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Cómo disfrutar de la vida y del verano si estás soltero
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EL "SINGLISMO"

Cómo disfrutar de la vida y del verano si estás soltero

Si esta temporada estival te toca pasarla solo eso no quiere decir que sea más apagada o más triste. Una experta nos da las claves para pasarlo a lo grande sin necesidad de necesitar una media naranja

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Después de haber vivido una pandemia, y aunque todavía no hemos salido de ella y ya poco a poco vamos recuperando la normalidad, si hay algo que ha resultado de vital importancia y trascendencia durante esta época han sido los afectos que nos unen a otras personas. Fueron muchos los mensajes, artículos y textos que se diseminaban por la red que ponían el acento en esas cosas pequeñas de las que antes disfrutábamos y que parecían garantizadas, como salir a dar un paseo con algún ser querido, ir al cine o salir una noche hasta las seis de la mañana. Y también fueron muchas las parejas que se vieron forzadas a vivir meses sin poder tocarse ni mirarse a la cara, teniéndose que conformar con el resplandor débil de la pantalla del ordenador.

Y ahora, a medida que la población cada vez está más vacunada, el verano ha llegado tras una primavera intensa en la que por fin se levantaron restricciones. Los viajes a la costa vuelven, al igual que a la España rural, y las ganas de hacer planes con amigos y familiares han regresado a nuestro país, marcado por un fuerte carácter festivo y hedonístico. Este es un tiempo en el que se habrán creado nuevas parejas a la par que se habrán roto otras muchas uniones amorosas, pero sobre todo habrá mucha gente que se ha quedado como estaba, que entró soltera en plena pandemia y que a pesar del subidón del fin de las restricciones no ha encontrado a su media naranja. Y tampoco es que quieran hallarla.

"En vez de priorizar a una determinada persona sobre otra, podemos elegir por nosotros mismos quiénes son los que realmente nos importan"

Son muchas las personas que por unos motivos o por otros no han dado con 'el amor de su vida'. Y no por ello son menos felices, a pesar de que la industria de la publicidad y las grandes películas románticas de nuestra generación nos inculquen que para gozar más de la vida hay que compartirla y forjar una relación de apego que supere a las demás con creces. Pero en el momento en que descubres que vivir y hacer planes solo no está tan mal, todo cambia.

Así lo piensa Bella DePaulo, científica social de la Universidad de California y autora del libro 'Singled Out', en el que pondera los beneficios para la salud mental y física de ser soltero. "No tener una pareja romántica en el centro de nuestras vidas no nos limita, sino que nos abre las puertas de par en par", asegura en un artículo reciente de 'Aeon'. "En vez de priorizar a una determinada persona sobre otra, podemos elegir por nosotros mismos quiénes son los que realmente nos importan y vivir en consecuencia". Quién sabe qué haremos con nuestras vidas una vez nos sintamos realmente libres para perseguir aquello que es significativo para nosotros en lugar de lo que está prescrito socialmente", recalca DePaulo. En este sentido, viajar o desarrollar una disciplina artística puede ser más nutritivo a nivel emocional que una relación romántica, cosa que por cierto, ya se está sometiendo a crítica por parte de la población general y de los ámbitos feministas.

El 'singlismo'

Uno de los términos más curiosos que usa DePaulo para definir la forma de vida del soltero, tanto en sus puntos malos como buenos, es 'singlismo'. Más allá de la tendencia de la que pecamos los periodistas de poner nombres anglosajones a ciertas conductas sociales, es curioso reunir en un término una serie de atributos que, en caso de ser el único hombre o mujer en tu vida, te han hecho sentir identificado. Por ejemplo, a la hora de planear un viaje con amigos que ya superan los treinta años: da la casualidad que por desgracia eres el único que todavía no tiene su 'media naranja' y el resto de tus acompañantes se ponen a hablar de hipotecas, propuestas de boda o, incluso, hijos.

"Debes realizar un esfuerzo consciente para cuestionar tus propios prejuicios sobre estar soltero"

Aunque la edad da igual para estos asuntos, lo que el soltero podría experimentar es una profunda desafección a estas conversaciones. DePaulo propone que al contrario: debería sentirse orgulloso de no caer ahí. Sin embargo la realidad es diferente. "El estigma puede interiorizándose", asegura. Tanto es así que realizó un estudio en el que demostró que los solteros eran muy propensos a emitir y respaldar prejuicios contra otras personas solteras. La típica chanza que puede hacer cualquiera que no tenga pareja sobre su soledad; hay una parte de estas bromas que puede hacer gracia, pero al final acaban interiorizándose. "Debes realizar un esfuerzo consciente para cuestionar tus propios prejuicios y rechazar esas suposiciones falsas que están tan extendidas en nuestra sociedad", argumenta la investigadora.

