El tierno gesto de un guardia civil durante un control de alcoholemia
Las situaciones curiosas que les suceden a los agentes de la Guardia Civil de Tráfico son numerosas. Esta, además, es muy emotiva y se ha hecho viral en Twitter
Le puede tocar a cualquier conductor, a cualquier hora y en cualquier carretera. En cualquier momento y lugar, un agente de la Guardia Civil de Tráfico puede echarte el alto mientras conduces para soplar en un alcoholímetro o dar una muestra de saliva, ambas incluso. El objetivo es comprobar que se cumple una de las reglas básicas del tráfico: mantener las capacidades necesarias para conducir intactas.
Este método resulta ser uno de los más eficaces a la hora de luchar contra la siniestralidad en las carreteras. Vigilar, regular y controlar son una de las tareas más importantes que la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, una unidad especializada en materia de seguridad vial, llevan a cabo cada día.
Mientras el conductor del vehículo se sometía a las pruebas de alcoholemia el menor que viajaba con él por la A-31 manifestó que tenía hambre y sed. Uno de los guardias civiles no dudo en comprarle un sándwich y una botella de agua, cosa que este agradeció.#SeguridadVial pic.twitter.com/NF6ba0vAKL
— Guardia Civil 🇪🇸 (@guardiacivil) November 18, 2021
Hay que recordar que el consumo de alcohol y drogas anula las capacidades para conducir y aumenta las probabilidades de causar un siniestro al volante. Según la cantidad y la combinación de sustancias, el riesgo de accidente se puede multiplicar hasta el 200%.
Gesto enternecedor
Por su parte, los conductores, hayan o no cometido una infracción, no pueden evitar ponerse nerviosos ante una situación inesperada en la que intentan comportarse lo más serios posible y cumplir con aquellos requisitos que se le solicitan, ya sea entrega de documentación o realizar las pruebas pertinentes de alcohol y drogas.
En muchas de estas ocasiones pueden surgen situaciones peligrosas, curiosas, pintorescas, graciosas y hasta cariñosas por el comportamiento de los ocupantes del vehículo parado. Este es el caso que se encontró un Guardia Civil hace unos días mientras el conductor del vehículo al que había inmovilizado “se sometía a las pruebas de alcoholemia, el menor que viajaba con él por la A-31 manifestó que tenía hambre y sed”.
El agente no dudó en comprar un sándwich y una botella de agua al menor que viajaba en el coche
El agente “no dudó en comprarle un sándwich y una botella de agua”, acción que fue agradecida de buena gana por el menor que, como se ve en la fotografía compartida en la cuenta oficial de Twitter de la Guardia Civil. El bonito gesto ha obtenido más de 3.500 ‘likes’ desde que se publicara la fotografía hace unos días.
Le puede tocar a cualquier conductor, a cualquier hora y en cualquier carretera. En cualquier momento y lugar, un agente de la Guardia Civil de Tráfico puede echarte el alto mientras conduces para soplar en un alcoholímetro o dar una muestra de saliva, ambas incluso. El objetivo es comprobar que se cumple una de las reglas básicas del tráfico: mantener las capacidades necesarias para conducir intactas.
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