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Construye una réplica gigante de Mazinger Z en el jardín de su casa: 7 metros de altura
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EN PADUL, GRANADA

Construye una réplica gigante de Mazinger Z en el jardín de su casa: 7 metros de altura

La figura comenzó como una alternativa para que su hijo no pensara solo en los videojuegos y ha terminado convirtiéndose en una construcción de más de una tonelada de peso

Foto: El Mazinger Z, en el jardín de la casa de Baltasar (Facebook/Ayuntamiento de Padul)
El Mazinger Z, en el jardín de la casa de Baltasar (Facebook/Ayuntamiento de Padul)

En el año 1978, los niños no tenían varios canales de televisión para ver dibujos animados a cualquier hora del día, sino que tenían que conformarse con media hora los sábados y domingos, justo después del telediario de mediodía. No había mandos a distancia (ni falta que hacía, porque solo había dos canales), pero sí una legión de menores que se daban cita delante de la caja mágica para ver la serie infantil del momento.

Una de las que marcó a toda una generación fue Mazinger Z, un robot gigante pilotado por Kōji Kabuto que defendía a la humanidad de las fuerzas del mal. Fueron millones los niños que vieron aquellos dibujos del robot que lanzaba sus "puños fuera" y uno de ellos, ahora, ha cumplido su sueño: construir su propia réplica del gigante con el que creció en su infancia.

Se llama Baltasar Sánchez, vive en la pequeña localidad granadina de Padul y allí ha levantado un Mazinger Z de 7 metros de altura en su jardín. Un proyecto faraónico que pesa una tonelada y en el que este hombre, ayudado por su familia, ha empleado tres años de su vida: ahora, lo ha expuesto a sus vecinos, pero no se esperaba la enorme repercusión que ha tenido.

Un éxito inesperado

Baltasar, que trabaja como técnico industrial, ha explicado al Ideal que "la estatua no es rígida porque la cabeza y el cuerpo se mueven con el viento. Hace tres años que empecé el proyecto. El interior del robot está hecho con metal. Los demás materiales son reciclables. El robot se encuentra expuesto en el patio de mi casa. Mi familia me ha ayudado a confeccionarlo".

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La idea de construir el robot surgió como una alternativa para su hijo a las nuevas tecnologías: "Los nenes hoy es todo internet, informática y teléfonos, así que le ofrecí algo diferente que empezó como un juego de recortables. Empezamos con unos cartones y se me ocurrió la idea de Mazinger Z porque encontré unos planos. La primera idea fue hacerlo con cartón a tamaño pequeño. Pero pensándolo mejor busque una idea más grande para motivar a mi hijo. Y le ofrecí fabricar el robot de forma gigante porque eso le iba a gustar más y vaya si le gustó porque era único".

Con el robot terminado no se hablaba de otra cosa en Padul, una pequeña localidad de apenas 8.500 habitantes. De hecho, han sido muchos los vecinos que se han acercado hasta la casa de Baltasar desde que la inaugurara para hacerse una foto con el robot. Incluso el ayuntamiento hizo algunas fotos que compartió en sus redes sociales y que se volvieron virales.

Lo que comenzó como una alternativa para su hijo ha desembocado en 1 tonelada de peso

El alcalde, Manuel Villena, está feliz con el resultado: "Yo nunca había visto un robot tan grande. Es verdad que supe algo del proceso porque tengo familiares cerca de la casa de Baltasar. Y claro, ahora al verlo terminado me ha impresionado mucho. Ha quedado muy bien". Los seguidores de Mazinger Z tienen desde ahora un lugar al que peregrinar en la provincia de Granada.

En el año 1978, los niños no tenían varios canales de televisión para ver dibujos animados a cualquier hora del día, sino que tenían que conformarse con media hora los sábados y domingos, justo después del telediario de mediodía. No había mandos a distancia (ni falta que hacía, porque solo había dos canales), pero sí una legión de menores que se daban cita delante de la caja mágica para ver la serie infantil del momento.

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