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Seis cosas que la ciencia recomienda aprender en pandemia
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Seis cosas que la ciencia recomienda aprender en pandemia

Para disfrutar de nuestras vidas en 2021 debemos dejar atrás esos hábitos destructivos y recuperar nuestros niveles de energía

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Admitámoslo: no vivimos un buen momento. La pandemia por coronavirus, que llegó a nuestras vidas en marzo del año pasado, todavía no ha remitido, y aunque tenemos la esperanza de la vacuna flotando sobre nosotros, sabemos que el camino que queda por recorrer todavía es largo. Por ello, asumirlo y protegernos debe ser una máxima todavía.

Sin embargo, meses de ansiedad, dolor y soledad pueden crear fácilmente una espiral de negatividad de la que es difícil salir. El estrés crónico, al fin y al cabo, cambia el cerebro. Y a veces, cuando estamos deprimidos, no tenemos interés en hacer las cosas que realmente podrían hacernos sentir mejor. Por ello, para disfrutar de nuestras vidas en 2021 debemos dejar atrás esos hábitos destructivos y recuperar nuestros niveles de energía. En algunos casos, eso puede significar inicialmente obligarse a hacer las cosas que te harán sentir mejor. Aquí te dejamos una lista de seis que podrían ayudarte a superar los momentos difíciles.

Empatía y altruismo

Quizá no lo creas, pero ser bondadoso y empático puede cambiar el cerebro. Por ejemplo, un estudio mostró que hacer una donación caritativa activaba el sistema de recompensas del cerebro de una manera similar a cuando recibes dinero. ¿Por qué no pruebas a hacer un voluntariado? Quizá podría ayudarte dando una motivación diferente a tu vida.

Un estudio mostró que hacer una donación caritativa activaba el sistema de recompensas del cerebro de una manera similar a cuando recibes dinero


Haz ejercicio

Es fundamental para sentirse bien. Según informa 'Science Alert', el deporte en la infancia se asocia con un mejor desempeño escolar, mientras que promueve una mejor cognición y desempeño laboral en los adultos jóvenes.En los adultos mantiene el rendimiento cognitivo y proporciona resistencia contra los trastornos neurodegenerativos, como la demencia. Asegúrate, eso sí, de elegir hacer algo con lo que realmente disfrutes.

Come bien

La nutrición puede influir sustancialmente en el desarrollo y la salud de la estructura y función del cerebro. La falta de nutrientes a largo plazo puede provocar daños estructurales y funcionales en el cerebro, mientras que una dieta de buena calidad está relacionada con un mayor volumen cerebral. Un estudio de 20.000 participantes del UK-Biobank mostró que una mayor ingesta de cereales se asocia con efectos beneficiosos a largo plazo y un mayor volumen de materia gris (un componente clave del sistema nervioso central), que está relacionado con una mejor cognición. A su vez, las dietas ricas en azúcar, grasas saturadas o calorías pueden dañar la función neuronal.

Mantente conectado con los demás

Todos estamos un poco hartos del zoom, pero muchos estudios ya han demostrado que el aislamiento social durante la pandemia ha producido muchos problemas relacionados con estrés o depresión. Por otra parte, la interacción social está asociada con sentimientos positivos y una mayor activación en el sistema de recompensa del cerebro. Cuida tus relaciones familiares y de amistad y, además, en 2021 establece nuevas conexiones.

Aprende algo nuevo

El cerebro cambia durante períodos críticos de desarrollo, pero también es un proceso que dura toda la vida. Las experiencias nuevas, como el aprendizaje de habilidades, pueden modificar tanto la función cerebral como la estructura cerebral subyacente. Por ejemplo, hacer malabares aumenta las estructuras de la sustancia blanca (tejido compuesto por fibras nerviosas) en el cerebro asociadas con el rendimiento visuo-motor. Los músicos, por otro lado, tienen más materia gris.

Duerme bien

Es fundamental. Hay una gran relación entre dormir y una buena salud cerebral. Durante el sueño, el cerebro se reorganiza, se recarga y elimina los subproductos de desechos tóxicos, lo que ayuda a mantener su funcionamiento normal. También es muy importante para transformar las experiencias en nuestra memoria a largo plazo, mantener la función cognitiva y emocional y reducir la fatiga mental. Además, ejerce una fuerte influencia reguladora sobre el sistema inmunológico.

Admitámoslo: no vivimos un buen momento. La pandemia por coronavirus, que llegó a nuestras vidas en marzo del año pasado, todavía no ha remitido, y aunque tenemos la esperanza de la vacuna flotando sobre nosotros, sabemos que el camino que queda por recorrer todavía es largo. Por ello, asumirlo y protegernos debe ser una máxima todavía.

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