Los beneficios de seguir siendo amigos después de haber roto

Hay quien opina que nunca jamás podría llegar a forjar una amistad cercana con alguien con quien estuvo y otras personas, sin embargo, mantienen una gran cantidad de amigos que antes fueron novios o novias. En las relaciones amorosas nunca hay un patrón definido o aplicable para todo el mundo, ni mucho menos una manera fija de sentir o comportarse con aquella persona que antes lo era todo para nosotros.

Evidentemente, ya por defecto siempre se cuela esa frase tan manida del "podemos ser amigos", bajo el supuesto de que alguien con quien has pasado tantos momentos importantes no quieres que desaparezca de inmediato de tu vida. A no ser que haya sido una ruptura muy traumática, lo normal es que queráis seguir manteniendo una relación cordial, o al menos hacer como que lo deseáis. Otra cosa es ponerlo en práctica.

"Lo primero, haz un esfuerzo para dejar poco a poco de hablar y terminar vuestra relación de la manera más amistosa posible"

De ahí que un 60% de las parejas quieran seguir manteniendo la amistad después de haberlo dejado, como recoge un estudio de la Universidad de Kansas publicado en la revista 'Personal Relationships'. Las razones más comunes que adujeron los participantes iban desde la seguridad que brinda el hecho de permanecer cerca de alguien al que has querido mucho y que te conoce muy bien hasta la mera cortesía. Lo importante, evidentemente, es mantener una serie de límites, pues si os seguís viendo o hablando con tanta asiduidad alguno de los dos puede caer en la confusión y llegar a pensar en una posible reconciliación, corriendo el peligro de dar lugar a nuevos conflictos o malentendidos.

Amigos, que no pareja

Por ello, ¿qué hacer? ¿Cómo evitar que la relación acabe en una espiral de idas y venidas? Chingy Nea, periodista de 'Mel Magazine', asevera que el primer paso para saber si estás seguro de que valéis como amigos tras haberlo dejado es saber dejar las cosas claras y tener paciencia. "Haz un esfuerzo para dejar poco a poco de hablar y terminar vuestra relación de la manera más amistosa posible", escribe. Esto, obviamente, "no siempre es lo que sucede", por lo que si temes que lo vuestro vaya a acabar de una forma traumática, lo mejor será tomar distancia y esperar.

Hay que tener en cuenta que las personas cambian con el paso del tiempo para no llevarse desilusiones

Ahora bien, ¿cómo gestionar bien esa separación? Seguramente uno de los dos o ambos guardéis sentimientos contradictorios. Tal vez un lado de la pareja siga pensando en la otra persona de una manera romántica, siendo imposible verla como un amigo o aliado. Aquí es donde entra la fase de la aceptación de que ya no estáis juntos y que no hay forma de volver al pasado, sea para enmendar lo sucedido o para hacer suposiciones sobre lo que pudo ser y no fue. "No podéis intentar regresar a un lugar que ya no existe", asegura Nea. "En lugar de eso, acepta que la forma de relacionaros ha cambiado pero no por ello ha disminuido su valor".

TE PUEDE INTERESAR

No pidas ni tiempo ni espacio: cuando lo mejor es cortar la relación

E. Zamorano

A fin de cuentas, si de verdad le querías o la querías deseas que todo le vaya bien, independientemente de si es a tu lado o no. En caso contrario, la relación estaba descompensada o tus pensamientos posesivos priman más sobre el cariño que te une a él o ella. Por otro lado, hay que tener en cuenta que las personas cambian con el paso del tiempo, algunas más y otras menos, pero por lo general nadie se mantiene en la misma posición o manera de pensar y de vivir que antes. En este sentido, si pretendes que tu ex sea tu amigo o amiga, tienes que entender que es posible que vuestra separación le haya cambiado y ahora tenga otros intereses u objetivos.

Vuelta a empezar

Una vez que has pasado todo este período de reconfiguración tanto de los espacios como de los pensamientos y sentimientos hacia tu expareja, llega el momento de reintegrarse el uno al otro en sus respectivas vidas. "Ambos debéis estar dispuestos a encontraros en el punto en el que estáis", advierte la periodista, y con esto quiere decir que aspectos relativos a vuestra intimidad ya no son iguales. Ya no podéis estar tan pegados ni compartir tantas cosas como antes. Esto es algo que debéis aceptar si de verdad queréis iniciar una relación amistosa sin que dé lugar a confusiones o malentendidos.

"Acabar con los sentimientos románticos que os unían y las dinámicas que no funcionaron es difícil, pero vale la pena tener un amigo que conozca tu lado más visceral"

Otra cosa que has de tener en cuenta es que la relación que surja entre vosotros después de vuestra separación no está prescrita o pre-configurada; la tenéis que crear vosotros desde el minuto cero. Al igual que una amistad natural va forjándose con el tiempo, no debéis presionaros a vosotros mismos o al otro si sentís que no funciona. "Acabar con los sentimientos románticos que os unían y las dinámicas que no funcionaron es difícil, pero vale la pena tener un amigo que conozca tu lado más visceral", concluye. ¿Qué ganáis? Una relación de confianza e intimidad muy especial, ya que conoces más que nadie a esa persona. Y, sobre todo, un apoyo sincero y honesto en todo lo que hacéis, sin ningún tipo de interés contraproducente que os haga volver a dudar de lo que sentís.