Consejos para hacer una mudanza: cómo aprovechar al máximo el espacio para empaquetar

Si una mudanza es estresante de por sí, empaquetar todas las cosas que hemos acumulado durante años es más difícil de lo que parece. Y es que no consiste únicamente en introducir los objetos y enseres en cajas, sino que requiere una planificación para que todo llegue de forma íntegra a su destino.

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Por ello y para asegurar que la mudanza sea todo un éxito, Mari Luz Santander, experta en bricolaje y hogar de ManoMano y creadora del canal de YouTube Bricoydeco TV, nos da algunos consejos para empaquetar de la forma más fácil y práctica todas las pertenencias.

Elegir el tipo de caja

Uno de los factores clave a la hora de realizar una mudanza consiste en seleccionar la caja más adecuada según sean las dimensiones, peso y fragilidad de los objetos que vayamos a transportar.

En este sentido, resulta conveniente adquirir o alquilar cajas de mudanza de diferentes tamaños y materiales (cartón o plástico), ya que deben ser resistentes. Hay que tener en cuenta que no solo van a llevar peso, sino que es muy probable que se apilen unas sobre otras durante el transporte.

Por otra parte, también es importante que las cajas de mudanza sean fáciles de montar y así evitar perder tiempo a la hora de empacar.

Material extra

Además de cajas de mudanza, otros de los materiales más comunes y necesarios en una mudanza son:

• Material de relleno como plástico de burbujas, papel de periódico, bolitas de poliespán, trapos, toallas viejas…
• Mantas para envolver los objetos más voluminosos y evitar daños y arañazos.
• Cinta adhesiva para precintar las cajas y un dispensador para ir más rápido.
• Etiquetas para listar el contenido de las cajas. No hay que limitarse a indicar únicamente la habitación a la que pertenece, sino que es muy útil introducir una nota detallando todo lo que se ha guardado en su interior.

Cómo empaquetar cada objeto

En general, a la hora de empacar las pertenencias se aconseja utilizar mantas para envolver muebles y electrodomésticos, guardar los objetos más pesados en cajas pequeñas y que de esta forma sean más manejables o acumular los de menor peso en cajas grandes, pero distribuyéndolos de forma que los más pesados estén en el fondo.

En cuanto a los objetos frágiles como espejos, vasos, platos, etc., deben envolverse de forma individual utilizando separadores y envolviéndolos con plástico de burbujas. También es recomendable introducir material de relleno en los huecos interiores para evitar que choquen unos con otros. Las joyas y objetos de valor conviene guardarlos en cajas cerradas con llave y llevarlos con nosotros.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que cuanto más pesada sea una caja, más complicado será su transporte. Por este motivo, se recomienda no superar los 20 kg de peso.

Distribuir por habitaciones

Guardar los objetos por habitaciones hará que sea mucho más fácil distribuirlos en la nueva vivienda. Para ello, existen algunas recomendaciones a tener en cuenta según la estancia:

• Cocina: descongelar el frigorífico 48 horas antes de la mudanza y vaciar la despensa los días previos a la misma. Por otra parte, no conviene transportar detergentes y productos de limpieza ya que pueden abrirse durante el transporte y derramar su contenido.

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• Salón/comedor: si es posible, desmontar las patas de mesas y sillas y envolver las alfombras en plástico o papel. Además, intentar guardar televisores y equipos de electrónica en su embalaje original.
• Dormitorio: envasar la ropa de cama y prendas de vestir al vacío para que ocupen menos espacio.

Deshacernos de lo que no es útil

Cuantos menos objetos nos llevemos, más ligera y fácil será la mudanza, por lo que es una gran oportunidad para hacer limpieza de todo aquello que no se necesita. Se puede regalar a familiares o amigos que lo puedan necesitar, venderlo por interneto llevarlo al punto limpio de la ciudad.

Para ello, lo mejor es tener a mano un par de cajas en las que separar lo que no nos vamos a llevar. Si existen dudas tan solo hay que preguntarse cuántas veces se ha utilizado ese objeto en los últimos dos años.

No dejarlo para el final

Aunque pensemos que únicamente tenemos cuatro cosas, siempre pueden surgir imprevistos que alarguen el proceso de empaquetado. Por este motivo, es importante planificar con tiempo la mudanza.

Lo ideal es comenzar con una semana de antelación. Para ello, empezar haciendo un inventario de todo aquello que se va a llevar es lo más recomendable. Después guardar poco a poco lo que no se necesite en ese momento, dejando para la víspera de la mudanza lo imprescindible que se haya estado utilizando hasta ahora.