocurrió lo mismo en 1973. Aquel año, el presentador y comediante Johnny Carson inventó que existía una escasez de papel higiénico en Estados Unidos. Entonces, el papel higiénico sí se volvió el gancho para muchas personas que lo creyeron.
Una máquina de terremotos en la Grecia Clásica
Anthemius de Tralles fue un arquitecto griego del siglo V. Ayudó a construir la antigua basílica ortodoxa y actualmente mezquita de Hagia Sophia en Estambul, por ejemplo. Sabía de cálculos y de dibujo, pero también sabía manejar una caja de herramientas. Un día, en mitad de una discusión con su vecino, Anthemius no dudó en tirar de conocimiento.
Al arquitecto se le ocurrió instalar varias calderas de agua en su casa y las conectó a una manguera que introdujo en un pequeño orificio que conducía al sótano de vecino. Según indica la Revista de Historia Occidental de 1888: "Cuando Anthemius deseaba molestar a su vecino, encendía fuegos debajo de sus calderas, y el vapor producido por ellos se precipitaba en tal cantidad y con tal fuerza debajo del suelo de la casa de aquel que un día llegó a levantarse, los síntomas habituales de un terremoto".
Aunque el Día de los Inocentes ya pasó, nunca está de más recordar bromas insuperables que se han sucedido a lo largo de la historia. Desde la Grecia Clásica hasta la actualidad, no siempre sucedieron en un día marcado, pero marcaron su fecha para siempre.