¿Los solteros huelen diferente? Esto es lo que dicen los expertos

Uno de los molestos síntomas con el que muchas personas han tenido que convivir en este último año es la pérdida de olfato. Esta privación o distorsión sensorial, que antes pasaba por menor en importancia comparada a otros sentidos como el oído y la vista, ha hecho la vida más complicada a todo aquel que la ha sufrido, ya que el olfato no deja de ser una gran fuente de información de nuestro entorno.

También de la supervivencia, puesto que una persona que no huele muy bien corre peligro si algún día de repente deja abierto el gas sin querer o, al no poder atisbar el sabor o la calidad de los alimentos que va a ingerir, puede envenenarse con comida estropeada o contaminada. Cualquier cosa puede pasar. Lo cierto es que la mayoría de las veces, al tratarse de un sentido que capta algo tan abstracto y subjetivo como es el aroma, no lo prestamos suficiente atención, pasando por alto mucha de la información que se contiene en él y olvidando la cultura de los olores.

Cada persona huele diferente a raíz del aroma del perfume que use junto con su olor corporal, que tiene un origen puramente genético

Por ejemplo, está científicamente demostrado que los hombres encuentran el olor corporal de las mujeres mucho más agradable y atractivo durante la fase folicular del ciclo menstrual, cuando son más fértiles. De algún modo, como se demostró en este estudio, el sentido evolutivo y adaptativo de nuestro olfato podría haber sido útil a nuestros antepasados más remotos para que seleccionaran a las mejores parejas con las que reproducirse. Al igual ocurre con el género masculino, ya que se ha comprobado que los altos niveles de testosterona también pueden mejorar su olor.

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Ahora bien, ¿qué determina que olamos de una forma y no de otra? Al fin y al cabo, cada persona huele diferente a raíz del aroma del perfume que use junto con su olor corporal, que tiene un origen puramente genético. De ahí que se haya demostrado que se puede distinguir un olor similar en camisetas sudorosas de dos gemelos idénticos entre muchas. "Los genes influyen mucho en cómo olemos", asevera Agnieszka Sorokowska, psicóloga experta en olfato humano de la Universidad de Wroclaw, Polonia, en un artículo de la 'BBC'. Ella y un equipo de científicos han determinado por qué olemos a las personas solteras de manera diferente gracias a nuestros genes.

El HLA

En su estudio, publicado en la revista 'Hormones and Behaviour', las mujeres recibieron camisetas ya utilizadas por hombres al azar y se les pidió que las clasificaran según lo agradable de su olor. Más tarde, comprobaron que su orden de preferencia seguía el mismo patrón que el que marcaba el sistema de antígeno leucocitario humano (HLA), un grupo de proteínas que ayuda a nuestro sistema inmune a identificar células nuestras de la de otros objetos, seres o personas, con el objetivo de prevenir infectarnos de virus y bacterias.

"Las personas con anosmia congénita, es decir, con la pérdida del sentido del olfato, tienen peor satisfacción con sus relaciones sexuales"

Por ello, las mujeres seleccionaron primero las camisetas que usaron hombres con un perfil de HLA más diferente al suyo, y al final, las más similares. Sin ser conscientes de lo que estaban haciendo, establecieron un orden de preferencia según la mejor combinación genética del sistema inmunológico. "Se desconoce el mecanismo específico por el cual las diferencias en el HLA se relacionan con un olor corporal más agradable", agrega Sorokowska, "pero se cree que el HLA genera un olor particular al producir ciertas sustancias que son digeridas por las bacterias de nuestra piel".

Eso no quiere decir que elijamos a nuestras parejas sexuales o amorosas solo teniendo en cuenta su olor corporal o por una razón genética. "Aunque la HLA no influye en las elecciones que hacemos, sí que lo hace en el bienestar sexual", corrobora la psicóloga. "Las personas con anosmia congénita, es decir, con la pérdida del sentido del olfato, tienen peor satisfacción con sus relaciones íntimas, como sugiere un estudio de Ilona Croy de la Universidad de Dresde.

Casados y solteros

En cuanto a las diferencias de olor entre hombres, Mehmet Mahmut, psicólogo del olfato de la Universidad Macquarie, en Australia, realizó un estudio en el que demostró que el olor corporal de los solteros era mucho más fuerte que en el de los emparejados. "Esto podría deberse a que existe una evidencia en la correlación entre niveles altos de testosterona y un olor corporal más fuerte", aduce en el diario británico. "Los hombres que están en una relación y más aún los que han tenido hijos, por lo general reportan menores de niveles de testosterona".

"La utilidad del olfato para los seres humanos ha disminuido un poco, al fin y al cabo, pasamos decenas de miles de años disfrazando nuestro olor"

Por tanto, ¿deberíamos conceder a las sensaciones olfativas mayor relevancia a la hora de escoger a nuestra pareja amorosa o sexual? Evidentemente, si lo vemos desde el punto de vista genético, sí. "Si tu único interés es encontrar a alguien con buenos genes, quizás deberías prestar atención a su olor más que nada", concluye Sorokowska. "Pero para la mayoría de la gente eso no es lo más importante, y la mayoría no lo hacen". Por su parte, Mahmut piensa lo mismo: "La utilidad del aroma para los seres humanos ha disminuido un poco, al fin y al cabo, pasamos decenas de miles de años disfrazando nuestro olor". Y, si no, que se lo digan a los fabricantes de colonia, que hacen su 'agosto' cada vez que hay un cumpleaños o es Navidad.