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Una gata callejera deja sus bebés al cuidado de una mujer que la ayudó
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LOS GATITOS TENÍAN PROBLEMAS RESPIRATORIOS

Una gata callejera deja sus bebés al cuidado de una mujer que la ayudó

Una gata callejera fue cuidada durante meses por una mujer. Tras parir, lleva a su camada a la casa de su protectora

Foto: Los gatitos están listos para la adopción (Foto Facebook Chatons Orphelins Montréal)
Los gatitos están listos para la adopción (Foto Facebook Chatons Orphelins Montréal)

Una gata callejera comenzó a merodear el jardín de Lisianne, en Québec, Canadá. La mujer empezó a alimentarle. Poco a poco se ganó su confianza, e incluso le puso nombre: Usagi. Cada día, la gata volvía a por alimento y cuidados.

Se estableció una "rutina entre esta gatita y su hada buena. La señora ganó su confianza y el gatito comenzó a acercarse", según comenta en Facebook Chatons Orphelins Montréal, un grupo de rescate local. Con el tiempo, la mujer vio cómo Usagi iba engordando.

Foto: El Jardinet dels Gats cuida de los animales y les busca familias de adopción (Facebook)

Al cabo de un tiempo, la gata dio a luz una camada en la calle. Días después volvió a casa de Lisiane a por comida y, poco a poco, fue trayendo a sus gatitos uno a uno al porche de la mujer.

Tenían problemas respiratorios

Eran seis gatitos, todos iguales. Lisianne decidió quedarse con Usagi, a la que trató y castró. Mientras que una de sus amigas se llevó a uno de los cachorros. Los otros cinco gatitos están al cuidado de Chatons Orphelins Montréal.

"Los cinco bebés son iguales, todos tenían mechones de pelo negro. Había tres hembras, Taylor, Tynie y Tyana, junto con dos machos, Tales y Tito. Desafortunadamente, todos tenían problemas respiratorios y conjuntivitis, que fueron tratados. Tito tiene una malformación en una de sus patas y puede necesitar que se la amputen más adelante, pero por lo demás está sano", aseguró el grupo de rescate. Todos ellos están listos para ser adoptados.

El grupo de rescate concluyó su publicación: "Gracias a su hada buena que les salvó la vida".

Una gata callejera comenzó a merodear el jardín de Lisianne, en Québec, Canadá. La mujer empezó a alimentarle. Poco a poco se ganó su confianza, e incluso le puso nombre: Usagi. Cada día, la gata volvía a por alimento y cuidados.

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