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¿Cómo sería la arquitectura si colonizáramos otros planetas?
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¿Cómo sería la arquitectura si colonizáramos otros planetas?

El ser humano lleva tiempo soñando con conquistar otros mundos. ¿Será posible algún día establecer tu hogar en Venus o Marte o es una locura? Una arquitecta nos responde

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La ciencia ficción lleva años imaginando qué sucederá cuando los seres humanos colonicemos las estrellas. Por supuesto, no es más que el reflejo de un deseo intrínseco de conquistar y descubrir nuevos mundos. Igual que en el pasado nuestros predecesores viajaron para buscar nuevas tierras, no es descabellado imaginar que algún día el planeta se nos quedará pequeño.

Lo que muchos expertos argumentan, pensando en el futuro, es que los recursos son limitados y la población sigue aumentando, que es la premisa principal de muchas historias de ciencia ficción para explicar por qué los seres humanos tendríamos que abandonar la Tierra cuando esta se convierta en inhabitable. Quizá por ello mismo a lo largo de los años se han establecido hipótesis sobre las diferentes opciones que tendríamos para colonizar distintos lugares de nuestro sistema solar, cuando hayamos avanzado lo suficiente para hacerlo.

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Dentro de esta hipótesis un poco delirante —aunque queremos pensar que posible en un lejano futuro— en El Confidencial hemos contactado con una arquitecta para que nos explique cómo debería ser nuestro hogar si tuviéramos la valentía de dejar la Tierra para siempre y establecernos en alguna colonia al otro extremo de la Vía Láctea.

Primer paso, ¿dónde ir?

Según nos explica la arquitecta María Carla Flórez Jiménez, de Arquitectura y Empresa, el hombre lleva un tiempo analizando diferentes opciones de hábitat terrestre con la posibilidad de poder poblarlos. Calisto y Europa (lunas de Júpiter), Titán (luna de Saturno), Ceres (el objeto más grande del Cinturón de Asteroides ubicado entre Marte y Júpiter), Mercurio, nuestra propia Luna, Marte o Venus, entre otros son posibles futuras ubicaciones donde podríamos habitar los humanos (bajo condiciones especiales, como es lógico). Sin embargo, cada vez parece más claro que esto se encuentra más cerca de la ciencia ficción que de la realidad.

En Titán (luna de Saturno) no necesitaríamos traje presurizado, pero sí máscara de oxígeno y ropa abrigada. En Ceres podríamos caminar

"Júpiter, por ejemplo, presenta grandes dificultades debido a su composición gaseosa, pero como cuenta con más de 60 lunas algunas son consideradas como posibles futuras bases espaciales", explica la arquitecta. "La más adecuada sería Calisto, por sus bajos niveles de radiación, estabilidad geológica o cantidad de agua congelada. La luna Titán en Saturno, por ejemplo, es la única del Sistema Solar con una atmósfera espesa y una tupida capa de nubes. Se ha descubierto que para vivir en esta luna no es necesario un traje presurizado, pero sí una máscara de oxígeno y ropa abrigada. Ceres alberga más agua congelada subterránea que todo el agua dulce existente en la Tierra, y tiene una gravedad adecuada para implantar una base espacial permanente, siendo uno de los pocos asteroides en los cuales se podría caminar".

Planetas como Mercurio, el más cercano al sol, presentan fluctuaciones extremas de temperatura, "aunque se ha demostrado la existencia de hielo en los polos (que se encuentran en oscuridad permanente), por lo que David Blewett, científico de la nave espacial del programa MESSENGER, propone como una posible opción para establecer una base de operaciones cerca de los casquetes polares, con la idea de extraer agua para ayudar a la subsistencia en la Tierra".

Vamos a ello... ¿Qué problemas hay?

"Estudiando las diferentes hipótesis de cómo sería la vida en otras partes del espacio, resaltan una serie de problemáticas constantes en las diferentes posibilidades anteriormente nombradas: las temperaturas extremas, la radiación, la falta de gravedad, la composición de la atmósfera o la falta de ésta, los sismos, lluvia de meteoritos o partículas espaciales, entre otros; son obstáculos frecuentes en el camino hacia la colonización extraterrestre", señala la arquitecta.

Si decidiéramos vivir en otros planetas tendríamos que afrontar muchos problemas: temperaturas extremas, radiación, falta de gravedad, sismos, lluvia de meteoritos...

