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Una adolescente se convierte en la maestra de su barrio por el cierre de colegios
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"NO ME GUSTAN LOS NIÑOS"

Una adolescente se convierte en la maestra de su barrio por el cierre de colegios

Venezuela lleva casi un año sin clases presenciales y las familias recurren a amigos y conocidos para que sus hijos sigan formándose

Foto: Los colegios de Venezuela llevan casi un año cerrados (EFE/Miguel Gutiérrez)
Los colegios de Venezuela llevan casi un año cerrados (EFE/Miguel Gutiérrez)

Valeria Torres tiene 16 años y se ha convertido en una de las personas más importantes de su barrio. Vive en la ciudad de Maracay y, como en el resto de Venezuela, el coronavirus ha provocado que las escuelas estén cerradas. Por eso, esta joven no dudó en ayudar a su primo para que pudiera seguir estudiando, pero a él se le unieron otros… y ha terminado convirtiéndose en la maestra de su comunidad.

La voz se corrió y Valeria tuvo que improvisar un aula en su propia casa. Lo hizo en utilizando su mesa de comedor y orientándola hacia la puerta, ya que es la única estancia de la vivienda en la que hay luz: "Mis primos necesitaban ayuda. Como estaba a mi alcance ayudarlos, yo lo hice y luego fueron llegando más niños que no eran mi familia".

Foto: Glass Marcano, en el escenario dirigiendo una orquesta (Facebook)

Uno tras otro, más niños se presentaron en casa de Valeria hasta que enero había diez pequeños sentados alrededor de su mesa y la joven profesora decidió entonces atenderlos por separado: "Primero le pregunto a cada uno la fecha de entrega de sus tareas, y los que tengan que entregar más rápido los atiendo primero. Trato de ayudar a un niño por día, para ahorrar tiempo también para mí y hacer mis actividades".

Un año sin colegio

Venezuela suspendió las clases cuando el virus llegó al país y son ya casi doce meses en los que los niños no han podido ir al colegio. Nicolás Maduro ha asegurado que "en marzo vamos arrancar las clases presenciales, parciales, con bioseguridad a nivel de todo el sistema educativo venezolano. Vamos controlando la pandemia y con medidas de bioseguridad y la llegada de las vacunas vamos paso a paso".

placeholder Los patios de los colegios se quedaron vacíos en Venezuela (EFE/Miguel Gutiérrez)
Los patios de los colegios se quedaron vacíos en Venezuela (EFE/Miguel Gutiérrez)

Valeria explica a la BBC que "no tengo mucho tiempo libre. Pero cuando lo tengo, lo uso para ver a mis amigos o dormir". Una de sus amigas, Valery, de 13 años, reconoce que la ayuda de la nueva maestra es fundamental porque en el último año no ha recibido ni una clase, ni una explicación: "Mi maestra no me da clases, solo me envía la tarea por WhatsApp".

Algo muy distinto a lo que proclama el gobierno venezolano. Según Maduro, la "educación a distancia, sin ninguna duda, es lo mejor. Cada familia, una escuela, vamos a mantener los servicios educativos del país vía online y con teleclases. A esa educación a distancia le incluimos todo, absolutamente todo, todas las plataformas comunicacionales, digitales, televisivas, de radio, las redes sociales, la página web…" Pero los venezolanos aseguran que la realidad dejó este año mucho que desear y nada tuvo que ver con lo anunciado por el presidente.

La realidad de la educación venezolana nada tiene que ver con lo prometido por su gobierno

Valeria reconoce que en el futuro quiere ir a la universidad, pero no piensa ser maestra porque "no tengo paciencia para los niños". Su gran temor ahora es que, cuando llegue ese momento, no tenga los conocimientos suficientes por el parón de las clases por culpa de la pandemia. No quiere marcharse de su país, pero no descarta que tenga que seguir el ejemplo de su hermana mayor, emigrada a Chile, y desde donde envía dinero a la familia cada mes para que puedan pagar los 30 dólares que pagan de alquiler.

Valeria Torres tiene 16 años y se ha convertido en una de las personas más importantes de su barrio. Vive en la ciudad de Maracay y, como en el resto de Venezuela, el coronavirus ha provocado que las escuelas estén cerradas. Por eso, esta joven no dudó en ayudar a su primo para que pudiera seguir estudiando, pero a él se le unieron otros… y ha terminado convirtiéndose en la maestra de su comunidad.

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