Un gato salva a un bebé de caer por las escaleras reaccionando en un segundo

Los animales han demostrado ser una compañía perfecta para los niños. Muchos estudios han revelado las ventajas que para un pequeño tiene vivir con una mascota y, por eso, el número de perros y gatos no deja de crecer en las familias de hoy en día, convirtiéndose en parte importante de la familia nada más llegar.

Ese amor es recíproco: cuando un perro o un gato se siente bien tratado, el animal no hace más que devolver ese amor por su familia humana. El refrán popular dice que los perros son los mejores amigos del hombre y han dado infinidad de muestras a lo largo de los años, pero los gatos también han demostrado que se preocupan por sus familias.

El mejor ejemplo lo hemos encontrado en una familia que había dejado a su bebé jugando en su habitación junto a su gato. El pequeño estaba inmerso en sus juegos, mientras el felino estaba aparentemente a sus cosas, pero no le quitaba un ojo de encima, como se pudo comprobar poco después ante una temeridad del menor.

El gato salvador

Sin darse cuenta del peligro que le acechaba, el niño se fue gateando hacia la puerta que desemboca en una escalera pronunciada. Pero en cuanto el gato se dio cuenta de la situación, no dudó en dar un brinco y colocarse delante del pequeño para que no diera un paso más, evitando un accidente que podría haber sido fatal.

Casi 9 millones de personas han visto cómo el gato salva al pequeño

El vídeo fue originalmente subido a TikTok, pero ha sido ahora cuando se ha viralizado en otras redes sociales y son miles las personas que destacan el comportamiento del gato. Incluso llega a empujar al niño hacia el interior de la habitación para que se aleje de las peligrosas escaleras, sin que parezca que el menor se dé cuenta del riesgo que corre.

Los gatos tienen fama de ser animales más independientes que otras especies como los perros, pero este felino ha demostrado su amor por su familia y que en él tienen un auténtico cuidador del pequeño cuando sus padres no se encuentran en casa. Eso sí, no estaría de más la supervisión de un adulto, además de poner una valla o cerrar la puerta de la habitación para que no vuelva a tener la tentación de acercarse a las escleras.