Antes que todas las lunas y planetas mencionados, se pensó en nuestro satélite natural, la Luna. Desde 1969 las diferentes operaciones llevadas a cabo han buscado opciones posibles. "Rick Elphic señaló que el único lugar donde se podría construir una base que no tendría que lidiar con las extremas temperaturas (123ºC por el día, en la noche -233ºC) sería cerca de los polos lunares debido a la capacidad de la existencia de agua congelada y la baja incidencia de rayos del sol por varios meses seguidos".

Entonces, ¿cómo deberían ser esos recintos que pudieran albergar seres humanos que continuaran realizando actividades y teniendo interacciones sociales? La arquitecta señala varios puntos:

  • Las construcciones tienen que diseñarse para soportar movimientos del terreno (sismos o alteraciones gravitacionales), así como posibles impactos de partículas espaciales.
  • Basándonos en los esquemas de construcción de otras especies animales (como las hormigas o las termitas), deberían ser modelos de baja altura que redujeran riesgos estructurales y ambientales a falta de atmósfera.
  • La arquitectura debe ser completamente cerrada, con el fin de proveer las capacidades para la creación de una atmósfera apta para humanos.
  • No puede olvidarse el cuidado de aspectos sociales y psicológicos, generando ambientes agradables (áreas con imitación de luz solar, adaptadas con la tecnología requerida para tales fines).
  • Deben pensarse lugares de proyecciones visuales o realidad aumentada para que las personas puedan sentirse nuevamente en espacios conocidos (zonas de recreación, cultura, deporte...).
  • Es necesario asegurar, desde el campo de la arquitectura, que la población pueda desarrollar todas sus dimensiones, intentando evocar sin artificios débiles, una vida en la Tierra, remembranza de un antiguo hogar.

El Universo es infinito, y eso es lo que puede dar un resquicio de esperanza a los más optimistas. Por ahora solo hemos dejado huella en la Luna, pero existen una variedad infinita de nuevos lugares por explorar que, según las teorías más lógicas, deberían parecerse en composición a la Tierra y, por tanto, ser adaptables a la vida. "Por ejemplo, es admisible pensar en crear un módulo que pueda establecerse sobre diferentes superficies sólidas, incluyendo pequeñas bases que soporten y fijen el elemento, pero sin atarlo a condiciones particulares", señala María Carla.

"En caso de encontrar un sitio en el espacio que no tenga una superficie habitable, pero sí una atmósfera óptima para la supervivencia humana, se podría generar una colonia aérea"

"Asimismo, se podría pensar en otra alternativa que pueda establecerse en el aire, así en caso de encontrar un sitio en el espacio que no tenga una superficie habitable, pero sí una atmósfera óptima para la supervivencia humana, se podría generar una colonia aérea. Esto podría basarse en principios como la generación de campos magnéticos, permitiendo elevar las edificaciones, o también podrían pensarse espacios aerostáticos con un alto componente de diseño interior en los que pueda residir una comunidad".

Proyectos reales

Según nos explica la arquitecta, actualmente, la NASA está planeando una misión tripulada a Marte, programada para la década de 2030. "Teniendo en cuenta que la arquitectura está concebida para responder a las exigencias de su entorno (así pasa hoy en día, la arquitectura de calidad se adapta de forma efectiva a las variaciones de su ambiente), si el objetivo es colonizar Marte, es lógico pensar en nuevas formas de arquitectura. Siendo un terreno tan hostil (un disminuido campo magnético que no permite luchar contra la radiación solar, nocivos niveles de polvo en la superficie, temperaturas extremas, etc.), es necesario diseñar edificaciones que soporten las condiciones específicas de la zona. A la fecha, existen diferentes proyectos que han buscado solucionar la forma de vida en este planeta, entre estos resaltan: Mars Ice House, Mars Habitat, y Mars Science City".

Mars Ice House

Diseñado por la Oficina de Arquitectura de Exploración Espacial y Arquitectura de Nubes, gana el primer premio del concurso organizado por la NASA que invita a imaginar cómo serían las construcciones en Marte. El diseño aprovecha el agua del planeta para crear hábitats de hielo impresos en 3D. El proyecto consiste en un módulo de aterrizaje orientado verticalmente que contiene servicios mecánicos convirtiéndose en el núcleo del recinto. La unidad central infla una membrana de copolímero de etileno-tetrafluoroetileno transparente -ETFE por sus siglas en inglés. Es un material de alta resistencia a la corrosión y resistencia a lo largo de un amplio rango de temperaturas, con dos cúpulas anidadas e impresas en 3D por robots, los cuales usan una boquilla triple para dispensar un compuesto de agua, fibra y aerogel a lo largo de varios anillos en capas, generando una estructura de hielo de 5 cm de espesor sólida, protectora de la radiación, aislada y translúcida. El proyecto se modificó por la NASA convirtiéndose en Mars Ice Dome, un gran tubo inflable rodeado por hielo.

