Gana 45 millones a la lotería, se encierra en su furgoneta y comienza a llorar

El día que Adrian Olmstead descubrió que había ganado 70 millones de dólares canadienses a la lotería no pudo dejar de llorar. Había participado en un sorteo de la Lotto Max, un juego de azar similar a la Lotería Primitiva en España. Y aunque el sorteo se había celebrado el pasado 14 de abril, él había tardado varios meses en saber que era el único ganador del bote.

Adrian vive en Blenheim, una pequeña población de apenas 5.000 habitantes en el estado canadiense de Ontario. No siempre juega a la lotería y, cuando lo hace, guarda los boletos durante semanas hasta que recuerda que los tiene y se decide a comprobar si en alguno de ellos ha conseguido algún premio o si, por el contrario, sigue teniendo la misma mala suertede siempre.

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Eso es lo que sucedió cuando hace algunas semanas llegó a una tienda de su pueblo que tiene servicio de lotería. Tenía cuatro boletos en su cartera, así que uno por uno los fue pasando por el escáner automático de la máquina. Los tres primeros le pusieron de buen humor, ya que en los tres había acertado el reintegro y podría jugar otros tantos boletos de forma gratuita.

Ganó 45 millones

Pero faltaba por mirar el cuarto boleto. Cuando pasó por el escáner, la máquina hizo un ruido y le mostró un mensaje que ponía "Gran Ganador", seguido de una cifra con muchos ceros. Como Adrian vio que tenía un 7 por delante pensó que había ganado 70.000 dólares, unos 45.000 euros al cambio, y se puso tremendamente feliz. Pero no era así.

Cuando vio "Gran Ganador" y un 7 seguido de muchos ceros pensó que había ganado 70.000 dólares, pero en realidad eran 70 millones

El afortunado jugador se fijó en la cantidad de números que aparecían en el visor de la máquina y, de repente, se dio cuenta de que la cifra era inmensamente mayor. Había ganado 70 millones de dólares canadienses, unos 45 millones de euros al cambio, lo que significaba que su vida acababa de dar un enorme vuelco.

Adrian reconoce que no pudo resistir la emoción del momento, así que salió de la tienda, echó a correr y se encerró en su furgoneta: allí comenzó a llorar sin consuelo. Recuerda que se pasó varios minutos sin poder contener las lágrimas hasta que fue capaz de recomponerse y marcar el número de teléfono de su madre. Aún lloraba cuando ella descolgó el teléfono.

"No te preocupes mamá, son lágrimas de alegría", tuvo que decir Adrian a su madre cuando ésta se preocupó al escucharle llorar. Tal y como ha explicado a Global News, tuvo que repetir sus palabras varias veces porque su madre se quedó en shock: "Son lágrimas de alegría porque he ganado 70 millones a la lotería, mamá".

Una noticia increíble

Adrian reconoce que su madre casi nunca pierde la compostura y que, mucho menos, dice palabrotas. Sin embargo, cuando finalmente reaccionó a la noticia que le acababa de dar su hijo, algunos improperios salieron por su boca, lo que también le hizo reír. No solo le había cambiado la vida a este hombre de 44 años, sino a toda su familia.

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Consciente de que su premio no se iba a ir a ninguna parte y de que tenía un año para cobrarlo, Adrian Olmstead se lo tomó con calma y tardó varios meses en reclamar esa impresionante cifra de dinero. Solo cuando hubo recopilado todo tipo de consejos sobre cómo manejar su nueva cuenta corriente y cómo iba a afectar a todos los que le rodean, dio el paso.

Ahora, con su cheque en su bolsillo, reconoce que "mi prioridad es que vivamos una buena vida, pero quiero que mis hijos entiendan el valor del dinero, comprendan el significado del trabajo duro y pueda enseñarles a mantenerse por sí mismos cuando sean adultos". Sin embargo, sí tiene algunos planes para gastarse sus primeros dólares del premio.

Sus primeras inversiones serán una casa con una gran extensión de terreno, un deportivo, una caravana y un barco para salir a pescar

El sorteo de la Lotto Max permitirá a Adrian comprar una casa nueva y hacerlo con una gran extensión de terreno para que sus dos hijos tengan mucho espacio para jugar. Además, piensa comprarse un coche deportivo, una caravana y un barco para salir a pescar, pero no olvida que quiere cuidar del resto de su familia para que ese dinero ayude a varias generaciones.

Asegura que "lo más importante para mí siempre ha sido mantener a mi familia. Ahora puedo hacerlo de una manera que nunca antes había soñado. Este dinero puede incluso asegurar una buena fortuna para mis futuros nietos". Nunca pensó que la lotería le iba a permitir llevar una vida en la que el dinero no sería un problema para él ni para sus hijos en el futuro.