La diversión en soledad

Las actividades culturales y los planes de vacaciones siempre vienen asociados a poder disfrutarlos con alguien a quien quieres mucho. Es decir, tu pareja. Salir a comer, ir al cine o al teatro o a una exposición son ideas que siempre atribuimos al hecho de poder compartirlos con esa persona especial. Y en caso de forzarte a acudir y no tener a nadie, tal vez sientas la presión al ver las carantoñas que se hacen los enamorados delante de ti.

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Un estudio realizado por la Universidad de Maryland y la Universidad de Georgetown que reunió a un grupo de personas solteras con otras acompañadas para ir a una exposición descubrió que en todos estos planes los solitarios tendían a juzgar de manera equívoca estas experiencias sin un compañero, pero eso no quiere decir que dejaran de disfrutar de la actividad. "La experiencia pareció reducir sus sentimientos de timidez", explica DePaulo. "Después de visitar la exposición solos, los solteros eran menos propensos a asumir que los otros le habían juzgado negativamente por acudir solo, en comparación a los miedos y reticencias que tenían para asistir".

Elegir (y no elegir) estar solo

Otra de las dificultades por las que suelen atravesar los solteros es que su soledad no es elegida. Y quizás algo que aún les produce más daño: recordar un tiempo en el que estaban felizmente enamorados y eran felices junto a otra persona, con todo el dolor que les acarreó haber tenido que dejar al ser amado marchar. "Es posible que caigas en períodos regulares de arrepentimiento y nostalgia en los que acabes pensando qué podría haber sido si la relación no se hubiera acabado", reconoce la investigadora. "Esto no siempre es malo, ya que el arrepentimiento puede ayudarnos a aprender de nuestros errores para evitar cometerlos en un futuro. Sin embargo, si es excesivo, actuará como arenas movedizas psicológicas para que no puedas seguir adelante con tu vida".

"star soltero permite un lujo que muchas personas emparejadas pueden llegar a desconocer: tener tiempo para uno mismo

Jennifer Taitz, una psicóloga clínica residente en Los Ángeles, sugiere que aquellos que se vean afectados por estos pensamientos nostálgicos empleen un poco de pensamiento contrafáctico, es decir, que se pregunten cómo se habría desarrollado su relación si no hubieran roto. Tal vez el noviazgo debería acabar tarde o temprano. Después de todo, los seres humanos vamos y venimos, y hay pocas cosas que permanecen intactas o como siempre. Por tanto, las separaciones son inevitables.

Aprendiendo a estar solo

En definitiva, de lo que se trata es de encontrar tu sitio en el mundo y no tanto en el corazón de alguien. ¿Cuáles son los valores que te definen y a dónde quieres llegar? ¿Qué es lo que hace que tu vida adquiera sentido? Estar soltero permite un lujo que muchas personas emparejadas pueden llegar a desconocer: tener tiempo para uno mismo, trazar planes sin sentirte presionado por otra persona o disfrutar de aquellos goces de la vida con otras personas que también son importantes, los amigos. "Los solteros tienen mucho más tiempo para crecer a nivel personal", concluye DePaulo. "Puedes aprovechar esta oportunidad para aprender nuevas habilidades que amplíen tus horizontes y te ofrezcan una sensación de control".

Después de haber vivido una pandemia, y aunque todavía no hemos salido de ella y ya poco a poco vamos recuperando la normalidad, si hay algo que ha resultado de vital importancia y trascendencia durante esta época han sido los afectos que nos unen a otras personas. Fueron muchos los mensajes, artículos y textos que se diseminaban por la red que ponían el acento en esas cosas pequeñas de las que antes disfrutábamos y que parecían garantizadas, como salir a dar un paseo con algún ser querido, ir al cine o salir una noche hasta las seis de la mañana. Y también fueron muchas las parejas que se vieron forzadas a vivir meses sin poder tocarse ni mirarse a la cara, teniéndose que conformar con el resplandor débil de la pantalla del ordenador.

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