Recaudan 930.000 euros para un hombre que ha pasado 43 años en la cárcel por error

Kevin Strickland es un afroamericano de 62 años que el martes 23 de noviembre ha sido puesto en libertad después de pasar décadas en el Centro Correccional de Western Missouri en Cameron, Missouri (Estados Unidos). La condena de este individuo se remonta a 1979, momento en el que fue declarado responsable de la muerte de tres personas y sentenciado por un homicidio de primer grado y dos de segundo.

Cynthia Douglas, la única superviviente del crimen, testificó en 1978 que Strickland estaba presente en la escena. Comunicó esta información después de que le dijeran que una muestra de cabello coincidía con su descripción de Kevin. La mujer conocía al acusado, pero posteriormente confesó que se equivocó al identificarlo, ya que ella se encontraba bajo los efectos del alcohol y las drogas.

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Aunque el estadounidense aseguró que era inocente, fue condenado a una cadena perpetua de 50 años sin posibilidades de obtener la libertad condicional. Ahora, el juez James Welsh ha desestimado todos los cargos penales contra Strickland, lo que ha permitido que el hombre abandone la cárcel. Hasta el momento, la estancia de Kevin en prisión es la más larga de la historia de Missouri.

El reencuentro con su madre

Pese al fin de su condena, ser libre no garantizaría una buena vida para Strickland. El Midwest Innocence Project ha puesto en marcha una cuenta de 'crowdfunding' para que este hombre tenga la oportunidad de empezar de nuevo, ya que no puede percibir ninguna ayuda del estado. La página para aportar los donativos iniciada en Go Fund Me lleva hasta el momento unos 930.000 euros.

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En Missouri, solo los absueltos a través de pruebas de ADN pueden optar a una ayuda de unos 44 euros por día de prisión tras la condena. Sin embargo, este no es el caso de Kevin. El 'crowdfunding' buscaba recaudar alrededor de 6.700 euros, lo que supondría aproximadamente 155 euros por cada año que pasó Strickland en prisión.

El estadounidense ha confesado ahora que ha conocido la noticia de su liberación mediante un avance de última hora que 'interrumpió' la telenovela que estaba viendo. Lo primero que ha hecho al salir es visitar los restos de la persona que le trajo al mundo. "Saber que mi madre estaba debajo de esa suciedad y que no había tenido la oportunidad de verla en sus últimos años... Siento que volví a derramar las mismas lágrimas que el día que me dijeron que era culpable de un crimen que no cometí", ha contado el propio Kevin a la CNN.