Mars Habitat

Proyectado por Foster + Partners, se sustenta en una vivienda robusta de 93 metros cuadrados impresa en 3D. Para su construcción es necesario cavar un cráter de 1.5 metros de profundidad, en los que se acomodarían módulos individuales formando el núcleo del asentamiento. Las paredes se imprimirían en 3D alrededor de estas cápsulas centrales mediante dos tipos suplementarios de dispositivos semiautónomos, uno que procesa el regolito (con tierra de Marte) y otro que usa tecnología de microondas para fusionar el material en su lugar.

Mars Science City

Diseñado por Bjarke Ingels Group es un proyecto ubicado en el desierto vecino a Dubái, que busca ser la simulación espacial existente más grande, con 176.000 m2, generando un modelo viable de lo que sería la vida en Marte. La construcción se basa en cuatro domos geodésicos (divisones geográficas de la tierra) que incluyen jardines, espacios de laboratorios de investigación de autosuficiencia energética, alimentos y agua; adicionalmente, cuenta con un museo impreso en 3D, utilizando arena y replicando procesos que podrían verse aplicados en Marte. Los materiales utilizados para su construcción son reciclables y transparentes, pensados son bloqueo de radiación solar.

¿Y Venus?

"Otro planeta en el que se ha analizado arduamente una posible colonización es Venus, pues a una altitud de 50 kilómetros de su superficie existe una zona donde la presión atmosférica y la temperatura son casi las mismas que en la tierra. Se ha concluido que las condiciones en esta zona son mejores que en nuestra Luna, y más adecuadas para los humanos que el clima de Marte. Los colonos no tendrían problemas de energía o agua, debido a que hay una gran cantidad de luz solar y el agua en estado líquido se podría obtener por condensación del aire o procesando ácido sulfúrico", explica la arquitecta.

Se ha concluido que las condiciones en Venus son mejores que en nuestra Luna, y más adecuadas para los humanos que el clima de Marte. Los colonos no tendrían problemas de energía o agua

Nos explica que actualmente existe el proyecto Havok High Altitude Venus Operational Concept—, que es el concepto operativo de Venus de gran altitud diseñado por ingenieros de la NASA, los cuales desarrollaron dicho plan para enviar aeronaves con módulos residenciales a la atmósfera de este planeta, trasladando primero a robots y luego seres humanos.

"Si se tiene en cuenta que la ciencia resuelve los diferentes obstáculos que implica el poder llevar personas a otros planetas y se tiene la tecnología necesaria para garantizar su subsistencia, tal como oxígeno, agua, alimentos, energía, entre otros; es posible garantizar espacios que hagan de la vida extraterrestre una experiencia agradable y real. La arquitectura se puede adaptar a cualquier condición, pero para esto es necesario conocer bien el sitio de implantación del proyecto con el fin de responder a las necesidades específicas del área", señala la arquitecta.

La arquitectura se puede adaptar a cualquier condición, pero para esto es necesario conocer bien el sitio de implantación del proyecto con el fin de responder a las necesidades específicas del área

"Finalmente, pondría a consideración que al igual que se invierten diferentes recursos y conocimientos para hacer posible la colonización de otros puntos dentro del Universo, se debe poner también esfuerzos y recursos para hacer de nuestro planeta tierra un lugar cada vez más habitable. Es indispensable concientizarnos y cuidar de nuestro entorno, al igual que pensar en opciones y tecnologías que ayuden a mejorar las condiciones de vida en nuestro planeta y lo protejan del cambio climático", concluye.

La ciencia ficción lleva años imaginando qué sucederá cuando los seres humanos colonicemos las estrellas. Por supuesto, no es más que el reflejo de un deseo intrínseco de conquistar y descubrir nuevos mundos. Igual que en el pasado nuestros predecesores viajaron para buscar nuevas tierras, no es descabellado imaginar que algún día el planeta se nos quedará pequeño.

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